EDUCACIÓN ESTÉTICA PARA JÓVENES Y ADULTOS: LOS PASEOS CULTURALES

A la educación estética frecuentemente la asociamos a la enseñanza del arte; la estética, como componente de un proyecto educativo con jóvenes y adultos, nos remite a una metodología enriquecida por aspectos que son peculiares al arte, pero que también se hallan en las otras áreas del conocimiento.

Los paseos culturales constituyen una práctica pedagógica que retoma esta concepción educativa. Llevar a alumnos jóvenes y adultos a museos, galerías, centros de cultura, teatros, ferias, plazas y eventos culturales, es fundamental para la apreciación del arte y de la cultura en su forma genuina, viva, original, además de ser un excelente medio para motivar a que después ellos acudan, por iniciativa propia, a esos espacios.

Es necesario que los museos y los espacios culturales sean desacralizados (quitar el carácter sagrado) por los profesores para que los estudiantes tengan acceso al cultivo del gusto estético.

El aprendizaje estético es dinámico, aproxima íntimamente al .aprendiz hacia sí mismo, y al mismo tiempo lo aleja.

La educación estética descubre la verdadera grandeza del ser humano, un modo de existencia esencialmente humano, alejado de la animalidad.

Los paseos con alumnos jóvenes y adultos como una práctica de educación estética constituyen un excelente medio para que tengan acceso a los bienes culturales acumulados por la humanidad.

Al visitar espacios de cultura, las personas jóvenes y adultas transforman su visión del mundo, experimentan el placer estético en sus encuentros con el arte.

A medida que cultivan la percepción para disfrutar de la belleza, adquieren más recursos para familiarizarse con la diversidad cultural y se sienten motivados a regresar a los locales visitados con las personas con las que conviven.

Con esa visión estética de lo que es y debe ser la educación de adultos la escuela habrá cumplido su función, pues formará alumnos capaces de transcender su vivir cotidiano por medio de la reflexión crítica y habrán adquirido competencias para la producción de nuevos conocimientos que superen el sentido común.

La educación estética promueve la construcción de conocimientos en la medida en que descorre la superficialidad de la mirada, que lleva a los educandos a desarrollar un contacto más profundo con la lectura y la interpretación de su día a día, ayudándolos a extraer sentidos del paisaje excesivamente masificado que los circunda. Después, la propia obra de arte se encarga de educar a su público, porque no se descubre totalmente al primer contacto.

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