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DISEÑO DE SISTEMAS ECOLÓGICOS AUTOORGANIZATIVOS


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2015  •  Ensayo  •  13.146 Palabras (53 Páginas)  •  94 Visitas

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DISEÑO DE SISTEMAS ECOLÓGICOS AUTOORGANIZATIVOS

Ángel Gómez y Hazael Alfonzo

UNELLEZ-Apure. Programa de Ciencias del Agro y del Mar, VPDR. Campus Universitario El Recreo, San Fernando 7001, estado Apure, Venezuela.       E-mail: angelome21@hotmail.com; hazaelalfonzo@hotmail.com

INTRODUCCION

Los procesos de auto-organización de los ecosistemas, hacen que estos sean sumamente complejos, y esta complejidad resultante de los procesos de organización es altamente funcional para la supervivencia de los ecosistemas. Es decir, que en un medio dado, las instancias geológicas, geográficas, físicas, climatológicas (biotopo) y los seres vivos de todas clases, unicelulares, bacterias, vegetales, animales (biocenosis), inter-retro-actúan los unos con los otros para generar y regenerar sin cesar un sistema organizador o ecosistema producido por estas mismas inter-retro-acciones. Dicho de otro modo, las interacciones entre los seres vivientes son, no solamente de devoración, de conflicto, de competición, de concurrencia, de degradación y depredación, sino también de interdependencias, solidaridades y complementariedades.

En tal sentido, Morín (1996) plantea, el ecosistema se autoproduce, se autorregula y se autoorganiza de manera tanto más notable cuanto que no dispone de centro de control alguno, de cabeza reguladora alguna, de programa genético alguno. Es decir, los ecosistemas se ajustan y adaptan a las condiciones del ambiente sin tener un ente rector o regulador aparente. Además, de tener a sus comunidades biológicas organizadas como redes alimenticias, estos están organizados a lo largo del paisaje como una mezcla jerárquica de ecosistemas más pequeños.

En ese sentido, para entender mejor la autoorganización de los ecosistemas, podemos describir el ciclo trófico en el cual, efectivamente, la muerte y la descomposición de los grandes predadores alimentan no sólo a animales carroñeros,  ni insectos necrófagos, sino también a bacterias que fertilizan los suelos, y las sales minerales procedentes de las descomposiciones de estas van a alimentar a las plantas a través de las raíces; y éstas  plantas van a alimentar a los animales vegetarianos, los cuales van a alimentar a los animales carnívoros, etc.  En este sentido, el  proceso de autorregulación de los ecosistemas integra la muerte en la vida, la vida en la muerte, se sustentan la una a la otra (Morín 1996).     

En consecuencia, los ecosistemas tienen propiedades emergentes como la coadaptación  y la coevolución.  La coadaptación (encajar unos con otros) es una consecuencia de la coevolución (cambiar juntos). Mientras que la adaptación puede tomar cualquier forma que intensifique la supervivencia, las formas más conspicuas de la coadaptación están asociadas con las maneras en que los animales y los microorganismos se nutren de otros organismos vivos en la red alimenticia.  Autoorganizándose así, de esta manera los ecosistemas, que visto de otra manera,   es como la naturaleza   diseña los ecosistemas.

Es decir, en el diseño de sus ecosistemas la naturaleza acude a la coadaptación y el ensamble comunitario, un proceso de diseño que se puede resumir comparando los ecosistemas con otro tipo de sistema, por ejemplo el de un televisor. Los televisores y los ecosistemas son similares en ciertos aspectos porque ambos son sistemas; y son diferentes en otros porque los ecosistemas han sido diseñados por la naturaleza y los televisores han sido diseñados por los seres humanos con un propósito muy específico. Uno de los aspectos más importantes en que se parecen los ecosistemas y los televisores es que ambos tienen una selección de partes que funcionan conjuntamente. Un televisor tiene un gran número de componentes electrónicos, cada uno de ellos precisamente ajustado a los demás componentes del aparato. Un televisor no podría funcionar si sus componentes electrónicos se seleccionaran y se conectaran entre sí al azar. Desde luego no habría una imagen, y el televisor probablemente explotaría al enchufarlo. Los ecosistemas también tienen una selección de componentes que pueden encajar entre sí con precisión porque se encuentran coadaptados a través de su evolución biológica. Las especies componentes de un ecosistema sobreviven porque encajan entre sí de manera tal que permite al ecosistema en conjunto proporcionar los recursos necesarios para cada especie. Esto sucede mediante los procesos de los ecosistemas, tales como los ciclos de materia y el flujo de energía.

En tal sentido, en los  sistemas donde se produce un intercambio de energía y materia con el medio, la perpetuidad del sistema en el tiempo es limitada por darse procesos de desorganización internos (pérdidas de energía, sin posibilidad de recuperarlas) o impactos externos que continuamente producen entropía. Esta desorganización conduce al caos, y esto hace que se produzcan nuevas formas y estructuras (evolución). Podríamos decir que la organización se traslada de unos elementos materiales a otros produciendo este baile de complejidad creciente o decreciente según los estadios de la evolución planetaria. Es decir que a mayor variabilidad del entorno mayor será la estabilidad interna del sistema y a mayor estabilidad del entorno mayor será la variabilidad del sistema. Esto podría explicar por qué las regiones climáticas más estables (zonas ecuatoriales) generan los ecosistemas con mayor diversidad biológica.

Así mismo, el proceso evolutivo de la complejidad interna de los sistemas naturales se ha llevado a cabo según una jerarquía energética, y a la mediación de las relaciones entre los sistemas y su medio.  La relación dialéctica entre orden y desorden genera la complejidad del sistema, y aquello que significa crecimiento del orden en un sistema dado puede ser fuente de desórdenes en otro. Las redes ecosistémicas son un ejemplo de este grado de variación del orden y el desorden; en ellas el orden se traslada de un sistema a otro de la cadena trófica al alimentar unos individuos a otros. El desorden de unos es un dispositivo generativo de orden en los otros. Desorden y generatividad son las dos caras del mismo fenómeno.

En relación con lo anterior, en este trabajo se tratará de explicar cómo esas propiedades autoorganizativas de la vida son determinantes para entender el cambio evolutivo. También, estará orientado a profundizar sobre los sistemas ecológicos autoorganizativos, a los fines de conocer sus principios, importancia, propiedades, funcionamiento, utilidades, técnicas de aplicación, entre otras. Logrando de esta manera entender el establecimiento de sistemas ecológicos autoorganizativos.

LOS SISTEMAS AUTOORGANIZADOS

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