Derecho Internacional

Introducción

En el siguiente ensayo trataremos de exponer la experiencia que nos deja leer y aprender de este autor el cual nos marca el sistema para hacer un ensayo en nuestra formación y enseñanza de ética; hablaremos de obligación moral no es fácil, ya que la mayoría de las personas no pueden aceptar el hecho de que la razón está siempre sobre la voluntad cuando hablamos o estamos frente a un valor, ya que es la razón que presiona la voluntad y no una autoridad judicial o la sociedad o el miedo a una sanción, lo que significa que la obligación moral no se lleva a cabo por una presión externa y menos por

alguna acción causada por el inconsciente, sino por una pretensión surgida de la razón propia, de lo más íntimo de cada hombre, que es su propia razón.

Por lo que la obligación moral es independiente y compatible con el libre albedrío.

Justificación

La obligación moral como manifiesta Ariel Rementería, al poder ser vista como

una conducta obligada y un acto de deber, ya sea en forma positiva o negativa,

con relación a una regla o norma y a pesar de que ésta se presenta libre, consciente y obligatoria; por la misma naturaleza de la obligación moral, el ser humano justifica su conducta o toma de decisiones, en razón de dicha obligación, aun cuando su conducta no es del todo buena (a partir de los valores morales de la sociedad en que se vive), pero sin tomar en cuenta que tenemos libertad para decidir nuestra actuación, por lo que, a través de este ensayo, trataré de explicar con algunos ejemplos, cómo considero se manifiesta la obligación moral ya razonada y consiente, lo que permite que en la toma de decisiones, las consecuencias de éstos actos, llegan hasta la desobediencia como un acto de obligación moral y un paradigma de progreso.

Desobediencia como obligación moral. Partamos de lo establecido en el primer párrafo del escrito objeto del presente ensayo: “la acción moral puede ser vista como una conducta obligada y como un acto de deber, en donde el agente o sujeto moral se encuentra obligado a comportarse, sea de forma positiva o negativa, con relación a una norma, regla o principio de acción”.

Procedamos a dar algunos ejemplos de símbolos que encontramos en la literatura

universal, de cómo la desobediencia en determinados momentos, se constituye

como un “paradigma” de progreso.

En primer lugar tenemos la disyuntiva frente a la que son colocados en el Génesis

bíblico, los padres primigenios Adán y Eva. Es bien conocido en el área de influencia del cristianismo, como Jehová les tenía prohibido acercarse y probar los

frutos del árbol del conocimiento, la pena de ser expulsados del paraíso terrenal.

Satanás, encarnado en la serpiente, se acerca primeramente a Eva y la convence

de probar una manzana de dicho árbol. Una vez que la madre de todos los seres

humanos cae en desobediencia, toma conciencia de su naturaleza y de la del universo entero, entonces da a probar la manzana a su compañero, quien acepta

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