Cultivos Sin Suelo
Enviado por sorylop • 1 de Noviembre de 2013 • 5.590 Palabras (23 Páginas) • 404 Visitas
CULTIVOS
SIN SUELO
TÉCNICAS MODERNAS DE CULTIVO. MAYO 2009
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
CONCEPTOS DE SUSTRATO HORTÍCOLA Y CULTIVO SIN SUELO
IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LOS CULTIVOS SIN SUELO
2. PROPIEDADES DE LOS SUSTRATOS DE CULTIVO.
PROPIEDADES FÍSICAS
PROPIEDADES QUÍMICAS
PROPIEDADES BIOLÓGICAS
3. MATERIALES EMPLEADOS COMO SUTRATOS DE CULTIVO
EL PARADIGMA DEL SUSTRATO IDEAL
CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN DE UN SUSTRATO
CLASIFICACIÓN DE LOS MATERIALES
4. PRINCIPALES MATERIALES EMPLEADOS COMO SUSTRATO. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE SU USO
5. MATERIALES ALTERNATIVOS O SUSTITUTIVOS
CULTIVO EN SUSTRATO DE PLANTAS ORNAMENTALES
CULTIVO HIDROPÓNICO DE HORTALIZAS
6. NORMATIVA EUROPEA SOBRE SUSTRATOS DE CULTIVO: Aplicación Nacional
1. INTRODUCCIÓN
Las técnicas de producción de plantas y hortalizas, han cambiado mucho a lo largo de los 30 últimos años.
Técnicas como el uso de invernaderos plásticos, sistemas de control climático, equipos de riego y fertilización automáticos, etc..., se han difundido ampliamente con la finalidad de ofrecer nuevos productos, aumentar la productividad y la calidad de los productos agrícolas.
A estos cambios, puede unirse a la necesidad de la sustitución gradual del cultivo en el suelo por cultivos fuera de suelo. Estas necesidades se deben básicamente a:
- Necesidad de transportar las plantas de un lugar a otro.
- Existencia de salinidad, enfermedades, etc…que suponen factores limitantes que impiden la continuidad de los cultivos intensivos en el suelo natural.
- Facilidad del cultivo hidropónico y en sustrato ya que permiten que pueda controlarse el medio ambiente radicular sobre todo en lo que al suministro de agua y nutrientes se refiere.
SUSTRATO HORTÍCOLA. CULTIVO SIN SUELO. CONCEPTOS
Se conoce como sustrato a todo material sólido distinto del suelo bien natural, de síntesis o residual, mineral u orgánico que depositado en un contenedor puro o mezclado, permite el anclaje del sistema radicular de la planta, proporcionando, por tanto, a ésta un papel de soporte.
Este sustrato, puede intervenir o no en la nutrición mineral de la planta.
Un cultivo sin suelo es aquel en el que la planta desarrolla su sistema radicular en un medio limitado y aislado fuera del suelo. Suelen clasificarse en:
- Cultivo hidropónico: En agua junto con nutrientes o sobre materiales inertes.
- Cultivos en sustrato: Cultivos sobre materiales químicamente activos con capacidad de intercambio catiónico.
IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LOS CULTIVOS SIN SUELO
Poseen numerosas aplicaciones, entre ellas, destacan:
- Cultivo en sustrato de plantas ornamentales en contenedor.
- Cultivo hidropónico de hortalizas.
En los cultivos ornamentales en maceta, suelen emplearse los sustratos orgánicos, especialmente las turbas sphagnum.
El cultivo hidropónico de hortalizas, tuvo su desarrollo inicial en España a principios de los 80. A partir de entonces, la superficie de cultivos hidropónicos ha ido aumentando de forma gradual, sobre todo en Almería, Islas Canarias y Murcia.
Los sistemas de cultivo sin suelo de hortalizas más representativos actualmente son:
- Cultivos en sacos de arena.
- Cultivos en sacos de perlita.
- Cultivos en tablas y tacos de lana de roca
- Cultivos sobre otros materiales como corteza de pino, fibra de coco, tierra volcánica, etc…
Todos estos sistemas funcionan como sistemas abiertos, es decir, no se tiene recirculación de la disolución nutritiva.
El tomate es la especie de mayor importancia en el cultivo sin suelo. También actualmente se tienen otras como el pimiento, melón y pepino, entre otras.
Pese a que este sistema de producción agrícola exige elevados costes y un alto nivel de tecnificación, están teniendo un gran éxito en España.
2. PROPIEDADES DE LOS SUSTRATOS DE CULTIVO.
Antes de aplicar un sustrato en el cultivo sin suelo, se ha de caracterizar dicho sustrato para conocer sus propiedades físicas, fisicoquímicas, químicas y biológicas. Estas propiedades son limitantes del posterior manejo del sustrato.
PROPIEDADES FÍSICAS: Son de primera importancia. Una vez que se inserta el sustrato en el contenedor y la planta comienza su crecimiento, no se pueden modificar las características básicas del sustrato.
Entre estas hay que tener en cuenta:
a) Espacio poroso total: Volumen total del sustrato no ocupado por partículas ni orgánicas ni minerales. Su nivel óptimo se sitúa por encima del 85% del volumen del sustrato.
b) Agua fácilmente disponible: El valor óptimo oscila entre le 20% y el 30% del volumen.
Los poros que se mantienen llenos de agua después del drenaje del sustrato son los de menor tamaño. Hay que distinguir entre:
1) Agua retenida por el sustrato pero accesible para la planta.
2) Agua fuertemente retenida por el sustrato y no utilizable para la planta, ya que la succión aplicada por las raíces no supera la fuerza con la que el agua es retenida por el sustrato.
Un sustrato puede tener una baja capacidad de retención de agua fácilmente disponible porque su porosidad sea baja, los poros sean grandes y gran parte del agua se pierde por gravedad o los poros son muy pequeños y la planta no es capaz de extraer una parte importante del agua antes de marchitarse o por una combinación de las situaciones anteriores.
c) Agua de reserva: Es el % de agua que libera un sustrato al pasar de 50 a 100 cm de c.a. El nivel óptimo se sitúa entre el 4 y el 10% en volumen.
Salvo en el caso de algunas especies como el ficus, no es recomendable para las plantas ornamentales cultivadas en sustrato, que la tensión de agua supere los 100 cm de c.a. durante el cultivo. Sin embargo, para plantas hortícolas, pueden alcanzarse tensiones de hasta 300 c.a. sin que el crecimiento vegetal de la planta se afecte.
Se define como Agua Total Disponible de un Sustrato como la suma del agua fácilmente disponible más el agua de reserva. Su valor óptimo varía entre el 24-40% del volumen. El agua difícilmente disponible
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