Cuatro factores que motivan el divorcio en las parejas mexicanas
Enviado por TIF.28 • 29 de Agosto de 2014 • Síntesis • 8.272 Palabras (34 Páginas) • 385 Visitas
Cuatro factores que motivan el divorcio en las parejas mexicanas
Four factors that cause divorce in Mexican couples
Andrea Limón Fonseca
Autor por correspondencia:
Resumen:
El estudio de la ruptura matrimonial recibe desde hace años atención especial. En este trabajo se analizó, en una muestra de personas divorciadas en México, 24 mujeres y 17 hombres, con un rango de edad entre los 25 y 65 años de edad, los factores que motivan a las parejas al divorcio. Se consideró que los principales factores son la falta de comunicación, la infidelidad, los problemas económicos y la violencia. Estos factores fueron divididos en psicosociales, económicos y sociodemográficos. Los resultados muestran que estos cuatro principales factores tienen igual importancia tanto para las mujeres como para los hombres. Asimismo la muestra demostró que la falta de comunicación, los problemas económicos y la violencia son los factores más comunes por los cuales las personas se divorcian. Por otro lado, surgieron otros factores, como lo son la confianza, el abuso de alcohol y otras sustancias, la diferencia de estatus socioeconómico de las parejas, entre otros.
Abstract:
The study of marital breakdown receives special attention for years. In this work, it was analyzed, the factors influencing the Mexican couples to divorce. The main factors considered in this work are the lack of communication, infidelity, economic problems and violence. These factors were divided in psychosocial, economic and socio-demographic. The results show that the four main factors are equally important between women and men. Also, the sample showed that the lack of communication, economic problems and violence are the most common reasons for divorce. On the other hand, new factors appeared, like confidence, alcohol abuse and other substances, difference in socioeconomic status among others.
Palabras clave: Palabras clave: divorcio, falta de comunicación, infidelidad, problemas económicos, violencia.
Key words: divorce, lack of communication, infidelity, economic problems, violence.
INTRODUCCIÓN
Sandoval (1996) afirma que el divorcio es un intento por resolver los conflictos que se dan por las exigencias de la vida marital. Mientras que Westman y Cline (1973) señalan que el divorcio es una medida drástica que los esposos toman cuando el matrimonio no funciona y esto afecta directamente a la pareja, ya que se altera el estilo de vida de las personas involucradas, debido a que el divorcio va acompañado de sufrimiento y perturbación. Por otro lado, según Bloch (1994) existen ciertos factores que propician el divorcio: la calidad de relación de pareja, el número de hijos, así como su sexo y edad, la situación económica, las expectativas de la pareja a corto plazo y largo plazo, su vida laboral, su preferencia socioeconómica y cultural. Asimismo, Rincón (1994) menciona ciertas características que hacen que la pareja sea más propensa al divorcio, como lo es contraer matrimonio entre los 15 y 20 años de edad, debido a que los cónyuges no están preparados para llevar a cabo los roles que les corresponden, tener una religión diferente a la del cónyuge, contar con la desaprobación de los padres y amigos de la pareja, así como contraer matrimonio por causa de un embarazo. Napler (1994) establece que existen ciertos patrones que llevan al rompimiento marital, en donde uno de los cónyuges busca cercanía y reafirmación, mientras que el otro, busca la separación y la independencia debido a que este tipo de parejas no se casan de manera accidental, sino por una necesidad de definir sus necesidades separadas en relación al otro. La ruptura de parejas en muchas ocasiones se debe a que el hombre, desde pequeño es educado como un elemento activo que abandona el hogar, mientras que la mujer raramente se aleja del compañero y los hijos (Garza, Caracho, Manautou, Garza, Margain, Khoury, 2006).
La causa de divorcio no es una cuestión baladí a la hora de negociar entre la pareja las condiciones específicas del mismo. Primero, porque determinados comportamientos pueden, una vez asumidos, culpabilizar al sujeto y hacerle menos proclive a la discusión. Después porque comportamientos específicos pueden utilizarse en su contra una vez que la pareja está inmersa en el proceso en el proceso judicial e incluso en los que posteriormente se puedan generar (Moncó, 2010). Sin duda, por encima de las razones personales de cada uno, e incluso de las interpretaciones o las objetivaciones que el sujeto realice, un divorcio es siempre doloroso (Moncó, 2010). La dureza del divorcio, su tardanza, la justicia o la injusticia con la que el sujeto se siente tratado, la situación personal e incluso ciertos caracteres de la propia personalidad pueden aumentar la dificultad de esta situación hasta grados realmente notables (Moncó, 2010).
Estudios recientes que hablan sobre ruptura conyugal confirman hallazgos clásicos o conjeturas clínica relativas al carácter multifactorial del conflicto conyugal y a sus efectos dañinos sobre el individuo, su familia y la sociedad. Por ejemplo, el alcoholismo es más frecuente entre los separados, la longevidad es mayor en miembros de parejas bien ávidas, los miembros de parejas desintegradas son más propensos al suicidio, la depresión se asocia con el conflicto y la ruptura conyugales, los desórdenes de ansiedad son más comunes entre los miembros de parejas en conflicto, la productividad laboral se deteriora en la personas con malas relaciones de pareja, y en general, la calidad de vida es significativamente mayor en los integrantes de parejas funcionales (Sánchez Sosa, 1997).
Por otro lado Brenton (1994) afirma que para tener un matrimonio duradero y satisfactorio es recomendable que la pareja haya finalizado sus estudios, se casen después de los 20 años de edad, que la pareja se conozca por lo menos 9 meses antes de contraer matrimonio y que los padres de la pareja estén de acuerdo con el compromiso. Levinger (1999) afirma que los cambios culturales han permitido la disolución de matrimonios infelices, incrementando así que los miembros de las relaciones se tornen menos tolerantes a las irritaciones que surjan dentro de su matrimonio.
Otro factor importante que hay que tomar en cuenta es que la mujer contemporánea se ha desarrollado en el ámbito laboral, dejando a un lado el interés único del bienestar emocional de su matrimonio, buscando una colaboración por parte del hombre en los roles estereotipados como femeninos (Garza et al 2006). Colleman y Hammer (1992) afirman que el divorcio despierta en la pareja sentimientos de fracaso, que es una de las tareas más importantes de la vida, teniendo como consecuencia una sensación de inadecuación personal
...