EL LEÓN Y EL RATÓN.
Enviado por Abby Celis • 16 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.150 Palabras (5 Páginas) • 343 Visitas
EL LEÓN Y EL RATÓN
Personajes:
2 Narradores
León
Ratón
5 cazadores
5 flores
6 arboles
4 ardillas
2 víboras
5 liebres
2 mapaches
2 castores
3 Osos
4 gatos monteses
42 personajes
Narrador: En medio de un claro se reunieron todos los animales que habitaban el bosque, escuchaban atentamente al rey de la selva, el león por supuesto.
Este como siempre decidía intimidar a todo aquel que estuviera a su alcance, para establecer su dominio.
Mientras el león andaba de un lado a otro con pequeñas zancadas mirando sin ver a nadie, los animales estaban cuchicheando entre ellos. El león al percatarse de ello decidió intervenir.
-¿Qué es tan importante para que ignoren a su rey?-Clamo el león enfadado.
-hemos oído rumores de los árboles y las plantas que un grupo de cazadores se encuentra en el bosque- dijo con voz temblorosa una de las liebres.
-Ja ja ja-después el león respondió con voz queda-Es imposible que unos cazadores se atrevan a entrar a mi territorio y ahora esfúmense todos-sentencio el león.
Narrador: Momentos más tarde todos los animales se reunieron ya que su preocupación por los cazadores iba en crescendo.
[Todos los animales estaban vociferando entre ellos.]
-¡No puede ser!-gritaba una ardilla una y otra vez a nadie en específico.
-¿Qué es lo que haremos?-dijo el primer oso con un tono que advertía podía entrar en pánico en cualquier momento.
-¡No puedo créelo!-dijo el Castor.
-Es inaceptable-dijo el mapache.
-Como permitió esto el león-afirmo el segundo Oso.
-Cazadoressssssss-dijo una víbora.
-En nuesssstro territorio-completo la siguiente víbora.
-tenemos que hacer algo-dijo el primero de los gatos.
-debemos protegernos-contesto el segundo Castor.
-No, debemos deshacernos de ellos-dijo la primera liebre
-si alguien debe enseñarles-contesto la segunda liebre dándole la razón a la primera.
-¿Y si buscamos algo de comida?-preguntó la segunda ardilla.
-Yo también muero de hambre-asintió la tercer ardilla.
-Coincido con ustedes-dijo la cuarta ardilla.
-¿Quién invito a las ardillas?-pregunto a todos el tercer Castor.
-Son parte del bosque, aunque son algo...-se tomó un momento para encontrar las palabras la tercer liebre.-distraídas.-contesto al fin con una cara que no afirmaba seguridad sobre lo que dijo.
-En mis tiempos se les llamaba tontas-contestó el anciano segundo Mapache.
Narrador: Después de seguir discutiendo por horas y varias tonterías después por parte de las ardillas, decidieron mantenerse alerta sobre los cazadores.
Narrador: Al día siguiente el León se encontraba echado en su cueva dormitando cuando sintió que algo jugaba con su cola.
-¿pero qué rayos?-dijo el león.
Al ver que el león se despertaba el ratón asustado corrió hacia la entrada de la cueva.
-¿A dónde vas?-dijo el león con voz melosa.
El ratón estaba tan asustado que se paralizo del miedo sin poder pronunciar media palabra.
-yo…yo…-tartamudeo el ratón.
-¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato?-se burló el león.
-¿Me vas a hacer daño?-respondió por fin el ratón.
-Por supuesto que no-dijo el león en un tono que casi creías que hablaba en serio-Solo voy a tener una fiesta, donde tú eres el tentempié-finalizo con una sonrisa malévola el león.
-¿¡Qué!?-chilló el ratón con voz aguda.-Tu no deberías comerme soy muy muy pequeño no te llenarías, mírame solo tengo huesos y mucho pelo-finalizo con voz llorosa el ratón.
El león al verlo rogar decidió dejarlo marchar.
-Bien puedes irte, pero no te quiero volver a ver por mi cueva-dijo el león, soltando al ratón.
-Gracias gracias-dijo el pequeño ratoncito mientras se marchaba, una vez llego a la entrada de la cueva se volvió y dijo-le juro que le pagare cuando usted me necesite ahí estaré-sentenció el ratón y se marchó.
El león en ese momento empezó a reírse y murmurar entre dientes.
-Claro, soy el rey de aquí no necesito favores de nadie-se bufó el león.
Narrador: Al día siguiente el león salió a dar un paseo como todas las tardes, mientras caminaba encontró a varios árboles que le advertían algo pero no se percató de que era.
...