Ergonomia

Los cambios abruptos que se producen en la vida de una persona que empieza a trabajar en sistema de turnos y/o jornadas nocturnas, se pueden producir debido al proceso de adaptación del organismo a este nuevo estilo de vida. En este proceso de adaptación por parte del organismo se distinguen las fases de alarma, donde se activan mecanismos que prepara al organismo para afrontar esta nueva tarea. Fase de adaptación, en donde el organismo se adecua a este nuevo entorno y la fase de agotamiento en que los recursos para la adaptación ya no son suficientes debido a un periodo prolongado. La respuesta adaptativa del organismo es diferente dependiendo de la fase en que se encuentre, es decir, si se está en la fase inicial o de alarma los síntomas son fácilmente remisibles, si se suprime o mejora la causa, en una fase agotamiento los síntomas son permanentes y pueden llegar a desencadenar una enfermedad, por ejemplo hipertensión o diabetes.

Si traducimos lo anterior a lo explicado por Mondelo (1999), en la explicación de la Fatiga mental, la primera categoría se involucraría a la fase de alarma y adaptativa, ya que refiere que el organismo reacciona y busca la homeostasis entre el medio ambiente y el individuo para mantener un equilibrio. Y la segunda categoría o fatiga crónica involucraría a la fase de agotamiento, ya que hay una carga de trabajo elevado y prolongado en tiempo provocando una fatiga mental y fisiológica de la persona. Desde el punto de vista fisiológico cuando la persona está con una carga excesiva y prolongada de trabajo, se activa el sistema nervioso vegetativo y el eje hipófisis suprarrenal liberando cortisol y adrenalina que provocan los siguientes síntomas

En las personas que trabajan en jornadas nocturnas tienen que adaptase a este cambio de realizar sus actividades laborales de noche y descansar de día. A nivel fisiológico la glándula pineal, que es la encargada de regular el ciclo de vigilia-sueño en las personas, también se debe adaptar a esta nueva forma de vida. La importancia de esta glándula es que secreta una hormona (melatonina) que se encarga de inducir el sueño y es secretada solo en oscuridad, mandando señales al organismo para que se prepare para dormir. Por el contrario la exposición a la luz provoca una menor secreción de esta hormona mandando señales al organismo para que este despierto. Los trabajadores en jornadas nocturnas tienen menos secreción de esta hormona y pueden sufrir insomnio. También las personas que trabajan de noche se pueden ver más envejecidas, pueden tener problemas sexuales y ser propensa a padecer de cáncer, ya que la melatonina aparte de reguladora del ciclo circadiano, tiene propiedades antioxidante, antienvejecimiento.

A nivel social, tanto en trabajadores por turnos y jornadas nocturnas tienen que adaptar su estilo de vida a la rotativa de los turnos, muchas veces dejando de lado o participando menos en actividades sociales, debido

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