Curiosidad

INTRODUCCION

Existe un dicho coloquial que dice: “Ni el Enfermo Quiere y no hay para darle”, es una metáfora que nuestros abuelos usaban en referencia de que muchas veces necesitamos algo, nos quieren ayudar pero a su vez el mismo estado de impotencia impide esta acción. Si bien es cierto, nosotros por nuestra calidad de humanos, lo cual significa una simple especie mas de vida que habita sobre la faz de nuestra madre tierra, requerimos y necesitamos de ella para subsistir, para vivir, lo cual este noble ser nunca nos ha faltado. Por el contrario, es tanta nuestra arbitrariedad e inconsciencia, que se nos olvida que la tierra muchas veces necesita de nosotros, y no precisamente para auto regenerarse o renovarse, de hecho no, quizás nosotros ayudamos a agilizar este proceso, pero no es el caso de estudio; muchas veces se nos pasa por alto que nuestro ambiente no es un ente independiente en relación a la interacción con nosotros que hacemos uso de el, no, es un ser dependiente de nosotros mismos, porque? Simplemente porque depende de nosotros mismos para protegerse paradójicamente de nosotros mismos.

En este orden de ideas, con el desarrollo del presente trabajo, busca exigir nuestro conocimiento a la defensa legal que tienen nuestro ambiente de nuestras propias acciones destructivas, tema que se hace indispensable manejar como profesionales, toda vez que lastimosamente en nuestra sociedad no se vive de intenciones sino de acciones, y dichas son necesarias hacerlas respetar y acatar por la ciudadanía, la cual muchas veces rehúsa no por acción, sino por omisión.

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