El glifosato y el problema de los transgénicos

El Glifosato y el problema de los Transgénicos

La humanidad se enfrenta a un importante desafío: un incremento de la población mundial sin precedentes, la cual pone en tensión la producción de alimentos; la agricultura moderna implica el exterminio de grandes  extensiones, reemplazando la biodiversidad natural por un pequeño número de plantas cultivadas y animales domésticos. 
La tendencia al monocultivo crea ecosistemas simplificados y por lo tanto muy inestables que están sujetos especialmente a las enfermedades y a las plagas.

En Argentina los impactos de las fumigaciones, el desmonte y las nuevas enfermedades, son temas comunes en las noticias pero solamente en  algunos medios aparece relación con el Glifosato y el uso de Transgénicos. La problemática de la salud, en la cual han aparecido innumerables enfermedades, es solo una de las consecuencias, de esta otra enfermedad que se puede llamar  “los Transgénicos” o “el mal uso de los Transgénicos”.

 La implementación de estos cultivos ha hecho que por facilidad y economía se utilice el glifosato. Este súper negocio de Monsanto, la multinacional norteamericana que es la principal encargada de su comercialización, creó  una máquina de fabricar dinero: vender el herbicida más potente y, al mismo tiempo, una semilla genéticamente modificada capaz de sobrevivir a su aplicación, esto a su  vez genera una dependencia debido a que donde se fumiga con este, solo sobrevivirían los transgénicos, haciendo una cadena viciosa donde se siembre más cultivos transgénicos y se utilice más glifosato. Lamentablemente y desde la llamada revolución verde, la dependencia a los agroquímicos ha puesto en riesgo los recursos genéticos de cada país a partir de la introducción de pesticidas y de semillas foráneas, modificadas genéticamente, que no han resuelto la problemática de producción de alimentos, sino que han agudizado creando resistencia en las plagas y contaminando la salud y el medio ambiente.

Son pocos los intentos de las débiles democracias latinoamericanas por poner algún límite al poder económico dominante. Se puede comprender porque los estudios, de las afectaciones de Agroquímicos en la salud y el ecosistema, no tienen gran efecto en los organismos de control y gobierno Argentino, pues este mal sistema agrícola, genera un gran capital, dinero que, como en gran parte del mundo, es más importante que cómo se genera o acosta de qué.

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