El discreto encanto de las partículas elementales.

El discreto encanto de las partículas elementales.

Habla sobre el ser humano y su afán por comprender la composición del

universo, ya que tendemos a reducir la información que nos brinda la naturaleza a

conceptos simples .

En el libro nos habla de cómo se fueron descubriendo muchas cosas de las que hoy ultimamos o de lo que hay en la naturaleza cosas que se descubrieron unas por accidentes, por estar investigando, y de cómo descubrían algo y hacían que otros se interesaran por el tema ,de cómo la existencia de las partículas es muy antigua ,el peso atómico y de cómo todo cambiaba conforme a los descubrimientos, también de la tabla periódica como empezó y se modifico, los hallazgos magnéticos o eléctricos, sobre la luz, el descubrimiento que los rayos bueno de lo que están hechos, igual viene la cuantisacion de la energía , el descubrimiento de los rayos x y la reactividad, la existencia de una partícula neutra, el modelo de un átomo, los rayos a, y, b, la fuerza que une a los protones y neutrones fue otra investigación, el descubrimiento del pion, el descubrimiento de nuevas partículas. Bueno esto es un poco del más elemental que viene en todo el libro.

Los griegos surgieron que la materia estaba compuesta de partículas indivisibles querían explicar todas las cosas que habían encontrado asta ese momento , ellos pensaban que la cantidad mas pequeña era un atomo indivisible.

Discutían sobre si la luz se transmite instantáneamente ,o se transportaba a una velocidad finita; En uno de sus diálogos habla de las maravillas de la atracción del ambar , una recina amrillenta que al ser frotada con la piel atrae objetos ligeros como el cabello; otro fenómeno en ese tiempo fue el magnetismo.

En el siglo XVI el inglés William Gilbert fue el primero en utilizar métodos científicos al estudio de la atracción que ejerce la magnetita sobre algunos metales y la repulsión que ejerce, fue el primero en sugerir que la tierra posee un campo magnético. a la electricidad un fenómeno menos útil, en la Edad Media ya se sabía que, además del ámbar, otros materiales como el vidrio y el copal mostraban propiedades eléctricas.

En el modelo de electricidad de Franklin la materia se comportaba como una esponja capaz de absorber, contener

y ceder partículas de electricidad. Así, al frotar ámbar con piel, las partículas pasaban del primer material.

la luz, la antigua polémica sobre su velocidad permaneció como un tema abierto durante muchos siglos; No sólo la velocidad sino la naturaleza misma de la luz intrigó también a científicos de todos los tiempos; Christian Huygens aseguraban que se trataba de un fenómeno ondulatorio.

John Dalton encontró ciertas relaciones entre las masas de una gran variedad de elementos.

encontró que las cantidades relativas de elementos necesarias para formar un compuesto químico son siempre las mismas.

El trabajo de John Dalton sobre los pesos atómicos a principios del siglo XIX cambió ese panorama y sentó las bases para el establecimiento de la química como una ciencia.

Otro paso fundamental ocurrido durante el siglo XIX fue la unificación de los fenómenos eléctricos y magnéticos, en una descripción que acabó de explicar la naturaleza misma de la luz; Faraday —en el que hizo una de sus más grandes aportaciones— fue la naturaleza de la luz.

Hacia principios del siglo XIX la idea de que la luz es producto de un fenómeno ondulatorio prevalecía sobre la concepción corpuscular. Sin embargo, poco se sabía acerca de su naturaleza y nadie sospechaba su estrecha relación con los fenómenos electromagnéticos.

Los estudios enfocados a entender la naturaleza del fluido eléctrico fueron motivados inicialmente por las descargas a través de gases . En tal labor se recurrió el desarrollo de técnicas de vació y de otras que dieron como resultado el tubo de rayos catódicos . El descubrimiento de que estos rayos están constituidos por partículas cargadas fue la labor de J.J. Thomson quien antes de deducir la naturaleza elemental, necesito demostrar que

su masa era mucho menor que la de

...