Células Madres ¿culpables Del cáncer?

En el avance de la investigación sobre el campo del cáncer se han tocado temas de suma importancia como las células madre, su capacidad para tornarse malignas, constituyen el origen de algunos tipos de cáncer, si no de muchos. Su investigación sobre las células madre comenzó con estudios realizados durante los años cincuenta y se vienen descubriendo múltiples aspectos de los mecanismos que regulan el comportamiento de las células madres normales y de la progenie celular que originan. Las terapias actuales se proponen abarcar todas las células tumorales. Sin embargo, los estudios han demostrado que solo una pequeña parte de células cancerosa tienen la capacidad de reconstruir el proceso canceroso. Si las terapias no reducen el tamaño de estas células el cáncer seguirá su reproducción. Lo más importante no es exterminar las células madre que lo producen. Basta con una solo célula madre cancerosas capaz de desarrollar tejido maligno para crear un tumor. Las células madre cancerosas proviene de una célula madre normal que presento una malformación en su proceso de diferenciación y que tiene como característica principal la pérdida de control del crecimiento.

Para hallar las terapias, medicamentos y diversas opciones de cura para el cáncer deben ser acordes con la bioética de cada país y respectivamente legisladas. Se han dado casos de ensayo experimental en que toman a personas como objeto de estudio y le realizan un sinfín de procedimientos que no cuenta con la autorización de la propia persona violando los derechos de la persona. En ello también está la investigación con embriones humanos por ello se plantean dos objeciones: este tipo de investigaciones está mal porque implica la destrucción de embriones humanos; otros consideran que puede dar paso a la mercantilización de la vida humana. Considerando la primera objeción quienes la propugnan tienen razón cuando argumentan que la ética biomédica no se reduce a los fines, sino que también se aplica a los medios. Por más grande que sea el bien generado por una investigación, no está justificada si esos resultados se obtienen al precio de infringir derechos humanos fundamentales. En la segunda objeción plantea unas preocupaciones legítimas, pero limitar la investigación con células madres constituye una forma equivocada de abordarlas. Lo que se propondría será la fiscalización del estado como ente regulador de cada país para la viabilidad de los tratamientos para el cáncer para evitar la mercantilización. Cada país tiene su propia moral y ética. No se debe limitar las investigaciones médicas más bien regularlas para el avance de la cura de enfermedades como el cáncer procurando el respeto por la dignidad humana.

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