En el aula de segundo básico del colegio Puerto Futuro

En el aula de segundo básico del colegio Puerto Futuro de Pudahuel, los niños y niñas siguen entusiasmados a una instructora de yoga, quien en una hora de clases los hace moverse, cantar, respirar y elongar a través de una entretenida historia. Los pequeños alumnos, llenos de energía y alegría, siguen al pie de la letra las instrucciones y se ve que lo disfrutan intensamente. Lo mejor de todo, es que no sólo los alumnos se divierten, sino que con esta práctica disminuyen los niveles de agresividad y aumentan los de concentración.

Como cuenta Silvia Ducaud, directora del establecimiento municipal, este plan comenzó el año pasado por iniciativa de la municipalidad, y se aplicó a primeros, cuartos y octavos básicos. La idea era ver si efectivamente esta práctica de origen oriental resultaba eficaz para mejorar los niveles de sana convivencia y los resultados académicos. Puerto Futuro fue elegido por la gran cantidad de alumnos en situación vulnerable, y ha resultado un éxito, tanto que este año se amplió a todo el primer ciclo básico, y se ofrece como taller extraprogramático a los alumnos de entre quinto y octavo, además de implementarlo en todos los colegios y liceos municipales de la comuna.

Silvia cuenta que los niveles de agresividad han disminuido gracias a este ejercicio, y los mismos alumnos lo han valorado. "En la evaluación que hicimos el año pasado con los niños de octavo básico, ellos mismos decían que antes, ante cualquier problema o provocación, pegaban un combo, en cambio ahora lo pensaban más, porque estaban más relajados y con mayor autocontrol".

Por otra parte, María Elena Moraga, Jefa de la Unidad Técnica Pedagógica del colegio, cuenta que los apoderados también han agradecido el yoga porque notan los cambios de actitud de sus hijos. Además, como explica, los alumnos del colegio viven en condiciones familiares y de entorno bastante estresantes, por lo que para ellos tener la posibilidad de aprender a relajarse, a respirar mejorar, y a tener más conciencia de sí mismos, los ayuda mucho, incluso con los resultados académicos.

"A principios del año pasado les tomamos una prueba a los alumnos para medir el nivel de concentración, y lo volvimos a hacer a fin de año, y nos dimos cuenta que hubo cambios respecto del rendimiento gracias al yoga, lo que también se vio reflejado en el Simce. En un año, subimos los puntajes de cuarto y octavo básico en todos los subsectores, lo que nos tiene muy contentos", relata María Elena.

Este año, la implementación del yoga se paga con recursos propios, provenientes de la ley SEP, que entrega dinero extra por cada alumno prioritario, que en este caso son alrededor de 400 de los 700 alumnos de este colegio. "Es muy bonito ver que con estos fondos no sólo aportamos en mejoramiento cognitivo, sino que también en un estilo de vida que trasciende nuestro establecimiento, porque llega a los hogares y el medio donde los niños están insertos, porque ellos están mucho más contentos", finaliza la docente.

 No tiene un sólo factor gatillante pero es claro que estrés infantil puede desencadenarse ante diversos factores o situaciones que requieran adaptación o cambio y que producen ansiedad y tensión. Son los llamados "estresores" y pueden ir desde el nacimiento de un nuevo integrante de la familia, hasta hablar en público, pasando por la ida al dentista, un examen en el colegio, hablar en público u olvidar hacer una tarea o trabajo. ¿Cómo detectar los síntomas los síntomas del estrés y qué hacer para revertir situaciones estresantes?

El estrés infantil, se define como "un conjunto de reacciones, tanto biológicas como psicológicas que se producen, ante situaciones que alteran el equilibrio general del niño o niña", señala la sicóloga clínica Marcela Ferreiro. Pese a ellos, las situaciones que generan estrés pueden tener diferentes fuentes.

La vida acelerada y cambiante que se vive en las ciudades, la muerte de algún familiar, el mayor nivel de exigencia en el colegio o la separación de los padres son algunos factores más fuertes para producen estrés infantil. Bombardeados de estímulos e información adultos y niños vivimos sin procesar adecuadamente lo que nos pasa y enfrentando demandas del entorno que suelen ser de alto impacto. En un escenario como éste sería fácil decir que lo más probables es que se produzca un cuadro de estrés fuerte. Sin embargo no siempre es así y hay niños que ante estímulos semejantes, actúa de manera totalmente distinta.

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