Exploracion De Oidos
Enviado por edith240791 • 26 de Agosto de 2014 • 1.582 Palabras (7 Páginas) • 318 Visitas
EXPLORACIÓN DE LOS OÍDOS Y AUDICIÓN
La valoración de los oídos consiste en la inspección directa y la palpación del oído externo, la inspección del resto de las partes del oído con un otoscopio y la determinación de la agudeza auditiva. El oído se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
El oído externo está formado por la oreja o pabellón auditivo, el conducto auditivo externo y el tímpano o membrana timpánica. Las referencias anatómicas de la oreja son el lóbulo auricular, el hélix (curva posterior de la superficie superior de la oreja), el antehélix (curva anterior de la superficie superior de la oreja), el trago (protuberancia cartilaginosa situada en la entrada del conducto auditivo externo), la fosa triangular (depresión del antehélix) y el orificio auditivo externo (entrada al conducto auditivo). Aunque no forma parte del oído, la mastoides, una prominencia ósea situada por detrás de la oreja, es otra referencia anatómica importante. El conducto auditivo externo es curvo, tiene aproximadamente 2.5 cm. de longitud en el adulto, y termina en el tímpano. Está cubierto de piel, con numerosos pelos finos, glándulas y terminaciones nerviosas. Las glándulas segregan el cerumen (que lubrica y protege el conducto).
La curvatura del conducto auditivo difiere de la edad: en el lactante y en el niño pequeño, la curvatura es ascendente; a partir de los 3 años, el conducto auditivo adopta la orientación más descendente propia del adulto.
El oído medio es una cavidad llena de aire que se inicia en la membrana del tímpano y que contiene tres osículos (huesecillos que transmiten el sonido), el martillo que se observa con más facilidad, el yunque y el estribo. La trompa de Eustaquio, otra parte del oído medio conecta el oído medio con la nasofaringe. La trompa estabiliza la presión aérea entre la atmósfera externa y el oído medio, evitando de este modo la rotura del tímpano y las molestias producidas por diferencias importantes de presión.
El oído interno contiene la cóclea, una estructura con forma de concha marina esencial para la transmisión del sonido y la audición, así como el vestíbulo y los conductos semicirculares, que contienen los órganos de equilibrio.
La transmisión del sonido y la audición son procesos complejos. De forma resumida, el sonido se puede transmitir por conducción aérea o por conducción ósea. El proceso de la transmisión aérea es el siguiente:
1. Un estímulo sonoro penetra en el conducto auditivo externo y llega hasta el tímpano.
2. Las ondas sonoras provocan la vibración del tímpano, que se extiende a los osículos.
3. Las ondas sonoras se desplazan de los osículos a un orificio del oído interno (ventana oval).
4. La cóclea recibe las vibraciones sonoras.
5. El estímulo llega al nervio auditivo (octavo par craneal) y a la corteza cerebral.
La transmisión del sonido por conducción ósea se produce cuando los huesos del cráneo transportan directamente el sonido hasta el nervio auditivo. Las evaluaciones audiométricas, que miden la audición a diferentes decibelios, se recomiendan en niños y personas mayores. Un déficit auditivo neurosensorial no responde bien al uso de un audífono.
La hipoacusia de la conducción se debe a la interrupción de la transmisión de las ondas sonoras en las estructuras del oído externo y medio. Son posibles causas de éste defecto un desgarro del tímpano o una obstrucción, por inflamación u otros motivos, del conducto auditivo. La hipoacusia neurosensorial aparece por lesión del oído interno, del nervio auditivo o del centro cerebral de la audición. La hipoacusia mixta es una combinación de la hipoacusia de conducción y neurosensorial.
Para la valoración del pabellón auricular es necesario, inspeccionar el color, la simetría del tamaño y la posición de las orejas. Para inspeccionar la posición, observe el nivel de inserción del pabellón auricular en la cabeza, en relación con los ojos. Luego, se debe palpar la textura, la elasticidad y las zonas con dolor del pabellón auricular: tire con suavidad de la oreja hacia arriba, abajo y atrás; doble el pabellón hacia delante (debe recuperar su posición); presione el trago y presione la apófisis mastoides.
Los datos normales son: el color debe ser igual al de la cara; deben ser simétricos; la aurícula se alinea con el canto externo del ojo, con una separación de la vertical de unos 10°; deben ser móviles, firmes y sin dolor; la oreja debe recuperar su posición después de ser plegada.
Las anormalidades en el pabellón auricular pueden ser: lóbulos de color azulado o pálidos; enrojecimiento excesivo; asimetría; implantación baja del pabellón auricular; lesiones; piel descamativa; molestias con el movimiento o la presión.
La inspección instrumentada del conducto auditivo externo y tímpano con un otoscopio busca la
...