ESTUDIOS COENTIFICOS DE LA PRUEBA POLIGRAFICA

Múltiples investigaciones han demostrado la ineficacia del detector de mentiras.«La brujería del siglo XX». Con esta contundencia ha definido al polígrafo el senador demócrata Ted Kennedy, uno de los impulsores de una campaña (antipolygraph.org) contra la utilización del llamado detector de mentiras en Estados Unidos.

Pero ésta no es la opinión exagerada de un político, sino que resume a la perfección lo que opina hoy la comunidad científica sobre un artilugio, como se sustenta con las pruebas y estudios científicos que se presentan a continuación:

En 2003, la Academia Nacional de Ciencias de EEUU publicó un exhaustivo informe sobre la fiabilidad del polígrafo a la hora de detectar si un individuo está diciendo la verdad. Su conclusión fue rotunda: la evidencia era «escasa y científicamente pobre», hasta el punto de que esta ilustre institución científica determinó que su eficacia era «insuficiente» para seguir justificando su utilización en el control de los empleados de agencias federales como el FBI y la CIA. De hecho, según los cálculos de los expertos que revisaron los resultados de miles de interrogatorios realizados con esta técnica, su eficacia es poco más de lo que se lograría de forma aleatoria, lanzando una moneda al aire.

Otra detallada investigación que llevó a cabo en 2005 el Consejo Nacional de Investigación de EEUU alcanzó una conclusión muy similar, tras revisar una vez más toda la evidencia acumulada en este campo. Según los autores de este trabajo, en el hipotético caso de que 10.000 individuos fueran sometidos a la prueba del polígrafo, y 10 de ellos fueran espías, 1.600 inocentes suspenderían el examen sin haber mentido y dos culpables lograrían engañar a la máquina de la verdad.

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