Efecto del coronavirus

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Universidad de Caldas

Facultad de Ciencias de la Salud

Sociología de la Salud

Docente: Pamela Valencia Mosquera

 Trabajo: Efecto del Coronavirus

Elaborado por: Jesús Andres Guzman Salazar (242013582)

Programa: Enfermería

Grupo: 2  

Religión

Debido a la nueva pandemia causada por el COVID-19 el mundo está experimentando una interrupción sin fronteras y en todas las capas sociales, ya que el este nuevo tipo coronavirus no conoce límites, convirtiéndose en una amenaza global. El mundo está paralizado, y la gente tiene miedo. Esto es un hecho inusual, porque si cientos de miles mueren por la gripe o resfriado común o miles mueren de hambre en África, o si un volcán erupciona en Islandia o si un tsunami azota a Asia, causando sufrimiento y muerte, la mayor parte del mundo puede seguir estos acontecimientos desde la distancia, desde la comodidad de su casa. Pero eso se acabó, porque el nuevo coronavirus nos afecta a todos, el COVID-19 se ha convertido en una cuestión religiosa, espiritual. Hay quien ve en el coronavirus como un castigo de Dios, por otro lado, pero en estos tiempos de crisis hay quienes han encontrado en la religión un método efectivo en términos psicológicos y sociales, la razón es que nos ayuda ante situaciones que no somos capaces de controlar, ahora que la humanidad entera está sometida a un fenómeno que ni los dioses modernos de la ciencia pueden controlar, recurrimos a eso que conocemos por formación o experiencia religiosa, pidiendo la intermediación divina, aflorando ese sentimiento religioso que aunque existía en las personas permanecía dormido. Si bien a causa de la pandemia se han cancelado las celebraciones de diversas religiones, el cierre de las escuelas dominicales, así como la cancelación de peregrinaciones en torno a celebraciones y festivales, se han tomado medidas alternativas para el seguimiento de las celebraciones a través de los medios de comunicación.

Cultura

En la vida cotidiana, también hay muchos pequeños cambios, que tal vez no lo sean tanto, y de los cuales no se sabe si se olvidarán apenas termine la pandemia o si su efecto será más duradero. La distancia social en las colas del supermercado o la tiendita, la prohibición del abrazo a nuestros familiares, medida a la cual yo me reusó y me declarare en desobediencia civil, la imposibilidad de “tomarse un tintico”, expresión que en Colombia es una metáfora de muchas relaciones sociales, tanto en la amistad como en los negocios; la calma sorprendente de las grandes ciudades que normalmente vibrantes por el movimiento hasta altas horas de la noche y la música los fines de sema. Hay una atmósfera distinta con la desaparición, al menos en algunos barrios, de los vendedores ambulantes que venden cigarrillos, caramelos, una aromática, o que alquilan “minutos” de celular, en las esquinas. Sí, llama la atención la paulatina invisibilidad de todo este “mundo de la calle” y de la gente que vive del “rebusque”. El rebusque es la forma de buscar ganarse la vida, a como dé lugar, al vender de todo y sacarle provecho a cualquier oportunidad, con algo de reciclaje de piezas usadas y mucha creatividad a veces. ¿Que irá a pasar con esta economía “informal” pero tan difundida y que da cierta forma a la vida cotidiana, hace parte de nuestra cultura? Este es un ejemplo entre tantos de los cambios a diario que ya ha ocasionado la pandemia del coronavirus en Colombia.

Economía

El COVID-19 ha llevado a que muchos países tomen medidas drásticas para intentar contener su avance, como por ejemplo la cuarentena obligatoria y el aislamiento social. Esto hace que la gente se quede en su casa y por ende no vaya a trabajar, provocando que los mercados cierren, la producción baje, que los dueños de las pequeñas empresas no puedan generar dinero y por la poca ayuda de parte del gobierno obligadas a declararse en banca rota. El temor y pánico por la propagación afecta de diferente forma a los distintos sectores de la economía: observamos dos caras de una misma moneda, una donde empresas del sector de entretenimiento como por ejemplo Netflix, HBO y Disney, las diferentes redes sociales como Facebook, Youtube, WhatsApp, etc. empresas dedicadas a las video conferencias como Zoom y Meet, además de las empresas ligadas al sector farmacéutico se han beneficiado por esta crisis. Y otra cara donde vemos como empresas y países que viven del sector turismo debido a las cancelaciones de viajes y eventos, las restricciones al movimiento de personas (turistas y viajes empresariales), el sector del comercio debido a la limitación del movimiento de mercancía y trabajo, las ventas y compras al extranjero, han sido las grandes víctimas de esta crisis. Ante el temor las personas estas evitan actividades que los expongan al riesgo de contagio, como ir a restaurantes, a cines, usar el transporte, quedarse en hoteles, ir a tiendas y escuelas, sintiendo el impacto en el comercio. Ya los mercados financieros sienten el efecto de la crisis de salud y se prevé una recesión profunda a nivel mundial. América latina es la región más desigual del mundo, la brecha entre los más ricos y los más pobres es la más alta del planeta y por ello una crisis global como la desencadenada por esta pandemia, nos afecta no solo en el presente con los enfermos y con las víctimas fatales, sino que las seguiremos sufriendo en el futuro, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que el PIB regional sufrirá una caída del 2%, y un aumento del desempleó en 10%. Si estos cálculos se materializan en nuestra región, pasaremos de tener 185,000,000 de pobres a unos 220,000,000 y llegaríamos a tener unos 90,000,000 de indigentes. Las crisis económicas son complejas y hay un montón de variables para analizar, pero los costos básicamente los paga la gente, más pobres más hambre. Ante este panorama ya son varios los gobiernos, grupos reconocidos de economistas, científicos, sumando las voces de muchos médicos que piden la reapertura económica, pues afirman que la cuarentena matara más personas que la propia pandemia, y ahora también se suma la OMS y la ONU. El máximo organismo mundial de salud y la principal entidad financiera multilateral lanzaron un llamado conjunto a los líderes responsables de tomar decisiones a reconocer que proteger la salud pública y restaurar los mercados laborales para reactivar la economía son dos prioridades que van de la mano.

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