Fallas del mercado y degradación del ambiente
Enviado por urbina007 • 8 de Julio de 2015 • Tutorial • 10.295 Palabras (42 Páginas) • 355 Visitas
FALLAS DEL MERCADO Y DEGRADACIÓN DEL AMBIENTE
Theodore Panayotou
Los mercados que funcionan en forma satisfactoria suelen ser mecanismos eficaces para asignar los recursos entre los diferentes usos y a través del tiempo. Para que los mercados funcionen bien, es preciso que se cumplan ciertas condiciones esenciales. P. ej., los derechos de propiedad sobre todos los recursos deben ser claros y seguros. Todos los recursos escasos se deben manejar en mercados activos, que les asignen un precio de acuerdo con la oferta y la demanda. Las decisiones no deben tener efectos colaterales negativos apreciables. Es preciso que la competencia prevalezca. Los bienes públicos tienen que ser sólo raras excepciones. No se debe dar cabida a la miopía, la incertidumbre o las decisiones irreversibles. Si esas condiciones no se cumplen, el mercado libre no podrá asignar con eficacia los recursos entre los distintos usos y a través del tiempo. En ese caso, se gastarán demasiados recursos hoy y se dejará muy poco para el futuro.
Gran parte de la mala administración y el uso ineficaz de los recursos naturales y del medio ambiente se puede atribuir a que los mercados funcionan mal, están distorsionados o son del todo inexistentes. Los precios generados por esos mercados no reflejan los verdaderos costos y beneficios sociales que implica el uso del recurso. Esos precios trasmiten información desorientadora acerca de la escasez de los recursos y no brindan incentivos adecuados para la administración, el uso eficaz y la conservación de los recursos naturales.
Las fallas más importantes del mercado, que afectan el uso y la administración de recursos son las siguientes:
• derechos de propiedad mal definidos o no existentes
• recursos sin precio y mercados inexistentes o precarios
• efectos persistentes de dispersión o nexos entre sectores, que se mantienen fuera del dominio de los mercados
• altos costos de transacción que desalientan los intercambios benéficos, que en otras condiciones permitirían conservar los recursos y aumentar el bienestar social (entre esos costos de transacción figuran los de información, negociación, vigilancia y cumplimiento)
• bienes públicos que el sector privado no puede o no debe proveer a través del mercado, ya sea porque no es posible excluir a los oportunistas y recuperar el costo de la provisión de esos bienes, o porque la exclusión de tales oportunistas, aun cuando sea técnicamente posible, puede reducir el bienestar social.
• Imperfecciones del mercado, sobre todo la falta de competencia a causa de monopolios, oligopolios y mercados segmentados en la localidad (es decir, mercados fragmentados a causa de barreras físicas o políticas para la movilidad de los recursos, lo cual impide un reparto equitativo de los dividendos)
• la miopía, entendida como la presencia de horizontes de planificación demasiado cortos o tasas de descuento demasiado altas, ya sea a causa de la pobreza o la impaciencia, o por el riesgo o la incertidumbre que afectan a ciertos individuos, mas no a la sociedad en conjunto
• incertidumbre y deseo de evitar riesgos, lo cual pueden llevar no sólo a las altas tasas de descuento, sino también a la decisión de no hacer inversiones que tienen grandes variaciones en cuanto a dividendos, pero que, por lo demás, serían productivas
• irreversibilidad (cuando las decisiones que se toman en el mercado en condiciones de incertidumbre dan lugar a resultados irreversibles, el mercado tal vez no sea capaz de asignar con prudencia los recursos)
Estas fuentes generadoras de fallas en el mercado no son exclusivas ni de los recursos naturales ni de los países en desarrollo. Igual que la inversión en recursos naturales, la que se destina a la educación y el capital humano o a la ciencia y la tecnología puede tropezar con algunos de esos problemas. La incertidumbre y las imperfecciones del mercado permean todos los sectores de la economía. Sin embargo, en ningún otro sector son tan numerosos y persistentes las fallas de mercado, como en los que corresponden a los recursos naturales. Esas deficiencias del mercado no sólo están entrelazadas entre sí, sino también con ciertos factores socioeconómicos y socioculturales, tales como la pobreza, las costumbres y el modo de percibir las cosas. Por motivos históricos y socioculturales, muchas de esas fallas del mercado están más generalizadas y son más pertinaces en algunos países que en otros. En este capítulo me propongo exponer la forma en que cada una de esas fallas del mercado contribuye a la mala administración de los recursos naturales y a la degradación del medio ambiente.
INSEGURIDAD EN LA PROPIEDAD DE LOS RECURSOS
Una condición básica para el funcionamiento eficaz de los mercados es la existencia de derechos de propiedad bien definidos, exclusivos, seguros, transferibles y ejecutables sobre todos los recursos, bienes y servicios. Los derechos de propiedad son una condición indispensable para el uso eficiente, el comercio, la inversión, la conservación y la administración de los recursos. Nadie estará dispuesto a hacer economías, pagos, inversiones o esfuerzos de conservación por concepto de un recurso, si no tiene la garantía de que cuenta con derechos seguros y exclusivos sobre el mismo, de que podrá recuperar sus costos por medio del uso, el arrendamiento o la venta, y de que esos derechos son válidos y se harán cumplir. Los derechos de propiedad deben estar bien definidos. De lo contrario, dan lugar a protestas y conflictos rivales que crean incertidumbre y desalientan la inversión, la conservación y la administración de los bienes. Los derechos que se obtienen con la propiedad se deben especificar en forma íntegra, junto con las restricciones que se aplican a los que son propietarios, y los derechos que les corresponden a los que no lo son.
Los derechos de propiedad también deben ser exclusivos, en el sentido de que ninguna otra persona podrá tener derechos similares o antagónicos sobre esa misma parte del recurso en cuestión. La propiedad múltiple, por muy segura que sea, tiene efectos adversos para la inversión, la conservación y la administración. Ninguno de los copropietarios tiene suficientes incentivos para invertir en el mejoramiento de la tierra, si sabe que todos los demás copropietarios también tienen derecho a los beneficios que se deriven de esa inversión. La inversión conjunta sólo es una solución si los copropietarios son capaces de llegar a un acuerdo en cuanto al tipo, la magnitud y el financiamiento de la inversión (o la conservación). Cuanto mayor sea el número de propietarios y más alto el costo de transacción o negociación, tanto menor
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