Cuento de las celulas
Enviado por knmv • 6 de Noviembre de 2017 • Tarea • 891 Palabras (4 Páginas) • 4.144 Visitas
Celulandia
Érase una vez una ciudad llamada Celulandia era una ciudad sumamente organizada, estaba habitada por orgánulos de dos distintas familias una era la familia de membranosos y la otra era la familia de los no membranosos.
Cada una de las familias se dedicaba a distintas tareas y cada uno de los miembros también tenían sus tareas específicas, todos ahí vivían en armonía y cuando se presentaba algún infortunio o alguien llegaba a alterar el orden todos cooperaban haciendo su trabajo para volver a restaurar el orden y sentirse en paz.
El núcleo era el alcalde de la ciudad, enviaba a sus mensajeros los Ribosomas para que enviaran los componentes necesarios e indicaciones necesarias al Retículo endoplásmico rugoso para realizar proteínas, empaquetarlas y enviarlas a donde se necesitaran, así también el alcalde daba todas las instrucciones y el consentimiento para que se hicieran correctamente cada una de las actividades en la ciudad y evitar que se perdiera su tan valiosa armonía.
El núcleo se encontraba tan ocupado y atareado que dijo – si yo no estuviera aquí, nadie podría hacer mi trabajo y esta ciudad sería un caos sin mí, que importante es mi trabajo- dijo sin pensar a los Ribosomas. Los ribosomas solo asintieron y se encargaron de difundir aquello que el alcalde había dicho con cierta arrogancia, según ellos mencionaron agregando que lo había dicho despreciando el trabajo que ellos hacían como mensajeros.
La señora Mitocondria muy atareada encargada de la respiración, desde las afueras de la ciudad llamada matriz extracelular le llegaba el oxígeno y hacer la energía necesaria para que todos pudieran realizar sus actividades, entonces dijo -uff pero que mal habla ese Núcleo sin mi ninguno de ustedes podría hacer mucho, es más ni siquiera podríamos recibir o enviar mensajes a las otras ciudades- muy indignada por lo que le habían contado los mensajeros.
Los ribosomas nuevamente se encargaron de difundir por toda la ciudad aquello que la señora mitocondria había dicho.
El Aparato de Golgi encargado de sintetizar, empaquetar y mandar proteínas dijo- sin mi ninguno de aquí tiene sus proteínas que tanto necesitan para realizar sus tareas.
El Retículo endoplásmico dijo – yo soy quien hace el metabolismo de lípidos que esa mitocondria que no se dé aires de grandeza que de mí también obtiene cosas para hacer su trabajo- un poco molesto.
El pequeño Peroxisoma, encargado de la β-oxidación también hablo -Yo también le ayudo y además me encargo de desintoxicar la ciudad, no es justo que desmeriten nuestro trabajo.
Los elementos del citoesqueleto encargados de dar forma y ayudar al movimiento de los demás orgánulos mencionaron -Pues sin nosotros nadie podría moverse y nuestra ciudad sería un caos sin circulación, además nuestra ciudad no podría estar sujeta en ningún sitio.
Entonces el joven Lisosoma encargado de digerir macromoléculas dijo- pero quien se creen esa señora gorda y el tal alcalde ese, si ella puede hacer que me enferme y si eso pasa ¿quién limpiaría todas las cosas grandes que nadie necesita?, si me pongo grave vomitaría todo lo que hay dentro de mí y mataría a todos, vivo con el miedo de enfermar y matar a todos en esta ciudad.
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