Demografia y demanda

DEMOGRAPHICS AND DEMAND

1. INTRODUCCIÓN.

En importante recalcar lo mencionado en la parte introductoria del Global Strategic Foresight Community por cuanto nos llama a reflexionar sobre el contexto global en distintos ámbitos respecto a los cambios que se avecinan para el mundo. La manera de estar preparados para lo que se viene en el futuro, es poder determinar el día de hoy, mediante un análisis de nuestro entorno, las problemáticas que se generarían en un corto y largo plazo.

Por otro lado, no solo debemos tener conocimiento del impacto de los cambios que se vienen el futuro, sino también, de tomar conciencia de las decisiones que se deben tomar el día de hoy a fin de que dichos impactos no generen consecuencias preocupantes en la economía y política mundial en diez o quince años. Los cambios globales entonces son inminentes y las consecuencias en algunos casos ya son realidad. Por ejemplo, hace veinte años, no nos imaginábamos el impacto del internet en el mundo, y menos en el Perú. La información digital corre por el mundo de manera increíble, tanto que algunas empresas lo han tomado como alguna oportunidad, mientras que otras empresas quienes fueron reacias al cambio fueron arruinándose (caso de Blockbuster y Kodak). En ese sentido, no prepararse para lo inevitable, sería muy riesgoso; sobre todo, para los países emergentes como el Perú.

Hay mucha información referida a la demografía en el mundo y sobre ello, muchos coinciden que la población aumenta considerablemente. Esta situación de todas maneras impactará en la economía y en la política mundial. No obstante, a efectos de analizar el artículo del economista Wayne Best, debemos tener en cuenta del impacto que producirá sobre todo en el Perú y conocer qué es lo que se viene y mencionar algunas recomendaciones respecto de cómo tomar decisiones estratégicas a fin de que esta situación no nos impacte de manera negativa.

Wayne Best señala que en el mundo, a medida que los consumidores ricos envejecen, tienden a cambiar sus gastos comunes por servicios de atención personalizadas. Por otro lado, Kristel Van Der Elst^[1], señala que la población mundial está envejeciendo y en el 2050, 2 mil millones serán de 60 años, que representan el 21% de la población mundial.

A continuación se realizará una crítica o comentario del artículo de Wayne Best, sobre la demografía y demanda en lo particular del impacto que podría generarse a futuro, pero sobre todo, del impacto que esta situación podría generar al Perú como país calificado como emergente, dado que uno de sus aportes en la economía interna y PBI, son las exportaciones.

1. ANÁLISIS E IMPACTO EN EL PERÚ

Tomando en cuenta el Artículo de Wayne Best, imaginémonos que en el 2020 la situación demográfica nos informa que el 50% de personas de la tercera edad está ocupando la mayor parte del mundo. Los ricos que hace 20 o 30 años pertenecían a la “Generación X”^[2] o los que aún existen del denominado “Baby Boomer”^[3] ya dejaron de consumir los productos  importados debido a han cambiado sus preferencias de gasto  hacia cuidados de salud y servicios de atención médica. Como es evidente, el gasto se concentra en dichos consumos, dejando  en  disminución  la exportación de productos. Si bien esta situación afectaría a las políticas a nivel mundial, es preciso señalar que no afectaría tan gravemente a los países avanzados como USA, China, Rusia, etc., sino que afectaría preocupantemente a los países emergentes como el Perú.

Durante los últimos veinte años hemos visto que las personas de la tercera edad viven, en la mayoría de los casos, con condiciones saludables y viven con mejor calidad de vida gracias a los avances tecnológicos medicinales en el mundo. Esta situación hace que la demanda de productos farmacéuticos y la atención personalizada que necesitan las personas de avanzada edad puedan generar impactos en la economía en el mundo, debido también al crecimiento poblacional acelerado en el mundo.

En el Perú por ejemplo el crecimiento de poblacional, según IPSOS PERÚ,  estima que al 30 de junio de 2016,  los peruanos son 31´488,625, lo que significa  un crecimiento del 1.08% respecto al 2015, de los cuales  la población adulta representa más del 50% ^[4]. Estas cifras sin duda nos llaman la atención debido a que en nuestro país se ha determinado que la calidad de vida de las personas de la tercera edad ha mejorado durante los últimos años. Esta situación  nos genera conformidad en la medida que, según  las estadísticas, podremos  disfrutar muchos más años con nuestros padres y abuelos, gracias a los nuevos productos farmacéuticos y los avances científicos.

Si bien es motivo de alegría que las personas de la tercera edad puedan estar con nosotros durante mucho tiempo, no obstante esta situación impactará considerablemente en la economía de nuestro país. Como bien señala Wayne Best, las personas de mayor poder adquisitivo al envejecer, tienen a cambiar sus gastos regulares a gastos de servicio de atención medicinal y este cambio genera distorsiones en la oferta y la demanda de productos y servicios y genera también distorsiones en la exportación de bienes de los países emergentes como es el caso del Perú. Es decir, al llegar a una determinada edad, las personas dejarán de consumir los productos que podría ofrecer el Perú a cambio de una atención personalizada de atención médica para las personas de avanzada edad, por lo que se concentraría en adquirir productos medicinales y ya no en productos alimentarios o aquellos  que son materia de exportación por los empresarios peruanos.

Se puede entonces inferir que uno  de los aspectos positivos en la actualidad es el descenso de la mortalidad en casi todas las regiones del mundo y que, gracias a ello, existe la preocupación del Estado de  implementar políticas sanitarias para las personas de avanzada edad. No obstante ello también generaría aspectos negativos para la economía mundial debido a que el Estado tendría que realizar desembolsos de las arcas del estado a fin de implementar un sistema de salud óptimo y de pensiones. Por otro lado, la escasez de puestos de trabajos hace que las personas mayores de 65 años se mantengan en los puestos de trabajos creando mayor tasa de desempleo. Asimismo, estudios internacionales^[5] demostraron que en el últimos 30 años se encontró  que un incremento de 10% en la proporción de la población de más de 60 años se asocia con un decrecimiento de 5.5% en la tasa de crecimiento PBI per cápita, siendo que dicha reducción, siguiendo con los resultados de los estudios, responde a dos fenómenos: el incremento de edad promedio de la población tiene un impacto sobre la productividad promedio de la fuerza laboral, particularmente en ciertos sectores económicos, lo que impacta la capacidad de crecimiento en los mismos. Por otro lado, se aprecia una menor tasa de crecimiento de la fuerza laboral que impacta también en la reducción de la dinámica de crecimiento económico. Este fenómeno lo podemos observar incluso en países como China, que ha tenido que modificar su política de natalidad.

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