El uso de la tecnología en las prácticas y la adopción de diferentes estilos (visual, auditivo ) de la formación

En las últimas décadas las herramientas tecnológicas se han ido incorporando cada vez más a nuestras tareas diarias, tanto del hogar como de la oficina; y es que, ¿qué sería de nuestra casa sin electrodomésticos, pantallas, consolas de videojuegos o computadora?, o ¿qué pasaría si en la oficina no hubiera computadoras ni conexión a Internet?

Si a esto le sumamos que la incursión de la tecnología no es exclusiva de estos dos escenarios, sino que es inherente a toda la sociedad, es imposible olvidarnos del escenario educativo dentro de este “proceso”; por tal motivo, es imprescindible la incorporación de herramientas tecnológicas dentro de las aulas para favorecer la construcción de los aprendizajes.

Si bien es cierto que los niños de hoy y los niños de ayer siguen siendo niños finalmente, también es una realidad que los niños de ahora no son iguales a los de antes y esto radica en que nacieron dentro de una sociedad diferente; es decir, hoy nacen en un ambiente plagado de tecnología y están en contacto con ella desde su nacimiento, incluso para algunos, desde antes de nacer.

El uso de tecnología puede favorecer la práctica y adopción de los diferentes estilos de aprendizaje (visual, auditivo y kinestésico), con la incorporación de herramientas que fomenten el desempeño escolar.

Las tecnologías le permite al docente desarrollar las inteligencias múltiples del niño, porque sus mayores habilidades se reflejan en inteligencias lingüístico-verbal, lógico-matemática, espacial, kinestésica, musical, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Algunos de los beneficios más trascendentes del uso de la tecnología para formar alumnos brillantes son:

1. El desarrollo del pensamiento creativo, para la resolución de problemas.

2. Mejora en el desarrollo de operaciones concretas.

3. Motricidad.

4. Multiculturalidad.

5. Mejora la comunicación y la colaboración.

6. Desarrolla habilidades de búsqueda y manejo correcto de información.

7. Desarrollo del pensamiento crítico.

8. Toma de decisiones.

9. Y, tal vez, la más importante, desarrolla la habilidad de “Aprender a aprender”.

Con base en lo anterior, los niños de hoy en día no se imaginan un mundo sin tecnología, puesto que nunca lo vivieron. Ellos se mueven con gran facilidad y a la misma velocidad con la que surgen los cambios, por lo que, ante este contexto, éste es el mayor beneficio y fortaleza de una escuela que adopta herramientas tecnológicas como vía para lograr un aprendizaje significativo en los alumnos.

Esta nueva realidad digital puede representar la mayor desventaja para la escuela que no es capaz de incorporar un entorno tecnológico y natural para que los alumnos sean brillantes.

Los niños se estarán preparando para enfrentarse a los problemas del mundo real, por medio de simulaciones, redes de aprendizaje

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