El rincón del osos mitos de chingaza
Enviado por esteban0214 • 21 de Mayo de 2018 • Informe • 279 Palabras (2 Páginas) • 266 Visitas
el rincon del oso
mitos de chingaza
Cerca de la vereda del Manzano hay un hermoso bosque andino donde antiguamente existía una gran población de osos de anteojos y otras especies, pero debido a la continua cacería y a la adaptación de las tierras para la cría de ganado, su población se redujo casi hasta su extinción.
Existe una anécdota muy popular en la que se cuenta que el abuelo David Avellaneda cazador veterano de la época se enfrentó con un oso y tras una fuerte lucha logró dominar al animal amarrándolo a un árbol para después darle muerte. Los descendientes de los cazadores nos dijeron que el oso mataba siempre a su presa cerca a las quebradas, con sus garras les sacaba "el menudo" y después de lavarlo lo consumían, luego tomaba la carne restante y la escondía en la parte alta de los árboles formando una "camareta" para después comerla.
Nos cuenta Don Anatolio Almáciga que el oso hacía un recorrido por la laguna Brava y el Charrascal y que en esa zona había una cueva llamada la Catedral donde los osos dormían y en ocasiones algunos cazadores también pernoctaban allí.
En aquella época se consideraba que la carne y la grasa proveniente de este animal tenía propiedades curativas y afrodisíacas. Las pieles eran vendidas en Bogotá. Curiosamente estas propiedades medicinales tenían efecto solamente en los hombres, no así en las mujeres pues se consideraba que sobre ellas tenía efectos negativos. Como nos lo manifestó humorísticamente Don Anatolio: "La manteca del oso servía para curar las mataduras de las mulas, las venas varices, las dolencias de espalda y para la soldadura de huesos porque todo lo del oso sella y endurece"
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