¿Cómo afectan las vacunas a los bebes?

¿Cómo afectan las vacunas a los bebes?

Rebolledo Hernández Joshua

Uno de los temas polémicos en la salud son las vacunas hacia los bebés, ya que ha sido motivo de discusión, y aunque la mayoría de los médicos expertos en vacunas niegan que haya algún efecto de estas hacia los bebés, existen grupos de gente anti-vacunas, las cuales las rechazan. Conocer los efectos secundarios de las vacunas es una información demasiado importante para que los padres no tomen malas decisiones al no aplicarles las vacunas correspondientes a los bebés.

       Estas fueron creadas para evitar enfermedades, que otras personas no crean en lo que dicen los médicos, es asunto muy aparte. La polémica en torno a ellas se genera por que la mayoría son creadas a partir de virus en muy pocas cantidades, y eso provoca una pequeña infección, sin embargo, esta no afecta en nada al bebé, y su uso a demostrado la disminución en muchas enfermedades que hace no mucho, se consideraban mortales.

       Una de las primeras acciones que se debe de tomar al tener un bebé, es la vacunación pediátrica, pues estas podrían salvarle la vida a nuestros hijos, son gratuitas, pero lamentablemente no son accesibles para todas las personas, y claro, todas son seguras y casi al 100% eficaces. Por lo general, a los 2 meses es cuando el bebé recibe sus primeras vacunas, como son la hexavalente y la de la meningitis, y se hacen a esta edad porque es lo ideal para que las defensas del bebé ya están un poco más desarrolladas, por el contrario, si estas se aplicaran al nacer, serian inútiles por la carencia de pocas defensas.

       Retrasar las vacunas o ponerlas después del año en adelante significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son demasiadas fuerte para bebes pequeños, y tampoco sobrecargan su sistema inmunitario ni nada de esas falacias, en realidad al nacer un niño se expone a millones de microbios de cientos de especies distintas, y las vacunas añaden a unos pocos de microbios más y encima son muertos.

       La parte más importante en la consulta médica a pediatras es validar que el bebé tenga correctas todas las vacunas y estas van acorde a la edad y el desarrollo del bebé. En algunos casos, hay vacunas que necesitan más de 2 aplicaciones como refuerzo para que esta tenga un efecto positivo. Una vez suministradas a los 2 meses, los refuerzos de estas se inyectan cada 2 o 4 meses, dependiendo de las indicaciones que de él doctor.

       No siempre las vacunas provocan algún tipo de reacción altera a los bebés. En muchas ocasiones depende del sistema inmunitario del niño y también la tolerancia hacia las vacunas. Estos efectos pueden clasificarse en leves, moderados y complejos, según la situación que detecte el doctor y también se pueden percibir, como la fiebre, la hinchazón o el dolor en donde es colocada la vacuna y la irritabilidad. También puede tener pérdida de apetito, en estos casos, considerados leves, el tratamiento se basa en antibióticos. Las reacciones moderadas pueden presentar fiebre mayor de 40 grados centígrado. Además se puede prolongar por más de 5 días, con presencia de llanto continuo, durante 3 o más horas.

Dr. Navarrete. J  (2015) afirma que:

Si el bebé no llega a tener fiebre, pero si alguna decimas de más, se recomienda llevar a cabo medidas físicas, que le ayuden a estar más cómodo, como tenerlo en casa con poca ropa, la fiebre puede llegar en diferentes momentos, según sea la vacuna aplicada.

       Con esto quiero decir que la realidad, aunque las vacunas tienen más efector secundarios que la mayoría de cosas, que pueden llegarle a entrar con el día a día (a menos que un virus lo contagie), pero no hay que modificar en nada su dieta, ni mucho menos los horarios de alimentación, simplemente seguir dándole lo que tome ya sea leche materna o artificial, como es costumbre.

       Una de las dudas de algunos padres es si una vez el bebé ya ha sido vacunado está protegido de todas las enfermedades por las que ha sido vacunado. La respuesta es un depende, ya que las vacunas no son fiables cuando se les aplican a muy temprana edad, cabe la posibilidad de que igual contraiga la enfermedad nuevamente.

       Esto depende de su sistema inmune, de la cantidad de dosis que lleva en la vacuna, y de la cobertura vacunal. “Esta cobertura vacunal es el nombre del porcentaje de población que está vacunado sobre lo mismo. Normalmente por ser de los que más se contagian, hablamos de cobertura vacunal en niños” (Bastida, A. 2014, pag: 3) Cuanto más elevada es, mucho mejor, por ejemplo, si una vacuna tiene una cobertura vacunal de 90% o más significa que el 10% o menos de los niño no llevan vacunas.

       Hay demasiados niños vacunados como los no vacunados, y es muy difícil tener a todos bajo el cuidado de las vacunas, pero por la mayoría, es muy difícil que un niño sea infectado por un virus y en caso de contagiarse, es aún más difícil que lo transmita, porque se encontrará con que la mayoría de niños de su alrededor también están vacunados.

       Algunos problemas que pueden ser estar enfermo o tener antecedentes de haber sufrido ciertas reacciones alérgicas o adversas de otro tipo a alguna vacuna o a sus propiedades, como por ejemplo la elaboración de muchas vacunas contra la influenza, en la cual, dentro del procedimiento se ocupan huevos, y si algún niño es alérgico a estos, se les debe de avisar inmediatamente a los doctores antes de administrar la vacuna.

       El empaquetado de algunas vacunas que se administran en ampollas o en jeringas ya llenadas pueden contener látex natural, que puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles a esta sustancia, por lo tanto es importante advertir a los doctores antes de administrar la vacuna.

       El problema aquí es que hay gente que relaciona las vacunas con el trastorno de del autismo, pero este trastorno afecta al cerebro, y hace que la comunicación y la interacción con otras personas sea más difícil, y las causas del autismo se desconocen, pero de todos modos se cree que la genética, las diferencias en la anatomía cerebral y las sustancias toxicas en el medio ambiente contribuyen al desarrollo de esta infección en los niños

       Entonces ¿Cómo surgió la idea de que las vacunas afectan a los bebes y se desarrollan en el papel del autismo? Pues todo comenzó con la publicación de un estudio de 1998, donde se comentaba que la enfermedad del sarampión provocaba el autismo, desde entonces había una gran cantidad de estudios científicos que han mostrado que no existe ninguna relación entre las vacunas y se comprobó que la investigación en que se basaba ese estudio era falsa, el médico que lo publicó perdió su titulación y la revista en donde se publicó dicho artículo tuvo que pedir una disculpa pública.

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