El Estado colombiano a propósito de la eutanasia

El Estado colombiano a propósito de la eutanasia: una discusión sobre las

políticas de vida

¿Qué tiene de paradójico el derecho y la ley? ¿Por qué, en política, se decide como se

decide? ¿Hay acaso un elemento personalista en la decisión? ¿Por qué es tan polémico que

alguien decida quitarse la vida? Todas estas preguntas hacen parte de un cuestionamiento

alrededor del Estado Moderno y sus fundamentos. Si algo caracteriza a la democracia, en su

definición más general y tradicional, es el discurso de los derechos y deberes del hombre.

Desde la instauración de esta forma de gobierno, se ha proclamado la libertad de los

hombres. En este punto de la historia, como en ningún otro, se ha resaltado el papel del

Estado como el encargado de velar por la seguridad y la estabilidad de sus ciudadanos. La

propuesta de este escrito es que, en la modernidad5

, hay una disposición cada vez más clara

del Estado de controlar y administrar la vida de los individuos, y que para el caso de la

eutanasia, es más que evidente dicha disposición.

En todo caso Derrida, en su famosa conferencia “Fuerza de ley: El fundamento místico

de la autoridad”, pone en tela de juicio un fundamento tradicional de ese Estado moderno:

el de la justicia. Para este autor la justicia representa una experiencia infinita, es decir, la

justicia es una categoría utilizada para describir algo que no se puede presentar realmente.

En pocas palabras, en Derrida no hay justicia: “(…) de esta paradoja se sigue que en ningún

momento se puede decir presentemente que una decisión es justa o que alguien es justo y

menos aún que ´yo soy justo´ … en lugar de justa, se puede decir que una decisión es legal

(Derrida, 1997, 149). Propongo esta cuestión explícitamente porque para el caso de la

eutanasia, es observable que en el momento de la deci

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