¿Cuál es la gravedad?

¿Cuál es la gravedad?

Lo que mucha gente no sabe es que no se trató de un caso aislado. Hace 50 años había aproximadamente 450.000 mil leones en África. Hoy en día tan sólo quedan 20.000 mil y cinco leones salvajes mueren todos los días.

Algunas especies pagan un precio muy alto por la acción de cazadores ilegales y traficantes de animales.

Además de los leones, los elefantes africanos son otro gran objetivo de los cazadores, que matan a estos animales para vender sus colmillos de marfil a un precio de dos mil dólares el kilo en China. Conforme a una investigación, entre los años 2010 y 2012 los cazadores mataron a 100.000 elefantes. Sólo en el año 2001, la cantidad de elefantes abatidos fue el equivalente a uno por cada 12 ejemplares.

Los rinocerontes también se han convertido en un gran objetivo por sus preciados cuernos, que son triturados y consumidos como una pócima medicinal, bajo la creencia de que pueden curar cualquier cosa, desde el cáncer hasta un dolor de cabeza. Los cuernos de los rinocerontes son más caros que el oro, los diamantes e incluso la cocaína.

En 1900 había aproximadamente 500.000 mil rinocerontes en África y Asia. Hoy en día tan sólo quedan 29.000 mil y continúan desapareciendo rápidamente. Mil doscientos quince rinocerontes murieron en manos de los cazadores de Sudáfrica en el año 2014, uno cada ocho horas.

Los tigres y los gorilas también son considerados un trofeo por la creencia errónea de que ciertas partes de su cuerpo poseen un valor medicinal.

Pero no son sólo los animales de gran tamaño los que están amenazados. Existe una enorme demanda ilícita de pangolines, una especie de oso hormiguero con escamas que puede encontrarse en Asia y en la África subsahariana. En algunos países su carne es considerada un manjar y es valorada por sus supuestas cualidades medicinales. Recientemente las autoridades filipinas confiscaron más de 4.400 tortugas de agua dulce, una especie amenazada de la selva de este país. Estos ejemplares estaban siendo enviados a China para ser vendidos a los restaurantes como animales de compañía.

Este es otro aspecto del problema: al igual que las tortugas, muchos animales salvajes son capturados y vendidos como animales de compañía exóticos.

El creciente tráfico internacional de aves de corral suple la demanda de especies raras como la cacatúa australiana, que costaría millones de dólares en el mercado negro.

En el 2014, el periódico The New York Times reveló que el tráfico de animales – vivos y muertos – es un negocio de 19 billones de dólares, que también envuelve a la mafia rusa y a los extremistas islámicos.

¿Cómo agravamos el problema?

Después de China, los Estados Unidos son el segundo mercado más grande de animales salvajes.

En mayo de 2015, un subastador de la Florida fue condenado a tres años de cárcel después de admitir haber vendido tres cuernos de rinoceronte negro, una especie altamente amenazada, por un valor de $80.500 dólares cada uno.

En junio de 2015, el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos destruyó públicamente más de una tonelada de colmillos de marfil confiscados a los cazadores.

Las autoridades norteamericanas también consiguieron detener a varios contrabandistas de aves exóticas, como la Melopyrrha nigra, que puede costar hasta 15.000 mil dólares. El año pasado, un hombre fue encarcelado en Detroit por intentar cruzar la frontera de Canadá con 51 tortugas escondidas en sus pantalones.

Entre las especies confiscadas se encontraba la tortuga de caja oriental, que puede costar hasta 800 dólares en el mercado negro.

Sin embargo, muchos de los contrabandistas no son detenidos. Según un artículo del Washington Post, se estima que aproximadamente un 30% de las entregas de partes de animales en los Estados Unidos son ilegales.

La impunidad también agrava el problema. Después de ser sorprendidos con una cantidad de marfil equivalente a la muerte de 100 elefantes, dos contrabandistas recibieron únicamente una multa de la corte federal.

¿Por qué debemos preocuparnos?

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la caza ilegal y el tráfico de animales representan la segunda mayor amenaza para las especies después de la destrucción de sus hábitats.

Según la revista Scientific American, los elefantes africanos están siendo masacrados tan rápidamente que podrían extinguirse “en unas décadas”.

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