Eutanasia,muerte por petición del enfermo terminal
Enviado por Danna Lizeth Moreno Camacho • 21 de Noviembre de 2021 • Síntesis • 1.930 Palabras (8 Páginas) • 67 Visitas
Como sugiere su etimología (del griego “eu-thanatos”), eutanasia significa “buena muerte”, en el sentido de muerte apacible, sin dolores, y con esta acepción la introdujo en el vocabulario científico Francisco Bacon en 1623.
la muerte por petición, entiéndase eutanasia, son muertes anheladas. Anhelo que es considerado contradictorio al concepto de vida. La cultura de la “autoayuda” ha enseñado a no darse por vencido cuando de lucha se trata, también han asemejado la muerte con la derrota, por ello no se percibe que la muerte también pueda ser una solución y no necesariamente la peor, aunque sí sea dolorosa. Algunos han defendido ciertas causas que justificarían el derecho de quitarse la propia vida, otros han señalado que el suicidio y la eutanasia son un acto cobarde e injusto con la naturaleza humana. Debo recalcar que eutanasia y suicido no son lo mismo, aunque los dos coincidan en el deseo de morir, sin embargo, la primera tiene que ser aplicada o supervisada forzosamente por un médico capacitado, mientras que el suicidio es quitarse la vida por propia mano.
En este trabajo de investigación me concentraré en la muerte por petición del enfermo terminal. Un enfermo terminal es un ser que se encuentra viviendo los malestares de la enfermedad, dichos malestares pueden variar entre pacientes. Los malestares pueden hacer la diferencia, ya que son los detonadores de la decisión de morir. Cuando una persona se siente bien aún que se encuentre enfermo, sus posibilidades de querer seguir viviendo aumentan. De este modo la eutanasia se presenta como la solución al dolor en los enfermos. La vida de los seres terminales es a veces calificada como una vida indigna, porque la decadencia y el dolor en el que viven es constante, duro e incurable. Un argumento poderoso a favor es aquel que permite al paciente poner término a sufrimientos innecesarios y degradantes que no le posibilitan llevar una vida digna, sino de dolor y agonía situación que atentaría contra el libre desarrollo de su personalidad y su dignidad como persona humana.
salvar vidas, no es posible siempre, ya que en la actualidad los avances de la medicina posibilitan aplicar medidas que son eficaces para combatir el dolor, prolongar la vida del enfermo, pero ineficaces para curar. El hombre tiene un derecho a la vida, lo que le permite luchar contra la muerte, esto en la mayoría de las veces en los casos de enfermedad, por lo que se exige el derecho de decidir si desea seguir o no con esa vida; esto siempre dependerá del dolor y de la expectativa de vida de cada enfermo
tipos
Eutanasia directa. Se busca activamente la muerte del paciente.
Eutanasia indirecta. La muerte se da como una consecuencia previsible de tratamientos paliativos, o sea, dirigidos en principio a aliviar el dolor del paciente, como la aplicación de altas dosis de morfina.
Según la voluntad del paciente. En principio, toda forma de eutanasia deberá ser solicitada a los médicos de manera voluntaria por el paciente o por su representante, dado el caso de que no pueda valerse por sí mismo. Sin embargo, suele distinguirse entre:
Voluntaria. Es el propio paciente el que toma la decisión y solicita la muerte, ya sea en persona o a través de algún documento que haya dejado escrito.
No voluntaria. Ocurre cuando es un tercero quien toma la decisión, como un pariente cercano o, en su ausencia, un representante legal, pues al paciente no se le puede consultar debido a su condición y no ha dejado ningún tipo de escrito al respecto.
Eutanasia activa y pasiva
La eutanasia directa, que vimos en el aparato anterior, puede a su vez clasificarse en dos tipos, dependiendo del tipo de procedimiento médico que se emplee para producir la muerte del paciente. Así, podemos distinguir:
La eutanasia activa. Se da en los casos en que el personal médico interviene en el cuerpo del paciente para producir la muerte, suministrándole fármacos o sustancias.
La eutanasia pasiva. Se da en los casos en que el personal médico no interviene en el cuerpo del paciente para salvarle la vida, sino que practica una omisión de procedimientos resucita torios o terapéuticos, para permitir al paciente morir.
El artículo 11 de la carta magna capitalina establece que “la vida digna contiene implícitamente el derecho a una muerte digna”, con lo que se posibilitará por primera vez en México solicitar una eutanasia activa.
- Solo puede pedirla la persona que desea morir. Ni cónyuges, ni hijos, ni padres, ni médicos, ni tutores, ni nadie que no sea la persona interesada.
- Tiene que ser una decisión libre (sin presiones externas) y reiterada en el tiempo. No puede ser fruto de un impulso repentino.
- La persona que pide ayuda para morir tiene que padecer una dolencia incurable que le provoque un sufrimiento insoportable.
- Dos médicos independientes deben verificar que se cumplen estos requisitos.
- La persona debe poder cambiar de opinión en cualquier momento del proceso.
- En Canadá y EE. UU., además, exigen que la persona que solicita ayuda para morir sea enferma terminal y solo se acepta en casos con una esperanza de vida probable inferior a seis meses.
Se hace demasiado para retrasar la muerte y demasiado poco, y tarde, para aliviar el sufrimiento.
· Sesenta mil personas se mueren al año en España con dolor; legalizar una forma de acabar con ellos es una indecencia.
· La sedación paliativa es un tratamiento médico. Es lo último que podemos hacer por el paciente y no se puede confundir con la eutanasia.
· En lugar de ocuparse de esas 60.000 personas que mueren con sufrimiento, se preocupan de las excepciones.
· La eutanasia no es un problema médico y va en contra de ser médico.
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