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El estudio del sonido


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2011  •  Tutorial  •  9.267 Palabras (38 Páginas)  •  975 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El oído humano se divide en tres regiones: el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo consta del canal auditivo (abierto a la atmosfera) termina en el tambor (tímpano). Las ondas sonoras avanzan por el canal auditivo hasta el tambor, que vibra en vaivén en fase con los movimientos en un sentido y otro causan por las alteraciones presiones altas y bajas de la onda del sonido. Detrás del tambor hay unos huesos pequeños del oído medio, llamados martillo, yunque y estribo debido a su forma.

El estudio del sonido debe tener presente tanto la onda sonora (causa) como la sensación percibida (efecto). El comportamiento de la sensación sonora aconseja representar las propiedades físicas del sonido mediante la escala de nivel de una magnitud física. El ruido, sonido indeseado, perjudica la salud física y psíquica; su solución exige actuar en distintos campos: legislación, control de los focos ruidosos, sensibilización ciudadana, acústica de los edificios, etc.

Las afecciones más comunes del oído medio son las referidas a las otitis medias con efusión (OME). Dentro de este gran grupo, habitualmente, es posible distinguir, acorde al tipo de efusión a dos grandes entidades:

a) la otopatía secretora u otitis serosa; y

b) las otitis medias infecciosas, agudas y crónicas.

Ambos grupos reconocen una fisiopatogenia común al principio de ambos cuadros mórbidos, diferenciándose luego sólo por la colonización posterior de la mucosa tubotimpanal por algún agente infeccioso vírico y/o bacteriano.

Así es que tenemos la otitis media aguda, en la cual la colonización de la mucosa tubotimpanal puede llegar por distintas vías:

I. Vía tubárica: la más frecuente (95% aproximadamente de los casos) que explicaremos al referirnos a fisiopatogenia.

II. Vía del conducto auditivo externo: sólo posible cuando existe una perforación timpánica previa.

III. Vía meningógena: es una vía excepcional y responde a la extensión de un proceso meníngeo agudo.

IV. Vía sanguínea: esta vía de infección se puede presentar cuando existe una septicemia (viremia o bacteriemia), usual en sarampión.

Anatomía del oído

La otorrinolaringología estudia el órgano del oído, la audición y todos los problemas que de los mismos se derivan. El oído es un órgano conformado de tres partes:

•oído externo

• oído medio

• oído interno

Las dos primeras partes -oído externo y medio- son las encargadas de recoger las ondas sonoras para conducirlas al oído interno y excitar una vez aquí a los receptores de origen del nervio auditivo.

El oído externo comprende dos partes: el pabellón y el conducto auditivo externo. Por su parte, el oído medio está formado por un conjunto de cavidades llenas de aire, en las que se considera tres importantes porciones: la caja del tímpano conformada por tres huesecillos -martillo, yunque, estribo- , la trompa de Eustaquio íntimamente relacionada con las vías aéreas superiores (rinofaringe).

El oído interno también tiene su complejidad y está comprendido por el laberinto óseo y membranoso. De este último nacen las vías nerviosas acústicas y vestibulares. Las cavidades del laberinto están llenas de líquido endótico (endolinfa y perilinfa), que al movilizar las distintas membranas estimulan las células ciliadas internas y externas.

El laberinto, cuya función principal es la de mantener la orientación espacial y el equilibrio estático y dinámico del individuo, consta de tres partes: el vestíbulo, los conductos semicirculares y el caracol.

Aparato de Conducción o Transmisión de la onda sonora

El oído externo no reviste demasiada importancia en el hombre, ya que se ha comprobado mediante estudios que el pabellón auricular aumenta solamente la audición en una mínima parte. Los músculos que aquí intervienen están atrofiados y la oreja se encuentra pegada a la cabeza e inmóvil. Ocurre casi completamente lo contrario en algunos animales como los cérvidos (ciervo), equinos (caballo), felinos (gato) entre otros, porque ellos sí tienen un buen desarrollo de la concha auricular y los músculos auriculares tienen la movilidad necesaria para desplazarse a voluntad. Esto es lo que les permite, además de aumentar en parte la audición, lograr movimientos de rotación para encontrar el origen de la fuente sonora.

El conducto auditivo es de forma sinuosa, impidiendo de esta manera que ingresen partículas extrañas y se proyecten sobre el tímpano. Su forma cilíndrica hace que éste funcione como un resonador acústico. El tímpano recoge la onda sonora proyectada en su superficie, comportándose de diferente forma según las diferentes frecuencias. Ya en el oído medio, la cadena de huesecillos toma las vibraciones proyectadas sobre el tímpano y las conduce a la ventana oval (oído interno). Es decir que la membrana del tímpano conduce el sonido hacia el oído interno a través de la cadena de huesecillos que actúa como un todo. Esta cadena está sostenida dentro de la caja timpánica por músculos y ligamentos que le dan la movilidad necesaria para conducir el estímulo sonoro. Los músculos timpánicos se combinan de tal manera que se contraen al mismo tiempo formando una unidad de defensa ante los ruidos intensos, es decir que oficia de amortiguador del sonido a altas intensidades. La contracción en forma permanente de estos músculos causaría un descenso importante del umbral auditivo, principalmente en los tonos bajos. Dicha contracción es siempre simultáneamente y en ambos oídos.

La trompa de Eustaquio es el nexo de comunicación de la caja timpánica con la faringe cumpliendo dos funciones: neumática (reviste interés audiológico) y evacuatoria. Cuando existe dentro de la caja menor presión que la del medio ambiente ocurren una serie de fenómenos reflejos que deben equilibrar las presiones ingresando el aire a través de la trompa. Dicho equilibrio es necesario para que la transmisión del sonido por el oído medio sea normal.

Si en cambio la presión es mayor que la del medio ambiente, tiene lugar el reflejo de deglución o fenómenos como la tos y el bostezo, permitiendo la contracción de los músculos. La trompa de Eustaquio se abre y deja pasar aire a las cavidades del oído medio. Ahora bien, el oído interno es un espacio lleno de líquido y está abierto sólo por dos ventanas oval y redonda. En la primera tenemos un pistón que es la platina del estribo y en la segunda una membrana elástica llamada también "tímpano secundario". Al ejercer una presión en una de ellas, ésta se

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