Eutanasia En Venezuela

La eutanasia

Largo ha sido el recorrido de la eutanasia en nuestra humanidad, desde la civilización griega hemos sido partícipes en la elección entre morir o vivir ante una penosa enfermedad, de esto parte básicamente la eutanasia, pues se refiere al bien morir según nos dicen sus vocablos griegos.

Un aspecto fundamental para que un acto que ocasione la muerte sea considerado eutanasia radica en el previo consentimiento del enfermo que de igual manera debe padecer una enfermedad terminal, esto debido a la visión que enfoca la eutanasia de brindarle a la persona gravemente enferma la posibilidad de decidir ponerle fin a un largo sufrimiento de manera inmediata.

La eutanasia ha sido clasificada en dos categorías: eutanasia directa y eutanasia indirecta, de la primera se desprendes dos categorías más: la activa, que da fin a la vida del paciente terminal con su consentimiento, y la pasiva, que es de igual manera dejar morir al paciente terminal por la suspensión del tratamiento. En cuanto a la eutanasia indirecta, se presenta como una derivación de la misma, porque a pesar de que llega a la culminación de la vida del paciente, en origen esta no es la intención, pues solo se busca mantener la vida del paciente con la aplicación de tratamientos que a la larga lo matan.

En la antigua Grecia se le daba cabida a la eutanasia como una solución ante una vida que por no ser saludable era indigna de ser vivida; sin embargo con la entrada de la Edad Media, y de la iglesia católica como máxima autoridad no solo a nivel religioso sino político y social, empieza toda una repulsión por parte de la sociedad hacia la idea de la capacidad del hombre de decidir sobre la continuidad de su vida pues el catolicismo nos presenta solo a lo divino como ente capaz de realizar este tipo de elecciones.

Cuando la Edad Media vio sus últimos días sobre la humanidad vino el modernismo acompañado del ideal del hombre como centro del mundo, y no a Dios como eje principal; por consiguiente la idea de la eutanasia comienza a recobrar vida, sin embargo los comentarios en contra de la mencionada práctica no se hicieron esperar y es desde éste puno que la sociedad se ha visto inmersa en dos posturas ante la eutanasia, tanto aquella que la aprueba y la considera una vía de muerte digna, como la que la desaprueba por su inmoralidad y falta de ética por parte del personal médico, o incumplimiento de la ley divina donde no es pertinente al hombre decisiones sobre poner fin a la vida.

En cuanto a la legalización de la eutanasia como práctica médica propia ante la petición del paciente no se ha dado de manera uniforme ni total, pues son muchos los países que no consiente legalmente a la eutanasia, y son debatidos países como Holanda, donde a partir de la legalización de la eutanasia se dieron hechos de abuso de la mencionada práctica, donde incluso hubo omisión de la voluntad del paciente.

Venezuela no cuenta actualmente con un código penal que acepte de la eutanasia, sin embargo éste tema no ha sido omitido en nuestro país, pues se ha intentado legalizar la eutanasia, y en consecuencia se han producido diversas reacciones que se oponen o se solidarizan, pero que de alguna manera dejan en claro la relevancia que representa un tema tan polémico.

En Venezuela el magistrado Alejandro Angulo Fontiveros presentó recientemente el anteproyecto de reforma al código penal donde se abarcan temas como el aborto y la eutanasia, viéndolos como realidades sociales a las cuales no se debe obviar. Se hizo inevitable la confrontanción de ideas en torno a dicho anteproyecto, y entre alguna de las ideas destaca la de Roberto Jiménez Maggiolo, quien escribe en un artículo para Vanessa Davies :"Es el fanatísmo religioso quien impide buscar soluciones científicas y humanistas a los problemas del hombre" refiriéndose a la

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