Determinismo .
Enviado por Ye04 • 30 de Agosto de 2012 • 2.088 Palabras (9 Páginas) • 648 Visitas
Determinismo,
“Determinismo Geográfico”,
e Indeterminismo. Artículo, 2011.
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.
“Espacio Geográfico”, Revista Electrónica de Geografía Teórica.
http://espacio-geografico.over-blog.es/;
México, 17 ene 10.
Preámbulo.
En noviembre de 2010, un interesado lector, no propiamente en el campo de la Geografía peo relacionado a ello y razón por la cual insertamos el artículo en la sección de Filosofía, nos solicitó comentar este tema, que por carga de trabajo diferimos y prometimos entregar para estas fechas de mediados de enero de 2011.
Es un tema esencial de la disertación científica. La ciencia es el conocimiento acerca de la verdad, y uno de los cinco criterios esenciales de la verdad, lo es, precisamente eldeterminismo, esto es, la causalidad. Más aún, podemos decir que el principio de causalidad, sobre la base del principio de objetividad, dirige los restantes criterios: la lógica, la verificación en la práctica histórico social, y la predictibilidad. El argumento en contra del principio de causalidad, del filósofo del idealismo empirista David Hume, en el siglo XVIII, se fundaba en el hecho de que ello era algo aparente dado por la costumbre; para lo cual, visto detenidamente, no tendríamos objeción, pues justo de es actividad empírica reiterada, es que finalmente se entiende y generaliza teóricamente que en un fenómeno, algo es causa y algo es efecto. Más recientemente, hacia los años treinta del siglo XX, el físico cuántico Heisemberg, introdujo el principio de incertidumbre (por el cual no puede precisarse o conocerse con certeza simultáneamente, la posición, y movimiento de una partícula), principio, entonces, a su vez, del “indeterminismo”, que resulta como el fundamento de una actitud filosófica por la cual no se acepta la necesidad de la relación causa-efecto, dejándolo todo al arbitrio del azar y la casualidad. Sin embargo, una cosa es, por dadas razones, el no poder conocer con certeza dos aspectos simultáneos de algo; y otra, muy distinta, el que en ello rija el azar, una cosa no se sigue necesariamente de la otra. Esto es, incertidumbre e indeterminismo, no son idénticas; una es la negación de un conocimiento cierto, y la otra es la negación de la causalidad, si bien se afirma que esa incerteza deviene de la indeterminación.
La lucha de la ciencia por el determinismo costó muchas vidas y prisiones, constituyó la parte medular del pensamiento renacentista en su lucha contra el oscurantismo medieval en el que todo se sometía al insondable designio divino por el que todo estaba predestinado; y fue, en consecuencia, la esencia del trabajo de la ciencia de la naciente Época Moderna en la ilustración. El determinismo es pues, uno de los fundamentos esenciales del método científico de la modernidad; y hasta hace no mucho, no más de veinte años, se obviaba el referir que ese método científico, era el de la modernidad. De entonces a la fecha se hace necesario precisarlo, dado el surgimiento del llamado “posmodernismo”, en el cual se sustenta la idea de que ahora ha de regir lo que ellos llaman “el paradigma del método científico de la posmodernidad”, esencialmente indeterminista.
El determinismo, como principio de causalidad necesaria (sin que por ello, fundados en la dialéctica materialista, se niegue lo casual, pues un acto puede ocurrir accidental o casualmente, pero ello habrá quedado determinado, al fin, por ciertas causas), ha desempeñado un papel especial en ciertas ciencias, particularmente en el campo de lo social, hablándose así lo mismo de un“determinismo geográfico", que de un “determinismo económico”, o bien de un “determinismo social”. Esto es, el énfasis en la ocurrencia causal necesaria, de ciertos fenómenos geográficos, económicos o sociales. O, dicho de otra manera, el querer ver ahora, por ese énfasis, inversamente, la necesaria causalidad, ahí donde no la hay. Brevemente, pues, pasaremos ahora a dar cuenta de cada una de esas categorías y sus relaciones.
Determinismo.
El determinismo se refiere al condicionamiento causal de todos los fenómenos; esto es, que no hay fenómeno, o efecto, sin causa. Es en esa universalidad en donde radica la condición de necesidad; es decir, que no es posible que haya fenómeno o efecto sin causa.
En el siglo XVIII, el siglo de la Ilustración, dominaba el pensamiento filosófico materialista impregnado aún de las influencias aristotélicas por las cuales la causalidad se clasificaba en cinco tipos: 1) la causalidad material, referida a la naturaleza de las cosa; 2) la causalidad formal, o esencia de las cosas; 3) la causalidad eficiente, o fuerza o agente que produce el efecto; 4) la causalidad final, por la que el hecho respondía a un propósito; y 5) la causalidad primera, atribuida al designio de Dios. Y, a la vez, ese pensamiento materialista estaba bajo las influencias del mecanicismo newtoniano y laplaceano, por el cual la causalidad universalmente necesaria, se absolutizó, se hizo exclusiva, descartándose con ello la posibilidad de lo casual; es decir, de hechos que podían ocurrir accidentalmente, si bien cada uno de los cuales tendría su propia causa. La absolutización de la causalidad universalmente necesaria, ocurrió como consecuencia de justificar la aristotélica “causa final”, en donde parte de la esencia de un fenómeno, estaba en definir que nada ocurría de manera casual, sino por algo, por lo que se entendía más bien con ese sentido final, para algo.
Al superarse esa absolutización mecanicista y finalista ya con la dialéctica materialista luego de mediados del siglo XIX, la causa universalmente necesaria, dejó de contraponerse a la posibilidad del azar en la ocurrencia accidental de las cosas, cada una de las cuales se movería por sus propias causas, sin esa condición finalista fatal; y de ahí que a la ciencia moderna le caracterice, entonces, el ser determinista, bajo esas características: todo fenómeno tiene una causa, si bien las mismas, en sus efectos, pueden dar lugar a un acaecer accidental o casual.
“Determinismo Geográfico”.
El “determinismo geográfico”, pudiera parecer, a primera vista, como una categoría científica: <<en la ciencia de la Geografía, todo fenómeno responde a una causa>>. Pero la Geografía, en tanto ciencia y de suyo causal, no necesitaría de tal énfasis. Por lo tanto, dicho concepto no se refiere al principio de causalidad en general, sino a la posición filosófica por la cual, la causalidad se vuelve a absolutizar, en el caso de la relación causa-efecto particular de
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