El muestreo consiste en obtener una porción representativa del material sobre el que se quiere construir, con el que se quiere hacer una terracería o bien del material que ya forma parte de la misma.

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Introducción

El muestreo consiste en obtener una porción representativa del material sobre el que se quiere construir, con el que se quiere hacer una terracería o bien del material que ya forma parte de la misma. El muestreo incluye además las operaciones de envase, identificación y transporte de las muestras. 

Las muestras inalteradas son aquellas en las que se conserva la estructura y el contenido de agua natural del suelo en el lugar donde se toma la muestra, por lo que su obtención, envase y transporte, requieren cuidados especiales a fin de no alterarlas. Más allá del motivo por el cual se hace la práctica en el campo laboral de la ingeniería civil, esta práctica se llevó a cabo para cómo se hacen las cosas realmente, ver que tanto se debe trabajar para obtener una buena muestra y pues para aplicar el conocimiento que adquirimos en el salón de clases.

Desarrollo

Cuando llegamos a la zona de donde nos tocó extraer la muestra lo primero que hicimos fue buscar un buen lugar para trabajar, es decir, buscamos un lugar por donde no pasaran caminos, no hubiera población cerca y fuera grande para poder trabajar cómodamente. Una vez que teníamos determinada el área donde trabajaríamos comenzamos con el desmonte; después de esto comenzamos a trabajar con la barra y así poder excavar con las palas, quitando las capas de suelo que no necesitamos para así poder llegar al área de donde obtuvimos nuestra muestra.

Cuando empezamos a excavar no solo buscamos hacer un hueco en el suelo, fuimos tratando de darle la forma de lo que al principio parecía “un cuadrado” para que con el paso del tiempo al ir sacando más tierra se formara un cubo, cuando ya teníamos excavado más de un metro con treinta centímetros comenzamos a retirar la cara superior de la figura con un machete, para así poder llegar a la profundidad requerida. Ya que se cumplía con la profundidad fue cuando nos preocupamos por tratar de darle forma de cubo a nuestra muestra del suelo, lo que de igual manera llevamos a cabo con machetes y humedeciendo las caras del cubo, con fin de que no se desmoronara, luego de varias horas de trabajo y resolución de problemas que se presentaron al momento de trabajar en la extracción de la muestra, por fin teníamos nuestro cubo forrado con manta de cielo y bañado en parafina.

Todos creerían que lo más difícil había pasado, que el trabajo ya estaba concluido, pero lo bueno apenas comenzaba. Dado a que nuestra excavación era medianamente profunda, sacar de ahí un cubo de tales dimensiones era complicado ya que su peso era bastante. En ese momento varias ideas buenas y otras no tan buenas llegaron a nuestras mentes, fueron varios métodos fallidos por medio de los cuales tratamos de poner nuestra prueba fuera del hueco que habíamos hecho, al final optamos por hacer “escalones” con el material producto de la excavación y así no tener que levantar mucho el cubo.

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