Democracia En Mexico

INTRODUCCION

El presente ensayo se trata de aclarar la diferencia entre democracia por definición y la democracia por aplicación, lo que debe ser de lo que realmente es.

La democracia surge en la época de la Antigua Grecia una sociedad pequeña, por lo que definirla y profesarla resultó muy sencillo, sin embargo con la evolución de la sociedad, la forma de definir y de vivir la democracia se ha modificado.

Así mismo, se analizará la democracia desde la óptica del momento político en que nuestro México está, se pretende profundizar en el tema del porque, aun cuando es un país con elementos idóneos para una gobierno democrático, esto no ocurre, pues por una parte observamos procesos electorales viciados, y por otra un circulo vicio entre el hecho de que los gobernantes anteponen su sus intereses y no atienden las demandas y exigencias de los gobernados y los gobernados no exigimos se estas se cumplan.

Finalizaremos, comprendiendo que si la premisa de la democracia es “el poder depositado en el pueblo”, entonces es nuestro deber ejercerla de manera responsable, es decir, estar informados de lo que nuestros gobernantes hacen y como lo hacen, exigirles atiendan nuestras demandas y solucionen nuestros problemas eficazmente.

Democracia en México

Para iniciar, es necesario definir democracia, los griegos la definieron, en un sentido estricto, como el “poder del pueblo”, puesto que “demos” se traduce como “pueblo” y “kratós” se entiende como “poder”, para Platón la democracia es el gobierno “de la multitud” y para Aristóteles “de la mayoría”.

Existe una gran diferencia entre la democracia de los griegos y la de los Estados modernos, , la definición etimológica, no resulta suficiente, la democracia hoy por hoy, se considera un sistema político que permite organizar a un conjunto de individuos, que han elegido a un representante, mediante comicios; por lo que, las decisiones se toman según la opinión de la mayoría, poniendo énfasis en los derechos económicos y sociales del gobernado y que velar por la procuración de éstos es deber del gobernante, ambas definiciones (griega y moderna) se centran en la premisa “el poder del pueblo”.

La definición moderna surgió en el siglo XVII, como consecuencia de un proceso de maduración que ocurrió de manera simultanea al liberalismo.

Existen tres formas de democracia:

a) Democracia Pura: cuando las decisiones son adoptadas en forma directa por el pueblo;

b) Democracia Representativa: es el sistema en donde las decisiones son tomadas por aquellas personas a los que el pueblo reconoce como sus representantes legítimos, mismos que han sido elegidos a través de un sufragio por todos los ciudadanos; y

c) Democracia Participativa: modelo político permite que los ciudadanos se organicen para ejercer influencia directa sobre las decisiones públicas.

Para decir, que verdaderamente exista una democracia, es necesario hablar de legitimidad, consenso y representación, elementos esenciales de la misma, a definir:

1) Legitimación: nos referimos a la condición de estar en conformidad con la Ley o principios que rigen al Estado; no acepta auto investiduras ni poder derivado de la fuerza.

2) Consenso: significa el acuerdo y la aceptación de los gobernados.

3) Representación: es la ejecución de la voluntad colectiva.

La democracia, contempla también ciertos elementos indispensables; sufragio universal: todos los ciudadanos deben poder participar en la designación de gobernantes; principio de la mayoría: lo acordado por la mayoría debe ser acatado por todos; igualdad político-jurídica: todos los votos tienen igual valor, (ricos pobres, hombres, mujeres, heterosexuales, homosexuales, etc.) y la mayoría no debe tomar decisiones que restrinjan los derechos de las minorías.

Ahora bien, la democracia, también tiene límites, estos están contenidos en las normas, pues es en ellas donde se establecen los derechos y las obligaciones de los ciudadanos y los principios rectores del gobierno, creación de los órganos gubernamentales y las formas de relación entre gobernados y gobernantes.

Derivado de lo anterior, es que surge la División de las funciones del poder, evitando así arbitrariedades al ejercer el poder, por tanto existen tres funciones del poder: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, cada uno con facultades precisadas en las normas que rigen al Estado, manteniendo así el Estado de Derecho, garantizando con ello la libertad de los particulares, toda vez que generan un equilibrio y armonía de su respectivo ámbito de competencia.

La función Legislativa, es ejercida por un Parlamento o Congreso; la función Ejecutiva, la ejerce el Presidente; y la función Judicial, es administrada por los Tribunales de Justicia; así pues cada una de las funciones tiene un cometido especifico, sin embargo no excluyente; pues mientras el ejecutivo participa de la creación de las leyes, también es quien las ejecuta, sólo por citar un ejemplo.

Bien, en la historia de nuestro país se habla que el gobierno democrático inició tras la guerra de Revolución, sin embargo, de acuerdo a la definición de democracia, esto no es correcto, pues el gobierno post revolucionario, derivo de una guerra, luego entonces, México comenzó, en realidad un gobierno democrático después de las elecciones de 2000, en que el partido de oposición ganó, es cuando en realidad se cumplió con los elementos de legitimación, consenso y acuerdo.

Ahora bien, la transición a la democracia no necesariamente significa su eficacia y su consolidación: una cosa es arribar a la democracia y otra que así funcione, asegurando la estabilidad del régimen democrático alcanzado.

El problema radica en que incipiente democracia mexicana descansa sobre un sistema institucional débil, obsoleto y atrofiado; y aunado a la herencia institucional de un régimen que se perpetúo en el poder por 70 años (y que ha regresado), que genero y dejó problemas como: instituciones resquebrajadas por el peso ilimitado del poder presidencial, procedimientos y mecanismos constitucionales oxidados y/o obsoletos por la falta de uso, ineficiencias burocráticas, corrupción e impunidad, inercias centralizadoras, y costumbres, prácticas y arreglos al margen de la ley, lo que hace insostenible una democracia; el reto, entonces, es construir un sistema que permita la estabilidad de la democracia y así consolidarla.

De acuerdo con lo anteriormente acotado, para que la democracia funcione, debe existir

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