EL TRASPLANTE DE UN ÓRGANO, TEJIDO O CÉLULA

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ÍNDICE

PRESENTACIÓN        

INTRODUCCIÓN        

EL TRASPLANTE DE UN ÓRGANO, TEJIDO O CÉLULA.        

TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y VIH        

CONCLUCIÓN        

PRESENTACIÓN

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE TONALÁ

RUBÉN ALONSO MONTES RAMÍREZ.

210714338

LIC. MÉDICO CIRUJANO Y PARTERO.

BIOÉTICA Y UNIVERSIDAD.

C304

PROFESOR: ADRIAN RAMÓN HERNÁNDEZ GARCÍA

INTRODUCCIÓN

        Los trasplantes de órganos o tejidos tienen un avance a partir del siglo XX para ser específicos 1933, lo que generó un conflicto de carácter ético, científico, técnico y jurídico en aquellos años. El avance vino a revolucionar y cambiar la vida de unas cuantas personas. Conforme el tiempo pasó estos casos fueron incrementado debido a los grandes avances que se realizaban en esta materia.

        La sociedad influyó para que estos hallazgos fueran relevantes y poco a poco se creara más información y no se mal interpretara las acciones que se realizaban, ya que la reacción fue cambiando como iban viendo que esto era de gran relevancia y ayuda, ya que la reacción que se toma al inicio de la extracción era rechazo por diferentes factores, como ejemplo el religioso.

        Han pasado los años, siglo XXI, y la concientización referente a este tema sigue siendo escaza, el tema es de gran relevancia debido al impacto social que tiene, el poder ayudar a otro que lo necesite, pero también ha caído en lugares en el que se venden a altos precios para la obtención de algún tejido, e incluso se discrimina a personas que necesitan un órgano pero tienen una enfermedad de transmisión sexual o cualquier enfermedad de contagio de alto riesgo.

EL TRASPLANTE DE UN ÓRGANO, TEJIDO O CÉLULA.

        En la actualidad acontecen padecimientos que afectan a uno o más de los órganos vitales de una persona y, por tato, declinan éstos en su actividad. Esta alteración se califica como insuficiencia terminal del órgano, y a menos que se pueda remplazar el órgano, o por lo menos suplir su desempeño, la persona aquejada morirá.

Actualmente no se halla ningún procedimiento artificial apropiado que sustituya a largo plazo la función de riñones, corazón, hígado o páncreas. Por tanto, el procedimiento predominante para gran número de individuos como insuficiencia terminal de órganos importantes es el trasplante de órganos.

Los programas de trasplante de órganos para sujetos con insuficiencia terminal de riñones, corazón o hígado, han revelado desde hace muchos años un alto índice de éxito. Últimamente, se han hecho trasplantes de intestino y de páncreas, y también se conocen muy bien los trasplantes de tejidos como la córnea y el hueso.

En la gran mayoría de las intervenciones quirúrgicas de trasplante se utilizan órganos de personas que han fallecido (donador cadavérico), pero también en una persona en buen estado de salud puede donar uno de sus órganos vitales (donador vivo), como es el caso de los riñones, sin que esto ocasione daños o repercusiones en la salud del donante. Esta práctica ha perdurado como una solución frecuente, favorecida por la responsabilidad creciente de donantes y familiares, y por el apesadumbrado escenario de numerosos pacientes que no someterse a un trasplante está sentenciados a una muerte incuestionable.

A pesar de lo anteriormente citado, la controversia ética de los trasplantes de órganos recae en la factibilidad de la comercialización de dichos órganos, o bien, en la discrecionalidad al seleccionar a los beneficiarios.

        Latinoamérica ha sido una de las regiones del mundo más activas en relación al establecimiento de guías éticas en el área de trasplantes.

La ley de México señala los Principios de Guía o Principios Rectores de la Organización Mundial de la Salud, información que le puede orientar inicialmente,

Principio 1: Los órganos de personas fallecidas pueden ser retirados con el propósito de trasplante si: (a) Se obtiene cualquier consentimiento requerido por la ley; y (b) No hay ninguna razón para creer que la persona fallecida se opuso a tal retiro. Con esta regulación, se busca proteger el principio de autonomía de cada persona, quien es la única responsable de decidir sobre su cuerpo o tejidos, y el qué hacer con ellos en vida o después de ella.

Principio 2: Los médicos que determinan que se ha producido la muerte de un donador potencial no deben estar directamente implicados en el retiro de órganos de los donadores y los procedimientos de trasplante subsecuente, o ser responsables del cuidado de los destinatarios potenciales de esos órganos. Este principio busca evitar que las personas involucradas en el proceso de trasplante puedan tener conflictos de interés en la decisión del momento en que se considera que la persona ha fallecido y puede ser candidato a donar sus órganos.

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