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El Medio Ambiente


Enviado por   •  26 de Mayo de 2012  •  2.090 Palabras (9 Páginas)  •  399 Visitas

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¿Cómo es que el ser humano con su racionalidad y amor a la naturaleza expresadas en tantas obras literarias ha dejado que el planeta se deteriore de esta manera, y no ha hecho prácticamente nada para llevar a cabo un desarrollo sostenible? Antes de empezar a hablar sobre las maneras de llevar a la práctica dicho desarrollo sostenible, explicaré qué se entiende por desarrollo sostenible, ya que, a pesar de que se oye hablar mucho de él en medios de comunicación o libros, pocas veces oímos su definición. El desarrollo sostenible trata de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer por ello, las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades, dicha definición fue establecida por la Naciones Unidas en 1992 en Río de Janeiro.

Nuestra sociedad de consumo origina miles de millones de toneladas de residuos: productos industriales de desecho, objetos viejos y usados, embalajes y residuos agrarios. Estos inconvenientes surgen del mal reparto espacial de la gente, industrias y riqueza. La acumulación industrial, la densa congregación de la población en áreas metropolitanas y grandes ciudades, y la progresiva deserción del campo nos daña doblemente; entre tanto, la calidad de vida urbana se deteriora y las áreas agrícolas cultivadas durante siglos se convierten en tierras infecundas.

La actividad humana ha sido siempre causa de la generación de residuos y de contaminación. Todavía no se ha sobrepasado el aforo de rehabilitación de nuestro planeta, pero esta capacidad se está llevando a sus límites. Por lo tanto, se reconoce casi generalmente que debemos conciliar nuestra actividad económica y social a lo que la tierra puede sobrellevar; no pueden existir respuestas fraccionadas, y la sociedad de manera general, debe admitir esta verdad.

Algunas personas han dicho que es una cantinela de ambientalistas y nada más, aún cuando la evidencia empírica y científica sugiere que algo extraño pasa hoy en día en nuestro amado planeta azul, además, argumentan que todo lo que sugieren los estudios para tomar acción contra el cambio climático (energías más eficientes, vehículos más pequeños, etc.…) terminaría por lastimar o por lo menos, ralentizar la economía mundial.

Las ventajas del desarrollo sostenible en sí son muchas, empezando porque un manejo adecuado de nuestro entorno nos garantiza que por lo menos tendremos un sitio estable a lo largo del tiempo en cuanto al clima y un sistema responsable en el largo plazo si nos referimos a la flora, fauna y al correcto ciclo de los ecosistemas. En teoría, las ventajas de un método para administrar de manera globalizada el entorno que nos rodea son que estas serían mundialmente compartidas y ejecutadas por todos, según nuestro grado de capacidad para afrontar los posibles costos que el desarrollo sostenible puede generar, es decir, de una manera equitativa y justa.

Sin embargo, este panorama no satisface los requerimientos de muchos políticos, que vuelvo a decir, argumentan que el costo de una sociedad sostenible significaría pérdida de empleos y decrecimiento económico. Y muchos creemos que su visión es a muy corto plazo. Pero según la ONU, hacer frente al problema del cambio climático y encaminarnos a la consecución de un ambiente más sostenible, costaría un porcentaje ínfimo de los presupuestos de los países (principalmente por la reducción de emisiones, inversiones en eficiencia y nuevos tipos de energía), con lo que se crearían nuevos empleos de investigación.

El crecimiento económico que se pierda por las regulaciones ambientales sería poco comparado con la total parada de los medios de producción de un futuro y caótico mundo, donde nos lamentaríamos de no haber actuado antes cuando los costos relativos eran mucho menores para solucionar el problema.

Sin embargo, falta mucha conciencia, especialmente en los países más desarrollados, que tienen la mayor responsabilidad por sus grandes emisiones de gases, y según el principio de equidad, son los que deberían pagar más, al menos en un mundo de responsabilidades y acciones compartidas.

Desde hace relativamente poco, unos 50 años el ser humano ha tomado cierta conciencia, en el tema de la contaminación y la preocupación por el futuro de los habitantes del planeta, a pesar de este interés, realmente solo se ha quedado en eso, en interés, ya que son pocos los proyectos para parar en seco esta destrucción planetaria. Hay ciertos países, como el nuestro, que apuestan por introducir a gran escala energías renovables, reciclan gran porcentaje de residuos, etc., otros muchos son los que no quieren comprometerse de ningún modo, ni siquiera de una manera lenta y paulatina.

Con todo lo dicho anteriormente, no quiere decir que vayamos hacia un futuro apocalíptico terrestre, todo lo contrario es importante darse cuenta que aún no se ha hecho lo suficiente y que por lo tanto hay que hacer muchísimo más.

Los sectores en los que más hay que trabajar son: energías, desarrollo del bienestar social y agricultura. El último apartado será viable cuando la población del planeta se estabilice, puesto que la producción agrícola por mucho que se mejore tiene un límite y no podrá seguir produciendo sosteniblemente sobrepasado dicho límite.

El objetivo de la humanidad en cuanto a energías, ha de ser el de obtener una energía limpia, barata y segura, que pueda suministrarse a todo el planeta. En concordancia con esto hay que ahorrar y economizar al máximo el gasto energético y claro está, invertir en investigar y desarrollar medios para encontrar esta “milagrosa” energía.

Las fuentes de energía renovables son distintas a las de combustibles fósiles o centrales nucleares debido a su diversidad y abundancia. Se considera que el Sol abastecerá estas fuentes de energía (radiación solar, viento, lluvia, etc.) durante los próximos cuatro mil millones de años. La primera ventaja de una cierta cantidad de fuentes de energía renovables es que no producen gases de efecto invernadero ni otras emisiones, contrariamente a lo que ocurre con los combustibles, sean fósiles o renovables. Algunas fuentes renovables no emiten dióxido de carbono adicional, salvo los necesarios para su construcción y funcionamiento, y no presentan ningún riesgo suplementario, tales como el riesgo nuclear.

No obstante, algunos sistemas de energía renovable generan problemas ecológicos particulares. Los primeros aerogeneradores eran peligrosos para los pájaros, pues sus aspas giraban muy deprisa, mientras que las centrales hidroeléctricas pueden crear obstáculos a la emigración de ciertos peces, un problema serio en muchos ríos del mundo (en los ríos del noroeste

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