DISCOS DE CORTE EN MATERIALES METÁLICOS

MATERIAL TRABAJADO Y DUREZA DE LOS DISCOS

En términos generales mientras más duro sea el material a ser cortado o desbastado tanto más blando deben de ser los discos para evitar su cristalización. Cuando hablamos de discos blandos nos referimos a aquellos que tienen gran facilidad para repeler los granos abrasivos gastados, y que en todo momento cuentan con granos muy filosos y nuevos en su periferia. Los discos duros por el contrario, son aquellos que se gastan muy lentamente con el uso y que no sueltan fácilmente los granos gastados. Se dice que un disco se ha cristalizado cuando este pierde su poder abrasivo y se torna brillante.

La regla que mencionamos primeramente que decía “materiales duros con discos blandos” no siempre es aplicable. Tenemos para ello dos casos típicos:

• Uno es el Aluminio que es un metal blando y requiere de discos blandos para ser trabajado efectivamente.

• El otro son las fundiciones de aleaciones de hierro que son duras y requieren igualmente de discos duros para su tratamiento.

A fin de evitar cualquier tipo de confusión el departamento técnico de KLINGSPOR ha preparado para Ud. las tablas que se muestran en la página siguiente. Para poder utilizarlas, Ud. tiene primero que saber qué material va a trabajar:

• Acero inoxidable

• Fundición

• Piedra

• etc.

TAMAÑO DE LA PIEZA TRABAJADA EN RELACIÓN AL DIÁMETRO DEL DISCO

Existen básicamente tres (3) factores que fijan el tamaño del disco de corte o esmeril a utilizar y ellos son:

• Espesor macizo máximo de la pieza a cortar (aplica solo para discos de corte)

• Tipo de herramienta disponible

• Ergonomía

ESPESOR MACIZO A CORTAR

En cuanto al primer punto debemos tener en mente que los discos de corte pueden cortar secciones macizas (piezas) que tengan un espesor máximo de alrededor de 1/10 del diámetro del disco. En otras palabras un disco de Ø115 mm puede cortar hasta aproximadamente 115/10 = 11,5 mm.

LA HERRAMIENTA

La otra variable que controla el tamaño de disco a utilizar es obviamente la herramienta. Siempre debemos comprar discos de corte y desbaste cuyas dimensiones en cuanto a diámetros correspondan con las sugeridas por el fabricante de la herramienta. Ejemplos típicos son las amoladoras pequeñas para discos de Ø115 que sólo pueden usar discos de este diámetro externo, nunca mayores. No podemos caer en la tentación de instalar un disco de Ø180 en una amoladora para discos de Ø115, pensando en que con ello vamos a trabajar por más largo tiempo.

Esta situación es peligrosísima debido a que los discos de corte de 115 giran a una velocidad angular (RPM) muy superior a la que puede resistir

...