Ensayo De Histeria
Enviado por fanny160494 • 19 de Mayo de 2015 • 1.581 Palabras (7 Páginas) • 357 Visitas
La definición de histeria tiene su raíz en el complejo de Edipo, donde la madre fálica en diada con el bebé es castrada, quedando en falta. Este es el papel que tiene la función paterna en el Edipo, da a un tercero la posesión del falo como objeto deseado, priva al bebé y castra a la madre. No renunciar a la madre fálica desemboca en una estructura perversa, pero la aceptación de dicha castración (la propia y la materna) lleva a la neurosis, ya sea en su modalidad histérica u obsesiva.
Tras el Edipo, la histeria representa una posición de no tener, más asociada a lo femenino, mientras la estructura obsesiva representa la posición (masculina) del tener. Lo anterior se da puesto que el primer objeto de identificación (imaginaria) madre, es castrado, no tiene falo. El obsesivo ¨voltea¨ hacia el padre, poseedor del falo, para identificarse simbólicamente con él y poseer el falo. La histérica, junto con lo femenino, queda sin un significante. Esto dificulta la identificación simbólica con la madre castrada.
Sin embargo en la histeria, la falta de un significante (simbólico) como tal femenino es compensada con una identificación imaginaria con el hombre. La histérica, se identifica con los hombres a su alrededor como medio para acceder al falo, cuando menos en el plano imaginario al ser-como-el-padre-fálico. El amor al padre se sostiene en un deseo fálico, pues es lo que de él busca obtener.
La histeria nos habla acerca de los deseos insatisfechos, representa la belleza, luciendo bella para los demás, pero aun así su padecimiento no es por fea, porque en realidad ella sabe que no lo es, sino más bien su padecimiento se debe a que lo bello se encuentra por fuera de ella. Lo bello de una histérica no puede estar asociado a lo genital y es así como la belleza es el problema en orden con el deseo, es decir algo muy estético.
Por lo general la histérica seduce y dramatiza para poder atraer hombres, por lo general son hombres que buscan sexo debido a que es lo que ve en ellos eso faltante, y es en parte la manera en que puede conseguirlo.
Por lo general una mujer histérica se siente más identificada con el hombre por el hecho de cierta manera de ese deseo de ser el, de estar completa.
El histérico, la histérica son grandes deseantes, pero lo que verdaderamente desea es que su deseo no se pueda satisfacer, es decir, que no deje marcas en la realidad. El deseo humano no tiene objeto, es imposible colmarlo, es errático, se desliza. Y sólo la interpretación produce el deseo. Llegamos a decir que la interpretación es el deseo, y eso permite transformar lo real, dejando marcas en la realidad. Estado de verdad el de la histeria, donde el paciente no se da cuenta, ni recuerda qué verdad dijo (posición femenina frente a la verdad) estructuración clínica que denominamos histeria.
Aceptan pequeños cambios, siempre y cuando no suponga, el resultado de su desear, una transformación de su vida cotidiana, para poder seguir aquejando la queja que impida cualquier tipo de acción y sean los recuerdos, las reminiscencias alucinatorias las que producen los síntomas. Alucinaciones donde no hay diferencia entre lo que pasó (en la infancia) y lo que recuerdo de lo que pasó (en el presente) No son los sucesos mismos los que actúan traumáticamente, sino su recuerdo, emergente cuando el individuo ha llegado ya a la madurez sexual. De tal modo que sería inútil querer interrogar a un histérico sobre traumas infantiles fuera del psicoanálisis, ya que su huella no se encuentra jamás en la memoria consciente y sí sólo en los síntomas patológicos.
Hablar de los fenómenos histéricos es hablar de la mujer, ya que si bien ella se identifica con los hombres, no es tanto para ser como ellos, sino para buscar, como un él, a la mujer.
El término histeria procede de la palabra griega hystera (útero, matriz) y siempre se ha visto ligada al sexo femenino, si bien también los hombres puede padecer trastornos histéricos, aunque es mucho menos frecuente. El término histrión hace referencia a las máscaras de los actores del teatro griego, a la teatralidad y dramatismo con la que suelen comportarse este tipo de personas. La personalidad histérica o histriónica se caracteriza precisamente por esta tendencia a la teatralidad, que procede de una exagerada necesidad de ser admirado y estimado por los otros.
Son personas que tienden a llamar la atención de los demás en sus opiniones, en su forma de vestir, de comportarse, exagerando sus sentimientos, perdiendo el autocontrol, etc. Muchas veces, dan la impresión de estar representando un papel, aunque generalmente lo hagan de forma inconsciente.
Les aburre y desespera lo rutinario, todo lo que suponga monotonía. Tienen un exagerado afán de novedades que les sirvan para sentir la vida profundamente, para vivir intensamente, sobre todo en el terreno amoroso y afectivo. Esto hace que algunos se muestren muy activos en la búsqueda de experiencias novedosas, excitantes, diferentes.
Odian lo normal, que interpretan siempre como vulgar
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