Desarrollo Humano Introducción

Introducción

En cada lugar remoto del Perú se observa gran cantidad de festividades con la presencia de las peleas de gallos, estos son utilizados con la finalidad de satisfacer económicamente y con ello divertir a los espectadores que asisten a dichas festividades. Generando dos puntos de vista, para los aficionados  de los gallos son más que dos animales peleando: son dedicación, esfuerzo y satisfacción, ya que indican que es una costumbre realizada por generaciones (Salazar, 2016). Mientras los que están en contra opinan que debería considerarse como un tema de maltrato animal.

Estas actividades se desarrollan en galerones previo al enfrentamiento, un dueño interesado en poner a pelear a su gallo hace públicas sus intenciones en busca de un adversario. Los animales se pesan uno a uno en una balanza; no puede haber diferencia de peso entre uno y otro: deben entrar al ring en igualdad de condiciones. Una vez determinados los gallos que van a pelear, se pasa a la mesa donde se colocan las espuelas. El siguiente paso involucra dinero y entre los dueños se establece la cifra por la cual se va a jugar; también se llevan a cabo apuestas entre el público asistente. Hay dos jueces en el ring, cada uno de los cuales recibe cierta cantidad por combate. En una noche normal, hay decenas de peleas. (Brenes, 2017)

Esta competencia afecta más a los gallos quienes son los que tienen que pelear hasta matar o dejar inconsciente al contrincante, como lo mencionó “El Carmelo iría a un combate y a luchar a muerte, cuerpo a cuerpo, con un gallo más fuerte y más joven. Hacía ya tres años que estaba en casa, había él envejecido mientras crecíamos nosotros. ¿Por qué aquella crueldad de hacerlo pelear?” (Valdelomar, 12 de abril de 1918) Consideramos que la pelea de gallo no es un acto costumbritas sino un tema que debería estar dentro de la ley de protección y bienestar animal.

 Por lo menos 2 mil criaderos de estos emplumados animales se ubican en la ciudad del Misti y en distritos de valle y clima caliente como Corire, Huancarqui, Aplao, Bellaunión, Majes - El Pedregal, Camaná y otros con menor número de aficionados. Existen y funcionan por lo menos doscientos escenarios para el desarrollo de peleas no reglamentarias y tres coliseos ajustados al Reglamento de Peleas de Gallos a Navaja y Espuela, en la modalidad de gallos de tapada, esto sin contar siquiera los lugares donde se improvisa peleas de pico y espuela (Alemán, 2015).

Con todo lo expuesto anteriormente queremos convencer que la pelea de gallos no es una costumbre, sino más bien un acto de maltrato animal.

Referencias

Alemán, N. (27 de 10 de 2015). La pelea de gallos ocupa segundo lugar en afición en Arequipa. CORREA. Recuperado el 09 de 09 de 2018, de https://diariocorreo.pe/edicion/arequipa/la-pelea-de-gallos-ocupa-segundo-lugar-en-aficion-en-arequipa-628358/

Brenes, D. (12 de 02 de 2017). LA NACIÓN. Gallos de pelea: una historia de tradición y violencia. Recuperado el 09 de 09 de 2018, de https://www.nacion.com/el-pais/gallos-de-pelea-una-historia-de-tradicion-y-violencia/DFQZBWJXHBH5ZEKOIBIUM6Y2RU/story/

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