Deteriroro de una manzana

La misión de una manzana

Cerca de la ciudad había una hermosa finca donde vivía una humilde familia y mucho de lo que consumían lo producía la Tierra de sus alrededores.

Dentro de todos los cultivos había un hermoso árbol de manzanas que producía unos frutos deliciosos y nutritivos, pero lo que no sabía la familia es que estás más manzanas tenían conciencia propia, adicional a ello también tenían sentimientos y propósitos y uno de ellos era alimentar a la familia.

Cada vez que nacía una manzana, el árbol les explicaba cuál era su misión. Y esta misión era la de alimentar y proporcionar vitaminas a la familia. Un día nació una manzana muy roja llena de vida en ese momento el árbol le dijo, serás grande y por ello cumplirás tu misión como ninguna.

Pasaron los días y la manzana ya estaba lo suficiente madura para cumplir con su objetivo pero durante la noche una fuerte tormenta callo sobre la finca trayendo con ella relámpagos y fuertes vientos provocando que el tallo de la manzana no soportara esta tempestad cayendo al suelo rodando un par de metros chocando con una roca dejándola poco visible para el señor que recogía los frutos de la finca. Al otro día la manzana no podía creer que había caído del árbol y peor aún que el señor no la pudo ver durante la recolecta de frutos pero no perdía la fe de que la encontraría, el árbol al ver esto estaba muy preocupado porque desde su copo podía ver la manzana pero el Señor no.

Los días pasaron y cada vez la manzana perdido un poco más de vida pero ella siempre tenía claro el objetivo del para el cual fue creada. Un día la manzana estaba agonizando y por cosas de la vida el señor estaba arando la tierra, cuando se dio cuenta que bajo una roca habia una manzana algo podrida pero no lo suficiente como para echarla en la basura y para no dejarla perder del todo la plantó al pie de las raíces del árbol de manzanas, allí la manzana se dio cuenta que había cumplido su misión que fue alimentar a su familia o sea el árbol de dónde nació.

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