El origen de las especies. Charls Darwin
Enviado por mariasotelo • 26 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 3.665 Palabras (15 Páginas) • 373 Visitas
El origen de las especies
Este libro trata de como Charls Darwin trata de explicar el origen de las especies, él empezó con sus notas cuando estaba a bordo del Beagle, un buque de la marina. Así mismo Darwin estaba preocupado por no terminar su libro, así que decidió que solo publicaran un resumen de este mismo.
Él creía que nosotros descendíamos de otras especies, como todavía su teoría no era fundamentada, y con las observaciones de los naturistas, el puso de ejemplo a el pájaro carpintero y al muérdago como ejemplo de su teoría.
En su primer capítulo habla de la herencia y su primer principio, ya que explica que tiene más probabilidades de sobrevivir aquel que se adapta a un ambiente diferente al que está acostumbrado, y que estos detalles son poco apreciados por los naturistas. Así mismo creía que la selección natural no era el único método de modificación.
Darwin planteaba que las modificaciones en las especies podían afectar de dos formas: en su adaptación al ambiente en que se desarrollan y en su forma de reproducción, y que para ellos ponía de ejemplo a los animales domésticos y observaba que ellos trataban de adaptarse según las condiciones donde vivían, ya que les afectaba de forma directa. También había dos factores de que observar y tener cuenta, la cuales son: la naturaleza del organismo y la naturaleza de las condiciones de vida en las que se encontraba. La primera era muy importante porque de cierta manera dependía de su descendencia, ya que sus descendientes podían sus sometidos a diferentes ámbitos de vida para que lograran sobrevivir, y al cambiar su hábitat, se modificara sus genes en ciertos aspectos.
La variabilidad indeterminada es la más común, dado que es la que se muestra las diferencias del individuo dentro de su misma especie, incluso de sus padres. También comenta sobre la variabilidad se produce de este modo, en parte por el hecho de ser este aparato sumamente sensible a cualquier cambio en las condic- iones de vida, y en parte por la semejanza que existe (según Kölreuter y otros autores han señalado) así mismo resulta del cruzamiento de especies distintas y la que puede observarse en plantas y anima- les criados en condiciones nuevas o artificiales. Igualmente demuestra que el aparato reproductor en muy sensible y que es propenso a cambios, según el lugar en el que habite el ser.
Puedo añadir que, así como algunos organismos crían ilimitadamente en las condiciones más artificiales lo que muestra que sus órganos re- productores no son tan fácilmente alterados, así también algunos anima- les y plantas resistirán la domesticación y el cultivo y variarán muy ligeramente, quizá apenas más que en estado natural.
Toda variación que no es hereditaria carece de importancia para nosotros. Pero es infinito el número y diversidad de variaciones de estructura hereditarias, tanto de pequeña como de considerable importancia fisiológica.
Cuando una anomalía cualquiera de estructura aparece con frecuencia y la vemos en el padre y en el hijo, no podemos afirmar que esta desviación no pueda ser debida a una misma causa que haya actuado sobre ambos; pero cuando entre individuos evidentemente sometidos a las mismas condiciones alguna rarísima anomalía, debida a alguna extraordinaria combinación de circunstancias, aparece en el padre y reaparece en el hijo, la simple doctrina de las probabilidades casi nos obliga a atribuir a la herencia su reaparición. Quizá el modo justo de ver todo este asunto sería considerar la herencia de todo carácter, cualquiera que sea, como regla, y la no herencia, como excepción.
Darwin había dicho que la regla más importante que rigen a la herencia es que, cualquiera que sea el período de la vida en que aparece por vez primera alguna peculiaridad, ésta tiende a reaparecer en la descendencia a la misma edad, aunque, a veces, un poco antes.
Él creía que la ley que explica la embriología, las enfermedades hereditarias y algunos otros hechos le hacían creer que la regla tiene una gran extensión, y que, aun cuando no exista ninguna razón manifiesta para que una particularidad haya de aparecer a una edad determinada, no obstante, tiende a aparecer en la descendencia en el mismo período en que apareció por vez primera en el antecesor.
Las razas domésticas tienen con frecuencia un carácter algo monstruoso, aunque difieren entre sí y de las otras especies del mismo género en diferentes puntos poco importantes, con frecuencia difieren en sumo grado en alguna parte cuando se comparan entre sí, y más aún cuando se comparan con la especie en estado natural, de que son más afines. Cuando se exponga de qué modo los géneros se originan en la naturaleza, se verá que no tenemos derecho alguno a esperar hallar muchas veces en las razas domésticas un grado genérico de diferencia.
También mencionaba que el hombre había escogido para poder domesticar animales y plantas que tenían una tendencia intrínseca a variar y también a resistir climas diferentes.
El argumento con que cuentan principalmente los que creen en el origen múltiple de nuestros animales domésticos es que en los tiempos más antiguos, en los monumentos de Egipto y en las habitaciones lacustres de Suiza encontramos gran diversidad de razas, y que muchas de estas razas antiguas se parecen mucho, o hasta son idénticas, a las que existen todavía.
El naturalista creía que las palomas tenían diferentes características unas de otras. Selección inconsciente Actualmente, criadores eminentes procuran, mediante selección metódica, en vista de un fin determinado, obtener una nueva línea o sub-raza superior a todo lo de su clase en el país. Pero para nuestro objeto es más importante una forma de selección que puede llamarse inconsciente, y que resulta que cada uno procura poseer y sacar crías de los mejores individuos.
Mediante un sencillo procedimiento de selección y un amaestramiento cuidadoso, los caballos de carrera ingleses han llegado a aventajar en velocidad y tamaño a los progenitores árabes, hasta el punto de que estos últimos, en el reglamento para las carreras de Goodwood, están favorecidos en los pesos que llevan. Lord Spencer y otros han demostrado cómo el ganado vacuno de Inglaterra ha aumentado en peso y precocidad, comparado con el ganado que se tenía antes en este país. Comparando los informes dados en varios tratados antiguos sobre la condición, en tiempos pasados, de las palomas mensajera y volteadora con la condición actual en Inglaterra, India y Persia podemos seguir las fases por que han pasado insensiblemente hasta llegar a diferir tanto de la paloma silvestre.
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