Ensayo Sobre Hoyos Negros
Enviado por camiguel • 20 de Noviembre de 2013 • 1.339 Palabras (6 Páginas) • 403 Visitas
MIGUEL ANGEL PORRAS ALVARADO
CALLE SAN FELIX, MANZANA 71 LOTE 67, EX RANCHO SAN DIMAS, SAN ANTONIO LA ISLA, ESTADO DE MEXICO, C.P. 52280
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO.
FACULTAD DE QUIMICA PASEO COLON ESQUINA CON PASEO TOLLOCAN S/N C.P. 50120 TOLUCA DE LERDO, MEXICO.
7° SEMESTRE EN CURSO.
ENSAYO REFERENTE AL LIBRO “LOS HOYOS NEGROS Y LA CURVATURA ESPACIO TIEMPO” DE LA SELECCIÓN FONDO DE CULTURA ECONOMICA “LA CIENCIA PARA TODOS”
Desde el inicio del tiempo ha habido sucesos que han sido determinantes para la evolución del ser humano y de su forma de percibir las cosas que suceden a su alrededor, se adoptan posturas que para muchos son utópicas pero para otros son meras ganas de comprender a fondo que todo, absolutamente todo tiene una explicación y una razón de ser, podrían describirse todos y cada uno de esos sucesos (la teoría del big bang, la invención del fuego, la creación de la rueda, la revolución industrial, el estudio de los fenómenos naturales, etc.) pero saldría absolutamente fuera del contexto del cual quisiera comentar esta vez, y me gustaría citar a Dan Brown con su maravilloso pero ficticio libro “el código Da Vinci”, donde habla específicamente de la búsqueda del santo grial, y con esto de toda una revelación que podría conllevar al descubrimiento de la tumba de María Magdalena, pero el tema de este libro no es lo importante, lo que pretendo al citar a tan célebre autor es recalcar una parte importantísima de este libro, en donde la iglesia sataniza total y completamente a Isaac Newton por haberse negado a vivir bajo el manto de la iglesia y bajo un panorama unilateral que no le permitiría ver más allá de lo que sucede a su alrededor, y muchísimo menos más arriba, allá en lo más alto del cielo, todo gracias a la famosa leyenda de la caída de la manzana sobre su cabeza en un día normal en el cual Newton descansaba y meditaba sobre la fuerza que mueve a los astros bajo la sombra de tan alto árbol (y es por eso me di la libertad de citar a Dan Brown, este suceso como mencione anteriormente, fue la columna vertebral para todo lo que hoy se ha descubierto y que al fin tenemos la dicha de percibir, así que con esto termino mi cita), y gracias a esto, pudo decidir que el movimiento de los cuerpos celestes es regido por la misma fuerza que atrae una manzana al suelo: esta fuerza es nada más y nada menos que la fuerza de la gravedad, la cual no se limita a ser un simple número (9.8 m/s2 en la superficie terrestre), si no que trae consigo toda una serie de investigaciones, teorías y experimentos que son tan complicados como apasionantes, y que sin lugar a dudas solo las mentes más brillantes han tenido fortuna de hacer aportaciones a tan curioso pero complejo suceso. Me permito nombrar a Isaac Newton como el primer investigador de la gravedad, ya que en tiempos antiguos las creencias sobre la gravedad y el movimiento de los cuerpos celestes solo se limitaba a la (s) conclusión (es) de que la tierra era el centro de todo el universo o simple y sencillamente todo era regido por voluntad divina. Distintos pensadores como Nicolás Copérnico comenzaron a proponer sistemas donde los planetas giraban alrededor del sol, pero aún no se adentraba tanto en el mecanismo que tenía responsabilidad directa con la atracción entre estos cuerpos.
Galileo Galilei defendió a capa y espada la postura de Copérnico al hacer uso de telescopios para comenzar a describir más detalladamente el movimiento de los astros y concluir acertadamente de que la tierra no es y nunca será el centro del universo.
Más tarde, Kepler descubrió que los planetas no se mueven circularmente en el universo, si no en forma de elipses (con lo cual iré desglosando poco a poco la relación de la gravedad con los hoyos negros y el espacio tiempo), y que además se mueven de acuerdo a ciertas velocidades de rotación y sus distancias al Sol.
Sin embargo, y tiempo después
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