LIBERTAD, DETERMINISMO, ALTERNATIVISMO
Enviado por annice • 23 de Septiembre de 2012 • 2.342 Palabras (10 Páginas) • 2.115 Visitas
LIBERTAD, DETERMINISMO, ALTERNATIVISMO
En este capítulo Fromm retoma lo que al inicio nos había planteado sobre la esencia del hombre y sobre su libertad.
En cuanto a la esencia del hombre se observan dos puntos de vista, según uno, no existe tal esencia, esto lo dice el relativismo antropológico, y dice que el hombre no es mas que el producto de normas culturales que lo moldean.
Y el otro punto de vista dice que si existe la naturaleza humana, toda la psicología dinámica se basa en este punto.
Fromm define a la esencia del hombre como una contradicción inherente a la existencia humana. El ser humano posee una magnifica dimensión, la consciencia, la racionalidad, que le permite darse cuenta, el hombre se encuentra ante el espantoso conflicto de ser prisionero de la naturaleza pero libre en sus pensamientos. Pero ¿Qué puede hacer el hombre para encontrar una armonía que lo libere de la tortura de la soledad, y le permita sentirse en el mundo como en su casa, encontrar un sentimiento de unidad? Pues la respuesta que el hombre tiene debe ser de todo su ser, de su sentimiento y su actuación, esta puede ser mejor o peor, pero aun la peor respuesta es mejor que ninguna pues hay una condición que debe llenar toda respuesta: debe ayudar al hombre a vencer la sensación de aislamiento y adquirir un sentimiento de unión, de unidad, de pertenecer a un conjunto.
Hay muchas respuestas que el hombre puede dar a la cuestión que le plantea el hecho de haber nacido humano, pero ninguna respuestas como tal constituye la esencia del hombre; lo que constituye la esencia es la pregunta y la necesidad de una respuesta; las diferentes formas de existencia humana no son la esencia, pero son las soluciones del conflicto que, en sí mismo, es la esencia.
Dentro de estas respuestas encontró a la respuesta regresiva, la solución progresiva, aunque las religiones que tomaran este fin lo hacían con medios diferentes su objetivo siempre fue, resolver el problema de la existencia humana dando una solución adecuada a la cuestión que la vida plantea, la de que el hombre se haga plenamente humano y pierda asi el terror al aislamiento. Después de tiempo esto se pervirtió y a pesar de que existían diferencias entre estos representantes que lo deformaron, todos tenían una idea en común: avanzar o retroceder. Asi como el principio de la dualidad existente para todos los casos.
En otras palabras la esencia del hombre no es una sustancia específica, como el bien o el mal, sino una contradicción que tiene sus raíces en las condiciones mismas de la existencia humana. Ese conflicto requiere por sí mismo una solución, y fundamentalmente sólo hay la solución regresiva y la progresiva. Lo que pareció a veces una tendencia innata del hombre hacia el progreso no es otra cosa que la dinámica de la busca de soluciones nuevas. En todo nivel nuevo a que llegó el hombre, aparecen contradicciones nuevas que le obligan a continuar la tarea de encontrar soluciones nuevas. Este proceso sigue hasta que el hombre llegue a la meta final de ser plenamente humano y de estar en completa unión con el mundo.
Por otro lado nos dice que el hombre no es bueno ni malo sino que en toda persona hay ciertas potencialidades reales para el bien y para el mal, el punto es estudiar las condiciones para el desarrollo de una u otra de ellas, esto nos lleva asl cuestionamiento de la libertad del hombre. Que dice: ¿Es libre el hombre para elegir el bien en cualquier momento dado, o no tiene tal libertad de elección porque es determinado por fuerzas interiores y exteriores a él?
Si entendemos por libertad la libertad de elegir, la cuestión equivale a preguntar si somos libres para elegir, digamos, entre A y B. Los deterministas han dicho que no somos libres, porque el hombre está determinado por causas por móviles que lo determinan, que lo obligan o que lo hacen elegir A o B.
Sin embargo los adversarios del determinismo sostienen lo contrario; se argumenta, sobre bases religiosas, que Dios dio al hombre la libertad de elegir entre el bien y el mal, y en consecuencia el hombre tiene esa libertad, que el hombre es libre, ya que, de otro modo, no podría considerársele responsable de sus actos y se alega que el hombre tiene la experiencia subjetiva de ser libre, y en consecuencia esta conciencia de la libertad es una prueba de la existencia de la libertad.
En cuanto a Leibniz y Spinoza dicen que tenemos ilusión de nuestra libertad porque tenemos conciencia de nuestros deseos, sin embargo no la tenemos de los motivos, osea que dicen que nos determinan fuerzas inconscientes.
Entre las dificultades que se muestran a la hora de estudiar esto de la libertad nos encontramos a tratar el problema desde un punto de vista del bien o el mal de manera general, y la confusión sobre el término de responsabilidad.
Según Spinoza la acción humana esta determinada casualmente por pasiones o por la razón, cuando gobierna la razón es libre.
La libertad no es otra cosa que la capacidad para seguir la voz de la razón, la salud, el amor, bienestar, etc., contra las voces de pasiones irracionales.
La libertad de elección no es una cantidad abstracta formal, que se tiene o “no se tiene”; es mas bien una función de la estructura de carácter de una persona .
Podemos ahora emplear el concepto "libertad" en dos sentidos diferentes. En uno, la libertad es una actitud, una orientación, parte de la estructura de carácter de la persona madura, plenamente desarrollada, productiva. El segundo sentido del concepto libertad es el que hemos usado principalmente hasta ahora, a saber, la capacidad de elegir entre alternativas opuestas; pero alternativas que implican siempre la elección entre el interés racional y el irracional de la vida y su desarrollo contra el estancamiento y la muerte; cuando se usa en este segundo sentido, el hombre mejor y el peor no son individuos libres para elegir, mientras que el problema de la libertad de elección existe precisamente para el hombre corriente con inclinaciones contradictorias.
El factor más importante consiste, evidentemente, en la fuerza respectiva de las inclinaciones antagónicas, particularmente en la fuerza de los aspectos inconscientes de esas inclinaciones. Pero si preguntamos qué factores apoyan la libertad de elección aun cuando sea la más fuerte la inclinación irracional, encontramos que el factor decisivo en la elección de lo mejor y no de lo peor consiste en el conocimiento:
1) conocimiento de lo que constituye el bien y el mal;
2) qué acción en la situación concreta es un medio adecuado para el fin deseado
3) conocimiento de las fuerzas que están detrás del deseo manifiesto; lo cual significa el descubrimiento de deseos inconscientes
4) conocimiento
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