ENSAYO EL CURA TUS HERIDAS

ENSAYO EL CURA TUS HERIDAS

Por Celenia Beatriz Licidro Diaz

INDTRODUCCION

Hace dos semanas mientras servía desayuno a mis papas, paso un accidente, bueno ellos están acostumbrados a tomar café en una mesa pequeña bajo el parral de uvas y otro detalle es que a mi papa le gusta tomar café bien caliente, es decir recién hervida el agua, entonces yo le serví una taza de agua recién hervida a él y a mi mamá, en lo que mi mama quiso sacar el té de la taza me la tumbo a mi pie me queme desde la rodilla hasta casi mii tobillo, mi primera reacción fue un grito, pero trate de no hacer sentir a mamá por el accidente, inmediatamente me pusieron Quemacuran una crema para quemaduras, de momento pensé que no era tan grabe, pero en realidad era una quemadura de segundo grado, luego fui a curarme al baño y mientras me curaba, con jabón tenía que sacarme la telita de la ampolla, lo cual me hizo sentir un dolor  muy profundo, en lo que yo sentía este dolor de algún modo mi pasado vino a mi memoria, no entendí la relación pero de pronto recordé heridas muy viejas que de momento creí que ya lo había superado, sin embargo, al parecer solo lo había olvidado y no lo había resuelto, llore mucho tanto por el dolor que sentía al curar mi herida, como también por que sentí literalmente que Dios estaba curando mis heridas emocionales.

1. Para ir al servicio necesitamos estar sanos

Recientemente cumplí 40 años y pensé que ya todo mi pasado estaba arreglado sin embargo no era así. Mientras sacaba la telita de la ampolla en mi pie experimente un dolor tan profundo que le dije Señor que es esto que me ha pasado, y me decía, “hija, así como sacas esa piel que ya no tiene vida, y solo hará que se infecte tu pie, así saco esa tela de dolor que guardaste por 15 años en tu corazón”

Por mucho tiempo no podía entender porque habían pasado muchas cosas dentro de la iglesia, cosas que causaron profundas heridas en mi corazón. De momento me sentí contra las personas involucradas en esos hechos, de pronto me vi totalmente sola, me había pasado lo de Job, me habían quitado mi vida (la iglesia era mi vivir), de pronto todo cambio, y cada que recordaba esos momentos solo lloraba, hasta que logre olvidar esos tiempos, y comencé una vida menos comprometida en la iglesia en realidad me Salí de la iglesia y a consecuencia de ello también deje mi tesis en la universidad a medias, me encontraba en un estado de decepción que nada me importaba, seguía creyendo en Dios pero no era la chica que se entregaba por completo, me refugie en juegos en línea por internet, comencé a tener amistades no cristianas, etc. Y me aleje de todo lo que tenga título de cristiano, mientras estaba en esa vida lo único que hice fue enterrar esos tiempos, y llegando a los 30 años Dios comenzó a llamarme para volver a casa, entonces decidí volver, retomar mi tesis para terminarla y volver a la iglesia, en lo que volvía a empezar de nuevo todo, me case en yugo desigual, que ese es otro tema de heridas, y de igual forma contribuyo a mis heridas, yo creí que ya había perdonado todo lo que paso, pero cuando Dios sacaba esa telita de mi corazón comencé a recordar a todas y cada una de las personas que habían herido mi corazón de alguna manera y entonces sentí que realmente no los había perdonado y necesitaba que me cure esas heridas.

Entendí lo que dice en Job 5: 18 dice: “Porque El inflige dolor, pero da alivio; El hiere, pero sus manos {también} sanan”.  Recién entiendo que todo lo que paso tenía que pasar y aunque era aparentemente injusto Dios tenía el control de todo.

1. Para sanar una herida infectada es necesario sacar todo el pus y desinfectarla,

Bueno cuando hay una quemadura el proceso de sanidad es doloroso, hay que lavar la herida todos los días y sacar las impurezas que se van formando, y eso es realmente doloroso.

Pero aun ese suceso era una enseñanza de como Dios nos cura cada día que nos entregamos a él y acudimos a él, con un corazón dispuesto y rendido ante él.

1 Crónicas 7: 14 dice: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”

A veces podemos creer que no necesitamos humillarnos que no fue nuestra culpa, pero no es así debemos humillarnos delante de Dios, pedir perdón por albergar dolor en el corazón, rogar que el sane nuestras heridas y sane nuestra tierra. Que saque todas las impurezas que se van formando a causa de las heridas.

La semana pasada tuvimos un desafío de 3 días de ayuno en la iglesia y ahí sentí como Dios limpio mi corazón sano mis heridas, quito mi carga y me renovó con su espíritu. Desde el primer día hasta el último.

1. Necesitamos dejar que la clara de huevo haga su trabajo de regeneración

Mientras estaba con esa quemadura, todo mundo me daba consejos de como cuadrarme, unos me dijeron échese miel, otros póngase huevo y algunos me decían jabón con leche materna, etc. Probé toda una semana con miel y bueno no logro sanar, pero me ayudo un poco las partes que no estaban tan mal. Luego probé la clara de huevo, que realmente hace un buen trabajo pude observar cómo empezó a cerrar mi herida. Y como regeneraba esa piel perdida (dos capas), y aunque quedo un pedacito el cual, hacia la pelea para sanar al cual aplique la telita del huevo y finalmente cerro, vi un gran progreso con la clara de huevo y como regenera y cierra la herida. Lo cual me llevo a pensar como Dios regenera nuestros tejidos espirituales y nos da un corazón de carne, cuando nuestro corazón estaba hecha una piedra de dolor y amargura.

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