Evolucion de las orquídeas

Las orquídeas son plantas con una historia evolutiva es muy interesante y compleja, puesto que son especies cuyas condiciones son muy específicas para que puedan desarrollarse. Debido a lo restringido de su nicho ecológico las orquídeas han desarrollado estrategias muy distintas para su sobrevivencia, reproducción y dispersión.

Al ser especies herbáceas y de lento crecimiento son muy susceptibles a la competencia, por lo que para evitarla algunas especies crecen en acantilados en donde las especies competitivas no pueden crecer, ya que, limitan el crecimiento de sus raíces, pero las orquídeas al modificar la cofia en un tejido que cubriera la raíz (el velamen) pueden tener raíces más pequeñas y sin grandes pérdidas de agua logrando sobrevivir en estos hábitats; igualmente muchas especies son epífitas pero al vivir en la sombra de los árboles tienen que aprovechar la poca luz que reciben de la mejor forma posible incrementando la cantidad de pigmentos de las antena.

No obstante, las orquídeas han desarrollado estrategias con las cuales pueden sobrevivir sin necesidad de realizar fotosíntesis, bien sea siendo saprobias o parásitas; incluso pueden asociarse con hongos para formar micorrizas, pero sin necesidad de ellas proporcionarle nada al hongo. Normalmente cuando una orquídea es una semilla un hongo la coloniza y promueve su crecimiento y desarrollo proporcionándole nutrientes y azúcares, luego cuando la planta está desarrollada completamente esta le proporciona al hongo los productos de su fotosíntesis, sin embargo, hay especies que aún estando en estadios maduros siguen sin tener clorofila y dependen únicamente de los recursos que le proporciona el hongo sin dar nada a cambio.      

Sin embargo, la característica más peculiar de este grupo es la forma en la que se polinizan, ya que en muchos casos las especies de orquídeas evolucionaron en paralelo con especies de insectos para que solo una determinada especie de orquídea sea polinizada por una especie de insecto. Tal es el caso de la orquídea de Darwin Angraecum sesquipedale que posee el néctar al final de un espolón que mide de 25 a 30 cm, solamente Xanthopan morganii, un esfíngido cuya espiritrompa mide lo que el espolón, puede conseguir el néctar y de esa forma recoger el polen para así polinizar la próxima planta

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