Etica Aplicada al Medio Ambiente
Enviado por carloscmf97 • 11 de Abril de 2018 • Ensayo • 3.186 Palabras (13 Páginas) • 156 Visitas
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Ética Aplicada al Medio Ambiente |
Ética y Desarrollo Profesional |
Nombre: Carlos Cuauhtémoc Morales Feria |
21/11/2016 |
INTRODUCCIÓN
En este presente trabajo se presentará la relación de la ética y el medio ambiente. Personalmente elegí este tema debido a que es un tema de gran importancia en la actualidad, y de mucha preocupación para la población mundial, y por otra parte es el medio ambiente un aspecto muy importante ya que es lo que utilizamos para poder sobrevivir, pero se está aprovechando de una manera negativa.
Durante los últimos años ha habido un incremento de los problemas ambientales, entre los que se destacan; la disminución de la capa de ozono, el agotamiento de los recursos naturales, la contaminación del agua, suelo, y aire, la extinción de especies terrestres y marinas, la deforestación de bosques y selvas, entre otros. Aquí debe entrar la ética para poder entender que existe una relación entre la forma del comportamiento del ser humano, y la moral con el medio ambiente.
Este trabajo plantea exponer las distintas percepciones éticas sobre el medio ambiente y como han ido cambiado a través del tiempo.
DESARROLLO
Tal como plantea Arbulú (2013), durante los últimos años se ha producido un incremento en la preocupación ambiental en las sociedades occidentales, principalmente relacionada con cuestiones tales como la eliminación de bosques amazónicos, el agotamiento de la capa de ozono, el efecto invernadero y el calentamiento global, temas que se convirtieron en actualidad en los medios de comunicación. Los cambios culturales y estructurales de la sociedad, incluyendo la evolución de los valores postmateriales y una ampliación de la clase media, son también posibles explicaciones de la preocupación medioambiental creciente.
Pero lo que plantea Mercado (2016), el sugiere que la sobrepoblación, el alto consumo, los modelos de producción industrial, la tecnología aplicada a la movilidad, a la producción de energías, son por mucho los causantes de las afectaciones anteriormente mencionadas. Aunado a lo anterior pero siendo parte de ello está el modelo económico que fomenta el desmesurado consumo y la acumulación de capitales en pocas manos, generando pobreza y desigualdad. Lo anterior, conlleva a adoptar distintas posiciones o valoraciones de los fenómenos presentados en función de la relación que se tenga frente al medio ambiente, generando diferentes puntos de vista.
Arbulú (2013) citando a Connely y Smith (1999) dice que los cambios en la naturaleza inducidos por la acción humana han llevado a un cuestionamiento y reevaluación de las posiciones éticas hacia él. Si volvemos a la definición de ética que responde a la pregunta ‘¿cómo se debe vivir?’, la ética ambiental es la rama que se ocupa efectivamente de redefinir los límites de la obligación con el medio ambiente y la evaluación de la posición humana hacia ella.
Arbulú (2013) citando a Robinson y Garrat (1999) sugiere que la ética ambiental tiene un papel clave en la definición del futuro de la relación hombre-naturaleza. Añaden que el énfasis debería ser hoy en llegar a un acuerdo en cómo los seres humanos se comportan con el entorno natural, en lugar de producir más evidencia científica de los efectos adversos que las actividades humanas tienen sobre ella.
Arbulú (2013) citando a Fennell (1999) y Westra (1998) dice que en términos de su posición relativa en el campo científico, la ética ambiental se encuentra asociada a la ética empresarial y la bioética. Sin embargo Arbulú (2013) citando a Westra (1998) señala, a diferencia de negocios o la bioética, la ética del medio ambiente exige una visión más antropocéntrica del mundo para establecer quién o qué puede poseer una posición moral. Arbulú (2013) citando a Robinson y Garrat (1999) sugiere que esto plantea un desafío importante en el campo de la ética, cuyas doctrinas han sido tradicionalmente antropocéntricas.
Arbulú (2013) dice que la ética ambiental se pregunta por ‘lo que debería ser’ el comportamiento humano hacia la naturaleza, en lugar de aceptar la realidad de ‘lo que es’. Sin embargo, el campo de la ética ambiental no está exento de ambigüedad. Según Arbulú (2013) citando a Robinson y Garrat dice que, "En la actualidad nadie está totalmente seguro de lo que significa la ética ambiental".
Mercado (2016) citando a Kuhn (1962) pudo ver quela cultura occidental el paradigma vigente en casi todo nuestro planeta. Usaremos este concepto como concepciones generales de la naturaleza humana y no humana, con las que los individuos dan orientación a sus prácticas, conteniendo valoraciones respecto a su entorno, siendo un medio abstracto que permite ver la realidad de manera diferente respecto a otro paradigma, resolviendo problemas y tomando decisiones en función de los lineamientos dictados por la propia conciencia.
Mercado (2016) plantea que en Occidente, predomina la visión judeo – cristiana la cual postula que la creación de este mundo es un mandato divino y todos los seres vivos están a la orden del ser humano. Esta visión permea la relación del hombre con la naturaleza, pues al estar bajo su mandato y depender de él, no merecen el mismo trato y por consecuencia, son para su provecho.
Relacionando lo anterior, Mercado (2016) dice que el mundo natural es una concesión de Dios a los humanos y ha sido puesto a su servicio según es narrado en Génesis (1:26-28). De esta forma, Dios crea al ser humano y le delega el gobierno de su creación. Solo es el individuo el que posee valor moral por ser el único que tiene conciencia de sí, por lo que las demás especies no tienen la misma consideración y cuidado. Es la felicidad o infelicidad humana la medida en que es éticamente aceptable la acción tomada. Las decisiones son unilaterales respecto a la naturaleza, aunque sean estas individuales o grupales, democráticas o autoritarias. Por tradición, en la escuela y muchas de las familias se enseña a los niños que el hombre es el amo de la naturaleza y que por tanto, el decide (suponemos que responsablemente) que hacer con ella.
Relacionando lo anterior, Arbulú (2013) citando a Levinson (1995) dice que a diferencia de varias otras religiones, en el caso de la religión judeocristiana, existe una ‘eliminación’ de Dios de la Tierra pues su carácter inherentemente celestial, esto hace que la naturaleza sea creada por, pero no habitada por Dios. Arbulú citando a Stone (1993) y a Holden (2003) dice que esta concepción está contrapuesta al sistema de creencias paganas de los espíritus guardianes presentes en toda forma de vida no humana y a la naturaleza inanimada. Frente a este escenario, algunos autores sugieren que, una vez despojado de un valor espiritual, la naturaleza deja ya de ser sagrada.
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