En un mundo en el que

Oliva Ochoa Carlos Alberto No.313042441
Teorías de la significación
18 de agosto del 2016

Como un juego de niños

 “Un sol muerto iluminaba la sombra velluda
de un reguero de amargo esperma
el sombrero de tu lengua de sanguinolentos ojos.”
                                                                             Georges Bataille

En un mundo en el que

Georges Bataille fue un novelista, antropólogo y pensador nacido en, Billom, Francia (1897-1962). Se dedicó principalmente a la búsqueda constante de la oscura y contradictoria mente del hombre contemporáneo, junto con sus más auténticas y reprimidas verdades. En sus inicios quería ser sacerdote y asistió a un seminario católico, pero abandonó la fe cristiana en 1922. Frecuentemente se refiere a los burdeles de París como sus auténticas iglesias, una afirmación sorprendente pero acorde con sus planteamientos teóricos.  Fundó numerosas publicaciones y grupos de escritores.

Fue autor de obras diversas y abundantes: lecturas, poemas, ensayos sobre numerosos temas, etc. Entre sus escritos podemos encontrar obras como Madame Edwarda (1937), que es un relato poético sobre los principios del mal y las tinieblas, La Experiencia Interior (1943), El azul del cielo (1957), La Parte maldita (1949), entre muchas otras. En esta ocasión haremos mención de su célebre obra Historia del Ojo (Histoire de l'œil, 1928) bajo el seudónimo de Lord Auch, que fue escrita en medio de una severa crisis que enfrentó el autor, como una forma de salir del ella y sobrellevarla a manera de terapia.

Historia del ojo, es una novela erótica del siglo veinte, que trata del despertar sexual de sus tres y jóvenes personajes que, como si fuera un simple juego de niños, llevan su práctica hasta límites insospechados, con la obsesión de experimentar el mayor goce y satisfacción posible. Masturbaciones, relaciones sexuales, manoseos y una profunda afición hacia los huevos y orines, son la antesala de un mecanismo recién puesto en marcha. Es la chispa del deseo que, al ser encendida, se extiende sin control hasta arrasar con todo a su paso. En palabras del escritor Mario Vargas Llosa, “Historia del ojo es, en esencia, un mundo de naturaleza y sensibilidad infantil. Al mismo tiempo es un mundo que parodia una parodia: la novela gótica^[1]”.

El anónimo narrador y su amiga Simone, son dos jóvenes practicantes de la malacrianza con no más de 16 años. Juntos obedecen, sin prohibiciones ni prejuicios, a sus instintos y más grandes fantasías. Simone es una chica alta, guapa, piel morena, cabello negro y de apacible mirada. Pero que, al exaltar sus sentidos, su rostro adquiere un carácter evocador de sangre, terror y crimen.

Por otro lado, se encontraba Marselle, una jovencita encantadora de dulce mirada, cuerpo esbelto, piel pálida y cabellos rubios y lisos. Con dieciséis años de edad, pero de apariencia de trece. Esta inocente joven, proveniente de una familia de fuerte moral y costumbres escrupulosas. Marselle, al verse fascinada ante los actos y exhibiciones carnales, entra en un conflicto interior entre el deseo de goce y su fuerte formación y costumbres reservadas, que reprobaban y castigaban aquellos actos vulgares y moralmente incorrectos.

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