Estadistica
Enviado por • 14 de Junio de 2013 • 368 Palabras (2 Páginas) • 212 Visitas
introvertida. Si notamos que una persona X es tímida, tal vez la categorizaremos como
introvertida, creyendo que además se encontrará constantemente ocupada en sus pensamientos; por lo tanto podríamos categorizar a X como introvertida sin ver los matices de su personalidad y esta clase de pensamientos puede llevarnos a errores.
Las categorías y esquemas responden a un esfuerzo constante del hombre por entender a sus semejantes y a sí mismo. Las particularidades son múltiples y complejas lo cual lleva al ser humano a incluir tanta diversidad en grupos específicos.
Al recurrir a nuestros esquemas generales nos formamos una primera impresión (relacionamos una persona “amigable” con características como amable, simpático, respetuoso, extrovertido etc.) claro está que con el pasar del tiempo y con la interacción, sumamos más información que, aunque complejiza nuestro cuadro, no es decisiva, ya que lo común es que las experiencias posteriores no influyan tanto como las iniciales: a esto le llamamos el efecto de primacía.
La primera investigación sobre el efecto de primacía fue conducida por Salomón Asch y su experimento consistió en tomar dos listas con características del comportamiento humano, tanto cualidades como defectos. La lista número uno iniciaba con cualidades y finalizaba con defectos, la lista número dos iniciaba con defectos y finalizaba con cualidades. Las dos listas fueron puestas a consideración de varias personas para quienes fue inevitable dejarse llevar por las impresiones iniciales. De esta forma se considera que las primeras impresiones crean el contexto general desde el cual se evaluaba la información posterior; es decir, que si a usted le agrada un conocido nuevo tal vez podría perdonar un error o defecto que descubra más adelante y, por el contrario, si alguien le ha dado mala impresión difícilmente podrá creer en sus buenas cualidades después.
Posteriores investigaciones sobre el efecto de primacía mostraron que en el conocimiento de una persona, son limitados nuestros esfuerzos mentales ya que preferimos nuestra primera impresión en lugar de indagar y esforzarnos por interpretar cada detalle. Esto último tal vez nos permitiría conocer sin sesgos realmente a quien queremos acercarnos, ya que los seres humanos somos universos completos por descubrir y se requiere tiempo. Tener la capacidad de descubrir constantemente nuevas características en nuestro semejantes puede mejorar nuestras relaciones sociales.
...