El nitrógeno N. Número atómico siete. Inadvertido, sin probarlo, que, sin embargo, llena nuestros estómagos.

El nitrógeno N. Número atómico siete. Inadvertido, sin probarlo, que, sin embargo, llena nuestros estómagos.

Es el motor de la agricultura, la clave para un montón en nuestro mundo lleno de gente, hambrienta.
Estos científicos han comenzado a trabajar con pequeños grupos de agricultores, mostrándoles que menos fertilizante no se encoge sus cosechas, y realmente puede engordar sus billeteras. Es más importante para ahorrar tiempo y mantener sus trabajos en la ciudad, por lo que se aplican fertilizantes rápidamente, pero de manera ineficiente.
Y el temor a la escasez de alimentos aún recorre el imaginario chino, que prevalezca la preocupación por el medio ambiente. Sin embargo, para los funcionarios como para los agricultores, la aplicación de menos fertilizantes que parece tentar al destino, con el riesgo de un déficit desastrosa.
Es probable que China y el resto del mundo va a usar más nitrógeno en los próximos años, no menos. De lo contrario será muy grande ".
Hay un atisbo de una solución en una granja a las afueras de la pequeña ciudad de Harlan en el oeste de Iowa. Aquí 90 ganado pasta en pasto verde, y unos pocos cientos de cerdos arraigan acerca de camas de paja, rodeada de campos de alfalfa, maíz, soja, avena y cebada.
Ron y María Rosmann propagan sin fertilizante nitrogenado en estos campos, al menos no del tipo que viene de las fábricas. En su lugar, se añade biológicamente, por las bacterias fijadoras de nitrógeno que viven en nódulos en las raíces de los cultivos de leguminosas como la soja, alfalfa, y un cultivo de cobertura de trébol que las plantas Ron Rosmann en la caída, sólo para hasta que la espalda en el suelo antes de que él las plantas de maíz en la primavera. Rosmann, a diferencia de muchos otros agricultores orgánicos, no compra el estiércol de los vecinos.
"Uno de nuestros objetivos ha sido la de mantener un sistema cerrado", dice. "La agricultura ecológica no es una solución para China", afirma rotundamente.
Sin embargo, puede haber un medio cosechas en tierra excelente con nitrógeno reducido la contaminación, y algunos de los campos más intensamente estudiadas en el mundo están señalando el camino hacia ella. Esos campos, cada uno exactamente una hectárea de extensión, son parte de la Estación Biológica de Kellogg de la Universidad Estatal de Michigan, cerca de Kalamazoo. Todo lo que entra o sale de los campos se midió cuidadosamente: la precipitación, los fertilizantes, el óxido nitroso emitido desde el suelo, el agua que se filtra en las aguas subterráneas, y finalmente la cosecha.
del Estado de Michigan Phil Robertson, que ayudó a establecer este experimento de larga duración, me lleva en un recorrido por los campos. Cada campo plantado de acuerdo a las recomendaciones de arado y de los fertilizantes estándar liberado 610 libras de nitrógeno por acre en las aguas subterráneas poco profundas de Michigan en los últimos 11 años. Sin embargo, cuando se multiplica por decenas de millones de acres de tierras de cultivo de América, que es suficiente para producir agua subterránea contaminada, un río Mississippi cargadas de nutrientes, y una enorme zona muerta en el Golfo de México.
Los campos orgánicos en el experimento de Robertson, que no recibieron fertilizante comercial o estiércol, perdieron sólo un tercio como mucho, pero esos campos también produjeron un 20 por ciento menos grano. Curiosamente, los campos "bajo de entrada", que recibieron pequeñas cantidades de fertilizantes, sino también fueron plantadas con cultivos de cobertura de invierno, ofrecen lo mejor de ambos mundos: Los rendimientos promedio eran casi tan altos como los de los campos convencionales, pero la lixiviación de nitrógeno se reduce mucho, casi hasta el nivel de los campos orgánicos. Cuando los medios de vida de una familia que está en juego, puede parecer más seguro para aplicar fertilizantes en exceso en lugar de demasiado poco. Las fuentes alternativas, tales como cultivos de abono o de leguminosas, son escasos también.
Muchos de los pueblos rurales de África han caído en un conjunto de círculos viciosos. Los reservorios naturales de fertilidad-nutrientes almacenados en la materia orgánica en descomposición de las raíces y las hojas de los anteriores siglos están reduciendo a medida que la agricultura extrae más de nitrógeno, fósforo y potasio cada año del que se forma. Esto deja a la tierra cada vez menos capaz de alimentar a las personas que dependen de IT "un escenario para el desastre en el largo plazo", según el Banco Mundial.
El rendimiento promedio de grano en el África subsahariana es de alrededor de 900 libras por acre, sólo una quinta parte de la media en China. Pero hay una rabia, amargo debate sobre dónde deben conseguirlo.
Algunos, como Jeffrey Sachs en el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, creen que la creciente demanda de producción agrícola de fertilizantes más comercial, y si los agricultores africanos pobres no pueden pagarlo, entonces las naciones más ricas deben proporcionarla. En los pueblos del milenio de Tanzania, Kenia y Malawi, la producción de cereales se duplicó casi inmediatamente.
En 2006, el gobierno de Malawi comenzó a proporcionar fertilizante barato a casi la mitad de los agricultores de la nación. programa de subsidio actual de Malawi ya está en problemas: El gobierno se está quedando sin dinero para pagar por ello.
"África no puede permitirse grandes cantidades de fertilizantes", dice Sieglinde Snapp, un científico de cultivos en la Universidad Estatal de Michigan. Miles de familias de agricultores en Malawi han empezado a crecer guisantes y cacahuetes palomas nitrógeno añadiendo en su tierra, en sustitución de una parte de su maíz. Es parte de un experimento de diez años de edad, comenzado por los hospitales locales, los agricultores y los investigadores agrícolas.
Debido a que los guisantes hicieron el suelo más fértil, la cosecha de maíz de la próxima temporada fue de mayor más que compensando el hecho de que menos tierra estaba siendo sembrada con maíz. Las personas cambian sus recetas ".
Observación de Snapp, la adquisición y conservación de nitrógeno en el futuro tendrá un considerable know-how y la paciencia-es compartida por muchas personas que participan en esta búsqueda en todo el mundo. Somos una especie de fanáticos ".
Hace un siglo, cuando el químico Fritz Haber aprendido primera forma de capturar el nitrógeno del aire, fertilizantes sintéticos parecía un fácil acceso directo de la escasez, la entrega de un suministro ilimitado de nutriente más importante de la agricultura.

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