DIVORCIO EN MEXICO Y VENESUELA

INTRODUCCION

Por divorcio se entiende exclusivamente, como la disolución del vínculo matrimonial que une a los cónyuges mediante normas establecidas expresamente por la ley. Ignacio Galindo Garfia “El divorcio es la ruptura de un matrimonio valido, en vida de los esposos, decretada por autoridad competente y fundada en alguna de las causa establecidas expresamente por la ley”.

El divorcio data desde los pueblos que dieron origen a la civilización occidental (por ejemplo: Siria o Egipto), donde el divorcio era una institución jurídicamente aceptada, de hecho se permitía el repudio el varón a su mujer por causas como, adulterio, esterilidad, torpeza, etc. En babilonia con el Código de Hammurabi se permitía el repudio unilateral sin causa justificada del hombre, sin embargo como consecuencia, este debía devolver la dote a su mujer darle a los hijos tierras en usufructo.

En Roma, durante la época preclásica, el divorcio era muy raro, pero después con la helenización se volvió de manera frecuente el quererse divorciar; incluso los emperadores al querer cristianizar Roma y por ende eliminar el divorcio no lo lograron en su totalidad, así para ir eliminando esa práctica se multaba aquel que lo solicitara.

En esta época solo se daba el divorcio por causas graves y se clasificaba en dos: Por bona gracia y por adulterio.

De acuerdo con el Código de Derecho Canónico el de 1983, expedido por su Santidad Juan Pablo II, declara al matrimonio indisoluble, tomando como premisa que este se llevo acabo, peo se puede dar su nulidad bajo dos supuestos:

1) Que haya habido coacción para llevar acabo el matrimonio.

2) Que no exista consentimiento de alguno de los que participen en el sacramento, respecto del acto o cada uno de los efectos de la institución matrimonial.

Otro motivo que da anulación al matrimonio es el privilegio paulino, esto es que uno de los dos cónyuges tenga diferente religión de la católica que por esa causa se este en peligro de perder la fe.

En Francia el Código Napoleónico estableció el divorcio vincular por causas graves y por mutuo consentimiento, sin embargo al salir del poder Napoleón, se derogo esa parte y el matrimonio volvió a ser indisoluble. No obstante en 1884, se volvió a modificar para incluir nuevamente el divorcio vincular.

CONCLUSIONES

El divorcio puede ser provocado por diversos motivos como son la inmadurez, la carencia de afectos, la falta de vocación para ser padres, el enfriamiento de las relaciones, los problemas económicos, sociales y psicológicos, por solo citar los más comunes. Siendo más frecuentes las causas del divorcio durante los primeros años del matrimonio.

Las causas que llevan al matrimonio al divorcio se pueden dividir en internas y/o externas. Dentro de las internas se encuentran:

a. Falta de conocimiento de nosotros mismos: Cuando no nos conocemos, no sabemos lo que realmente deseamos y lo que nos molesta, negamos muchos de nuestros sentimientos e incluso de los pensamientos y creencias que determinan nuestra conducta.Esto hace que desconozcamos la causa de nuestra insatisfacción y coraje y culpemos a los demás de nuestro malestar, sufrimiento o conducta. Esta actitud aumenta nuestros problemas y evita que busquemos una solución.

b. Expectativas personales, no cumplidas: Cuando nuestra idea de lo que "debe" de ser nuestra pareja o de lo que nos "debe" de dar, está basada en nuestros deseos o sentimientos y no en la realidad, pueden surgir grandes problemas en la relación. Estas expectativas se basan en nuestras necesidades, carencias y forma de ser y en la creencia de que si mi pareja me quiere, me va a hacer feliz.

c. Intolerancia ante las diferencias de la pareja: Con la convivencia, conocemos aspectos de nuestra pareja que pueden desagradarnos. Aspectos que no percibimos o les quitamos importancia durante el noviazgo. Al enfrentarnos a ellos, exigimos al otro que sea diferente, sin preguntarle a nuestra pareja si puede y quiere cambiar. No buscamos un camino común y enriquecedor para el manejo de dichas diferencias. Ni tomamos en cuenta la importancia y necesidad de hacerlo, ya que a mi pareja le sucede lo mismo. La base de cualquier buena relación no está en que el otro sea como yo quiero. Está en establecer acuerdos, comprender y tolerar las diferencias y dar lo mejor de mí.

d. Inmadurez: Si los esposos son muy jóvenes, y uno de los miembros tiene una actitud muy infantil, una relación no puede funcionar pudiendo ser de igual forma irresponsable o exageradamente dependiente. Cuando esto sucede, la persona inmadura espera que el otro la "haga feliz", le solucione los problemas, etc. y su conducta tiende a ser caprichosa, inconstante, berrinchuda, etc. Esta actitud desgasta la relación y cansa a la pareja.

e. Desinterés en mejorar la relación: Todas las relaciones tienen épocas críticas y difíciles. Cuando la relación nos interesa, estamos dispuestos a trabajar

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