El Orih¡gen De Las Especies

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES

INTRODUCCIÒN

Cuando viajaba yo como naturista a bordo del buque de guerra Beagle, me llamaron mucho la atención ciertos hechos que observe en la distribución de los seres orgánicos que viven en America del Sur, y en as relaciones geológicas de los actuales habitantes del continente con los antiguos, esos hechos parecían arrojar una luz sobre el origen de las especies, ese misterio de los misterios, como ha sido llamado por uno de nuestros grandes filósofos.

En mi país, se me ocurrió, en 1837, que algo podría lograrse en sentido acumulado pacientemente toda clase de hechos que pudieran tener alguna relación con ello.

Después de 5 años tome algunas notas breves, en 1848 amplié transformándolas en un bosquejo de las conclusiones que entonces me parecían probables.

Me he sentido mas especialmente inducido a ello por que Mr. Wallace, que ahora esta estudiando la historia natural del archipiélago malayo, a llegado casi exactamente a las mismas conclusiones generales que yo sobre el origen de las especies.

Sin embrago, no puedo dejar pasar esta oportunidad sin expresar mi profundo reconocimiento al Dr. Hooker, que durante los últimos quince años me ha ayudado en toda forma posible con sus grandes conocimientos y su excelente juicio.

Al considerar el origen de las especies es completamente lógico que un naturalista, reflexionando sobre las afinidades mutuas de los seres orgánicos llegue a la conclusión, de que las especies han sido creadas independientemente, si no que ha descendido como variedades de otras especies.

Los naturistas se refieren continuamente a las condiciones externas: clima, alimento, etc.

Al comienzo de mis observaciones me parecía probable que un estudio cuidadoso de los animales domésticos y de las plantas de cultivo ofreciera las mejores probabilidades de aclarar este obscuro problema.

Puedo aventurarme a expresar mi convicción de que tales estudios son muy importantes, aunque a menudo hayan sido menospreciados por los naturistas.

Después pasare a estudiar la variabilidad de las especies en estado de naturaleza, pero, desdichadamente, me veré obligado a considerar con demasiada brevedad este tema, que solo puede ser tratado debidamente presentando largos catálogos de hechos.

La lucha por la existencia entre todos los seres orgánicos del mundo, lucha que se desprende inevitablemente de la alta proporción geométrica de su incremento. Es la doctrina, de Malthus aplicada a todo el reino animal y vegetal. Como nacen de cada especie muchos mas individuos de los que pueden sobrevivir, y como, en consecuencia, se repite a menudo la lucha por la existencia.

La selección natural produce, casi inevitablemente, una gran extinción de las formas de vida menos perfeccionadas y conduce a lo que he llamado “Divergencia de caracteres”.

CAPITULO 1: LA VARIACION EN ESTADO DOMESTICO

CAUSAS DE VARIABILIDAD

Cuando comparamos los individuos de la misma variedad o subvariedad de nuestras plantas y animales cultivados más antiguos, una de las primeras cosas que nos impresionan es que generalmente difieren más entre sí que los individuos de cualquier especie en estado natural.

También hay alguna verosimilitud en la opinión propugnada por Andrew Knight en el sentido de que esa variabilidad puede estar parcialmente relacionada con el exceso de alimentación.

Las plantas que cultivamos desde hace mas tiempo, como el trigo, siguen produciendo nuevas variedades, los animales que criamos desde mas antiguo son todavía capaces de modificarse o perfeccionarse rápidamente.

Con respecto a la acción directa debemos tener presente en todo caso, como ha sido recientemente el profesor Weisman y como he demostrado incidentalmente yo en mi obra Variación en la domesticidad, hay dos factores, a saber: la naturaleza del organismo y la naturaleza de las condiciones.

Los efectos sobre la decencia son definidos o indefinidos. Pueden ser considerados como definidos cuando todos o casi todos los hijos ejemplares expuestos a ciertas condiciones durante varias generaciones se modifican de la misma manera.

Cada una de las infinitas variaciones que hemos visto en el plumaje de nuestras

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