EL MUNDO MAGICO DE LOS ENGAÑOS

Definitivamente una de las cosas que debo resaltar de la materia de Medicina Ambiental durante este semestre, ha sido el impactado que ha dado a mi vida en el ámbito personal y como habitante del planeta tierra; la temática que se ha desarrollado, me ha dejado tantas enseñanzas que estoy totalmente segura que me serán de mucha utilidad en la vida laboral y serán muchos los cambios que haré en los hábitos de mi vida diaria.

Al revisar cada uno de los videos que vimos en las clases anteriores, me sentí como si mi vida se hubiera dado en un mundo de mentiras, la palabra “tóxicos entran – tóxicos salen”, resonó tanto en mi mente, ver que hasta las almohadas donde supuestamente debo descansar contaminan mi organismo, el desodorante que supuestamente me hace sentir segura me está intoxicando, el maquillaje que tanto me ha encantado tiene partículas de plomo que me pueden inducir a un cáncer, la crema para el cuerpo, el cabello, los alimentos, en fin todo lo que me rodea me hace daño. Entonces me pregunto ¿Qué es seguro para mí, para mis padres que tanto amo, mi esposo, mi familia mis amigos?. Dios mío esto es una locura!.

Evidentemente hay mucha razón que tanto el estado como las industrias son las que tienen el poder y la mayor influencia sobre lo que nos sucede actualmente en la sociedad en cuanto a contaminación, deterioro exagerado de los recursos naturales y los problemas de político-sociales; pero me da tanta tristeza que sea yo misma un agente contaminante para nuestra madre tierra. Soy como el “Buen Cristiano” ante la sociedad, pero realmente mi conciencia no está tranquila, cada movimiento que hago es factor de contaminación para los recursos, soy fanática a comprar zapatos, bolsos, ropa y lo peor es que poco los uso, solo me conformo con tenerlos, tengo maquillajes por doquier, los perfumes son unas de mis debilidades, he cambiado de celulares como cambiar de camisa y así mismo he cambiado de computadores en cada una de sus generaciones. Se cambiaron los televisores porque los anteriores estaban obsoletos, me gusta la política de reciclaje pero jamás he reciclado nada, mi única contribución es no arrojar basura a la calle, la guardo en mis bolsillos o mi bolso, pero ahorro luz todo lo que puedo solo que cuando estoy en mi cuarto estudiando tengo el ventilador, el televisor, la Tablet, el computador y los celulares cargando, lo último que hago es dormir toda la noche con el televisor prendido porque no me gusta la oscuridad. ¿Ahora entiendes como me siento?. Todos nos jactamos de decir yo ahorro, reciclo, cuido. Todo es una mentira, nuestra realidad es otra.

Finalmente el precio de mis actos no los pagaré yo sino mis primogénitos, escrito está y así será, pueda que yo viva parcialmente las consecuencias de mis actos, pero aunque no lo vea me dolerá altamente que mis hijos y los hijos de mis hijos no tengan la oportunidad de respirar el aire que yo respiro,

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