Degradación De Suelos
Enviado por angepatyrock • 6 de Febrero de 2014 • 1.812 Palabras (8 Páginas) • 444 Visitas
2.2 LA DEGRADACIÓN DEL SUELO
2.2.1 Tipos de degradaciones
2.2.2 Consecuencias de la degradación
2.2 La degradación del suelo
Según la FAO - UNESCO la degradación es el proceso que rebaja la capacidad actual y potencial del suelo para producir, cuantitativa y cualitativamente, bienes y servicios.
Puede considerarse como degradación del suelo a toda modificación que conduzca al deterioro del suelo (EEA, 2002).
La degradación del suelo es la consecuencia directa de la utilización por el hombre. Bien como resultado de actuaciones directas como agrícola, forestal, ganadera, agroquímicos y riego, o por acciones indirectas, como son las actividades industriales, eliminación de residuos, transporte, etc (DORRONSORO C. F.; 2004).
Actualmente existe una fuerte tendencia que clama por una utilización racional del suelo. Sus principios se agrupan en lo que se conoce porConservación de Suelos. Las teorías conservacionistas persiguen obtener máximos rendimientos pero con mínima degradación.
El cuidado del suelo es esencial para la supervivencia de la raza humana. El suelo produce la mayor parte de los alimentos necesarios, fibras y madera. Y sin embargo, en muchas partes del mundo, el suelo ha quedado tan dañado por un manejo abusivo y erróneo que nunca más podrá producir bienes.
El suelo es un medio tridimensional que cumple una extensa variedad de funciones ecológicas y socioeconómicas. Es un medio complejo formado por una matriz porosa, en la que el aire, el agua y la biota actúan conjuntamente con los flujos de sustancias y líquidos que existen entre estos elementos. Las alteraciones de los procesos edáficos producen cambios en el funcionamiento de los ecosistemas, y muchos problemas medioambientales que cobran visibilidad en otros medios se originan en realidad en el suelo.
La función del suelo es una cuestión transversal, y así debe reconocerse, ya que son muchos los sectores económicos que lo utilizan y participan en su deterioro a distintos niveles. La reducción de la funcionalidad consiguiente del suelo tiene un efecto en el conjunto del medio ambiente.
El suelo es un medio multifuncional. No sólo constituye la base del 90% de los alimentos humanos, forraje, fibra y combustible, sino que ofrece también servicios que van más allá de las funciones productivas. El suelo constituye la dimensión espacial del desarrollo de los asentamientos humanos: la construcción de viviendas e infraestructuras, instalaciones recreativas y enclaves para la eliminación de residuos. Proporciona materias primas, incluidos el agua, los minerales y los materiales de construcción. El suelo es una parte esencial del paisaje. Cada suelo desempeña una serie diferente de funciones y presenta un grado distinto de vulnerabilidad a las diversas presiones. En cualquier caso, el suelo es un recurso limitado, y aunque se pueden recuperar algunas de sus funciones, no es un medio renovable en el lapso de tiempo necesario para su regeneración.
La capacidad de amortiguamiento del suelo, su resiliencia y su capacidad de filtrar y absorber sustancias contaminantes hacen que los daños no se perciban hasta una fase muy avanzada. Es probable que esta sea la razón principal de que no se haya fomentado la protección del suelo en la misma medida que la protección del aire y el agua. Es también un motivo importante para que se realice un buen seguimiento de este medio. En la actualidad, después de muchos años de malos usos, se ven con más claridad los signos e impactos, y se requieren medidas de respuesta, tanto correctoras (son medidas costosas y en ocasiones no resultan plenamente viables) como preventivas, para no legar el problema a las generaciones futuras (EEA; 2002).
Hay una relación clara entre cambio climático, desarrollo sostenible, calidad ambiental y degradación edáfica. El cambio climático afecta al suelo y puede generar una mayor degradación. Al mismo tiempo, este medio desempeña una función importante en el secuestro del carbono atmosférico mediante el proceso dinámico que altera el contenido de materia orgánica presente en el suelo. Por culpa de la degradación, se pierde materia orgánica (y con ella el carbono orgánico existente en el suelo), de modo que este medio pierde su capacidad para actuar como sumidero del carbono (EEA; 2002).
Dado que el suelo tiene múltiples usuarios, debe tenérselo en consideración de forma integrada en distintos niveles. Es preciso alcanzar una integración administrativa, sectorial (principales sectores y demás problemas medioambientales) y geográfica (paisajes, zonas urbanas, rurales, de montañosa y costeras) en las evaluaciones del suelo y en las políticas de protección del mismo. Deberán emprenderse acciones adecuadas en todos los niveles administrativos, desde la ordenación del territorio a niveles locales y nacionales, hasta la puesta en marcha de políticas sectoriales y ambientales de alcance nacional, y el lanzamiento de iniciativas de escala mundial.
La lucha contra la degradación del suelo servirá para mitigar las emisiones de gases con efecto invernadero, propiciará un medio ambiente de mayor calidad, garantizará más alimentos para una población que no deja de aumentar y contribuirá al progreso económico de las generaciones futuras.
2.2.1 Tipos de degradaciones
Dentro del amplio concepto de degradación se distinguen una serie de degradaciones diferentes.
Degradación de la Fertilidad
Es la disminución de la capacidad del suelo para soportar vida. Se producen modificaciones en sus propiedades físicas, químicas, fisicoquímicas y biológicas que conllevan a su deterioro.
Fig. 15. Degradación del suelo debida a la fertilidad.
Al degradarse el suelo pierde capacidad de producción y cada vez hay que añadirle más cantidad de abonos para producir siempre cosechas muy inferiores a las que produciría el suelo si no se presentase
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