EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD ANTIRRADICALARIA POR EL MÉTODO DEL DPPH
Enviado por Aj Foster • 27 de Julio de 2019 • Informe • 14.001 Palabras (57 Páginas) • 76 Visitas
Universidad de Los Andes[pic 1]
Núcleo Universitario Rafael Rangel
Departamento de Biología y Química
Grupo de Investigación de productos naturales (GIPRONA)
Lab. Productos Naturales “Dr. Alfredo Nicolás Usubillaga del hierro”
UNIDAD CURRICULAR DE análisis farmacéutico ii
[pic 2]
EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD ANTIRRADICALARIA POR EL MÉTODO DEL DPPH
Prof. Libia Alarcón
Prof. Alexis Peña
Trujillo, 2017.
ABREVIATURAS Y NOMENCLATURA
µL= Microlitro
M= Molar
°C =Grados Celsius
g =Gramo
Kg =Kilogramo
L= Litro
mg =Miligramo
min =Minuto
mL =mililitro
R= Radical
µg=Microgramo
UV=Ultravioleta
ABTS =ácido 2, 2’ Azinobis-3-etil- benzotiazolin-6 sulfónico
CF =Compuestos fenólicos
F-C =Folin & Ciocalteau (ácido fosfomolíbdico-fosfotúngstico)
FL =Flavonoides
FRAP =Ferric reducing antioxidant power (Poder antioxidante de reducción férrica)
EAG= Equivalente de ácido gálico
TROLOX =Ácido 6-hidroxi-2, 5, 7, 8-tetrametilcroman-2-carboxílico
ET =Equivalentes de Trolox
NADPH = Nicotin-adenosin di phosfato hidro nucleótido
ERONS= Especies reactivas de nitrógeno
EROS =Especies reactivas de oxigeno
ORAC= Oxygen radical absorbance capacity
DPPH= 2,2-difenil-1-picril-hidrazil
SOD=Superóxido dismutasa
GSH = glutatión
GPx= Glutatión peroxidasa
1. INTRODUCCIÓN
Los adelantos científicos, específicamente en la medicina son realmente sorprendentes tanto en el conocimiento de las enfermedades y su tratamiento, como de sus complicaciones, no obstante quedan aún muchas dudas que aclarar con respecto al origen de estas. En los últimos 30 años viene desarrollándose cada día un interés mayor por los problemas relacionados con el estrés oxidativo, los radicales libres, las especies reactivas del oxígeno y los antioxidantes, debido a la importancia que poseen en la bioquímica, la biología y la medicina (Venereo, 2002).
En la vida diaria nos vemos bombardeados por el término antioxidante, esta propiedad es atribuida a alimentos, bebidas, cosméticos, e incluso a complementos nutricionales. Son cientos los productos a los cuales se les atribuye esa capacidad de evitar la oxidación de nuestro organismo, por lo que resulta fácil aceptar ese término y se asume, sin ningún problema, que evitar que el cuerpo se oxide es algo esencial, para sentirnos sanos. En los últimos tiempos se ha popularizado la capacidad antioxidante de sustancias cómo el té (epigalocatequinas), el aceite de oliva, las frutas ricas en vitaminas C y E, el vino tinto (Polifenoles), la miel y la gran cantidad de productos que se venden enriquecidos con los principios activos de estos, desde cremas antienvegecimiento hasta yogures. Pero realmente ¿cuál es la función de este tipo de sustancias? Esto tiene una sencilla explicación para la cual debemos remontarnos, al origen de la vida (http://www.hifasdaterra.com/web/oxidacion-y-antioxidantes/ ).
La vida surgió sin oxígeno. La síntesis de proteínas, así como material genético y en definitiva de las moléculas sobre las que se basa el origen de la vida fue posible en una atmósfera carente de oxígeno. Las células que componen los organismo tal y como los conocemos es la consecuencia de un ambiente reductor (no oxidante). La atmósfera oxidante es posterior al nacimiento de la vida. Sin embargo, las células respiran, poseen su pulmón particular, que es la mitocondria, en ella tiene lugar el proceso de respiración celular. La respiración aeróbica requiere la presencia de oxígeno para generar energía, pero este proceso genera residuos, los cuales se conocen comúnmente como las Especies Reactivas del Oxígeno (EROs), dentro de las cuales se destacan los conocidos comúnmente como radicales libres (http://www.hifasdaterra.com/web/oxidacion-y-antioxidantes/ ).
Los radicales libres son moléculas altamente inestables y por lo tanto reactivas. La finalidad de estos radicales libres es encontrar su propia estabilidad. Para ello necesitan oxidar algo, oxidan todas las moléculas que encuentran a su paso, lo cual los convierte en compuestos totalmente indeseables. Oxidan desde los azúcares y proteínas hasta el material genético, sin embargo no se puede olvidar que estos compuestos que tanto daño hacen al organismo son el resultado de los procesos a partir de los cuales obtenemos la energía. Estos procesos son irremplazables, son la vida propiamente dicha. La generación de la energía que le permite a los seres vivos, sentir, interactuar, correr, pensar y en definitiva vivir, es lo que lentamente va dañando y perjudicando de una manera irreversible al organismo, alcanzando una oxidación total denominada muerte. Los antioxidantes, ayudan a retrasar estos daños al evitar la pérdida de vitalidad, y a disminuir la vulnerabilidad del cuerpo al paso de los años (http://www.hifasdaterra.com/web/oxidacion-y-antioxidantes/ ).
Los efectos producidos por las oxidaciones en el interior del organismo, son muy variados, desde anemias hemolíticas, al afectar a los ácidos grasos que componen las membranas celulares y por lo tanto imprescindibles para su integridad, hasta pérdida de memoria o de las funciones cognitivas, al verse dañadas proteínas neuronales. De todas las modificaciones descritas son probablemente las alteraciones acumulativas en el ADN las principales responsables del deterioro celular por acción de los radicales libres, ya que estas alteraciones producen mutaciones genéticas pudiendo concluir en un cáncer (Wiseman & Halliwell, 1996). Existen varios trabajos en los cuales se expone la relación existente entre el estrés oxidativo y algunas enfermedades, como la displasia mamaria (Ahn et al., 2004), cáncer de estomago (Halliwell, 1996), enfermedades coronarias (Pham-Huy et al., 2008; Misra et al., 2009) y diabetes (Maritim, Sanders, Watkins, 2003).
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