Farmacia En La Edad Media
Enviado por vaader • 1 de Mayo de 2013 • 3.106 Palabras (13 Páginas) • 614 Visitas
La profesión en la Alta Edad Media
El dato más antiguo que tenemos es de Venecia, en Italia, en donde se creó un cuerpo encargado de recetar y vender los productos y de regular el comercio farmacéutico, controlando la calidad y el precio de las drogas. Un siglo después (1252), estos justicias pasaron a ser los "Justicia Nova" y publicaron un estatuto, el de "Medici Speciali", dedicado a aquellos que primero comerciaban con especias y más tarde con drogas medicinales, por el que se reguló el ejercicio de este comercio. En este estatuto se contemplaba la prohibición expresa al médico y al farmacéutico de formar sociedad, y así recetar y vender los productos más caros, y se ordenaba al farmacéutico que preparase los medicamentos siguiendo los principios expuestos en los tratados de medicina y en los Antidotarios.
En 1221 apareció el gremio de farmacéuticos de Verona. A finales del siglo XIV, lo hizo en Roma bajo el nombre de Universitas Armatarium. Mas tarde, en el siglo XV, por medio de una bula del papa Martín V. esta institución adoptó unos nuevos estatutos que la convirtieron en el Nobile Collegio degii Aromatari. En estos estatutos se contemplaba:
1. La obligación de prestar auxilio a los compañeros enfermos y pobres.
2. El derecho a examinar a los que quieran ejercer la profesión.
3. La obligación de los nuevos farmacéuticos de inscribirse en este colegio.
4. Se regula la apertura de nuevas farmacias, teniendo en cuenta la distancia entre ellas.
5. Se estipulan los precios de medicamentos, alimentos, licores, cuyo comercio estaba controlado por este colegio.
En Milán se creo el gremio de farmacéuticos hacia el año 1.300. En sus estatutos se acordaba que nadie podía ejercer la profesión si no había sido previamente examinado y aprobado por sus compañeros: el gremio de Florencia se llamó el "Tribo dei medici e degli speciali ", a él perteneció el Dante. En la Italia del siglo XIV los gremios de farmacéuticos controlaban el comercio en régimen de monopolio de unos dos mil artículos diferentes, desde libros hasta velas, y también solían ejercer como enterradores.
En Francia, en el siglo XII, todavía aparecen juntas ambas profesiones en su ejercicio, pero al que se dedica sólo al comercio y preparación de medicamentos se le llama “pigmentario”, por ser también comerciante de especias. El gremio que empezó a funcionar en París a partir del siglo XIII, englobó a especieros, boticarios, drogueros, herbolarios y cereros, lo que da idea de lo variado de la profesión. Esta corporación tuvo entre sus principales tareas, la de organizar funciones religiosas. Su patrón fue San Nicolás. Otro cometido mas acorde con su naturaleza fue el de guardar los sistemas de pesas usados como patrón en la fabricación de medicamentos, así como la vigilancia de las pesas empleadas por todos los comerciantes de la villa. Los miembros de este gremio también se ocuparon de asegurar la calidad de sus medicamentos y de establecer los precios y controlar la formación profesional de los aprendices y de regular el ascenso dentro de la profesión. El examen de entrada en el gremio consistía en la preparación de una pieza maestra y se hizo obligatorio a partir de 1484.
En 1336, se dictan unas ordenanzas en las que se dispone que decanos y maestros de la Facultad de Medicina de París, inspeccionen la calidad de los medicamentos de sus farmacias. Mas tarde son Guardias Jurados de la corporación farmacéutica los que harían esta inspección, acompañados por dos médicos elegidos por el decano de la facultad de medicina y por dos boticarios elegidos por el Preboste de París La unión entre boticarios y especieros duró hasta el siglo XVII en el que se firmó el Colegio de Farmacéuticos de París. Entre 1162 y 1202 se dieron los Estatutos de la Villa de Arles, en los que se prohíbe que el farmacéutico regale nada a un médico, para que éste no se sienta obligado a mandarle clientes. En 1242, en los Estatutos de Avignon, se indica la obligación de los especieros y sus ayudantes de jurar fidelidad en el ejercicio de su oficio, se prohíbe la asociación entre el farmacéutico y el médico, así como el intercambio de regalos entre ellos. En el año 1180, en Montpellier, se exige un juramento a los épeciadors o apothecaires. En el Reino Unido no se definió la profesión hasta el siglo XlX siendo hasta entonces el medico a la vez boticario o, simplemente, podía auto-titularse boticario el que lo tuviera por conveniente, pero ya en el siglo XIV se creó en Londres la Comunidad de los Pimenteros que agrupó a especieros, boticarios y pimenteros, y, en general, a todos los que se dedicaban al comercio de drogas, cualquiera que fuese su fin, en lo que se llamó Company of Grocers. A partir del siglo XlV, los boticarios formaron un grupo aparte dentro de ella y en 1617, ya lograron independizarse. También entre sus cometidos estaba la custodia del sistema oficial de pesas. Su patrón fue San Antonio. En Alemania entre 1.231 y 1.242 fue dictada la llamada Carta Magna de la Farmacia por el emperador Federico II; aunque solo se dictó para ser aplicada en el Reino de las Dos Sicilias, que entonces le perteneció tuvo una gran influencia en amplias áreas de la Europa Occidental. Sus puntos fundamentales eran:
1. Prohibición expresa de que el medico prepare o entregue medicamentos. Los medicamentos deben ser preparados por los farmacéuticos.
2. Obligación de obtener un permiso oficial para poder establecer una farmacia.
3. Obligación de ejercer la farmacia siguiendo las normas de un libro oficial.
4. Las tarifas de cobro se estipulaban también oficialmente, serie de características de cada medicamento, siendo las más importantes su tiempo de conservación y el trabajo que suponía fabricarlo.
5. Las farmacias debían abrirse en sitios previamente determinados y debían cumplir determinados requisitos.
Esta carta está considerada como el punto de partida de la oficina de farmacia como tal, y en ella se contienen las dos normativas básicas para asegurar el bienestar económico de los farmacéuticos establecidos: la limitación del número de farmacias y la fijación del precio de los medicamentos según tarifas previamente controladas. En cuanto al funcionamiento de sus gremios, parece ser que los boticarios alemanes medievales no se unieron entre si, sino que se englobaron en otras corporaciones más poderosas. En el siglo XIII ya existían oficinas de farmacia como tales en la cuidad de Colonia. En Nuremberg, (siglo XIV) se prohibió a los médicos la preparación de medicamentos y se declaro ilegal la asociación entre médicos y farmacéuticos En el siglo XIII, los boticarios de la ciudad suiza de Basilea se unieron a la muy poderosa "Comunidad del Azafrán
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